El "papel clave" que el propio Ministerio de Sanidad le atribuía ayer a primaria en la desescalada del confinamiento debe tener una traducción inmediata en la gestión y realización de los millones de test rápidos que el Sistema Nacional de Salud (SNS) debe hacer en las próximas semanas para dibujar un mapa fidedigno del contagio real por coronavirus en España.
Milagros García Barbero, ex directora de Servicios integrados de la Organización Mundial de la Salud OMS-Europa, recuerda que a diferencia de las PCR, que son pruebas de mayor complejidad, "los kits de tests rápidos son autosuficientes y, por tanto, se pueden hacer y, de hecho, se están haciendo ya en los centros de salud y visitas domiciliarias en algunas comunidades".
El procedimiento, similar al de un test de embarazo, consiste, en esencia, en la extracción de una muestra de la saliva, de la nariz o de la sangre del paciente con una torunda. El segundo paso es aplicar esa muestra a un papel (inmunocromatografía) que lleva adheridos anticuerpos que reconocen las proteínas de la Covid-19, o bien moléculas del virus que reconocen los anticuerpos generados por nuestro organismo para defenderse.
Según García Barbero, "el diagnóstico rápido de los casos aún no detectados es fundamental para evitar rebrotes cuando se relajen las medidas de confinamiento, y ahí la vertiente comunitaria y de cercanía al paciente del primer nivel es primordial, tanto para diagnosticar como para establecer pautas de aislamiento". El sistema necesita, según ella, la "agilidad, permeabilidad y descongestión" que puede aportar primaria.
Falta de información
El primer nivel también puede ser piedra angular, según García Barbero, para contrarrestar uno de los principales handicaps que ella ve en la gestión de la desescalada del confinamiento doméstico: la falta de información sobre aspectos básicos de la enfermedad de una ciudadanía cuyo papel individual es clave para el éxito de esa progresiva desescalada.
"Se ha escrito mucho sobre el uso de material de protección y mascarillas, por ejemplo, pero casi todo enfocado a los profesionales y gestores sanitarios. Sin embargo, la gente de a pie tiene muchas dudas e incluso ideas erróneas sobre qué hacer y cómo usar las medidas de protección".
Según García Barbero, que hoy ejerce de profesora de Salud Pública en la Universidad Miguel Hernández, esas dudas se traducen muchas veces "en un miedo lógico que, a medida que se relaje el confinamiento, notaremos en la dificultad para interactuar con los demás de forma normal".
Pensando en primaria, e incluso en su difusión gratuita en los centros de salud, la profesora de Salud Pública ha elaborado una guía informativa con nociones básicas y mensajes muy sencillos y directos. Un ejemplo de esa guía (que adjuntamos al final de la información) son los apartados dedicados a las mascarillas higiénicas.
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