Tras semanas de confinamiento, y unos números en cuanto a transmisión del coronavirus y muertes algo mejores en países como España, comienza a cobrar fuerza el debate de cuándo se permitirá a la población una mayor movilidad. Pero el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha lanzado un mensaje claro a los países: “Levantar demasiado pronto las restricciones puede conducir a un resurgimiento mortal”.
La OMS trabaja mano a mano con los países para ver cómo puede ser ese desescalado de medidas de contención. Entre las cuestiones a tener en cuenta están unos números que apunten a que los contagios están controlados, también la garantía de la atención sanitaria, la reducción del riesgo en entornos de cuidados crónicos, como las residencias de ancianos, y la implementación de medidas preventivas en centros educativos.
Más importante que todas ellas es, a juicio del director general de la OMS, “que las sociedades sean plenamente conscientes y estén del todo comprometidas con la transición”.
La pandemia por el nuevo coronavirus ya contabiliza más de 1.600.000 casos confirmados en el mundo, de los que más de 150.000 corresponden a España, donde han perdido la vida casi 16.000 personas. Adhanom Ghebreyesus ha incluido al país entre los que comienzan a experimentar una bajada de los casos. “En esta semana pasada hemos visto una ralentización en algunos de los países europeos más golpeados, como España, Italia, Alemania y Francia”, ha indicado. Al mismo tiempo, ha considerado “alarmante” el incremento de los casos en África, en especial en las zona rurales donde la red de asistencia sanitaria es más pobre.
Profesionales sanitarios
El director general de la OMS también ha mostrado su preocupación por los contagios entre los profesionales sanitarios, que en algunos países alcanza el 10% del total de contagios. “Cuando los profesionales sanitarios están en riesgo, todos estamos en riesgo”, ha dicho. “Las experiencias de China, Italia, Singapur, España y Estados Unidos nos están ayudando a entender por qué está pasando”.
La principal vía de prevención es dotar de los equipos de protección individual (EPI) a los sanitarios y entrenarlos para su uso adecuado, algo en lo que en muchas ocasiones no se ha llegado a tiempo. “La evidencia nos ha demostrado que cuando los profesionales sanitarios utilizan de forma adecuada los EPI la infecciones se pueden prevenir”.
La organismo dependiente de Naciones Unidas entiende que la pandemia del coronavirus tiene que servir de lección para que cada Gobierno identifique sus lagunas a la hora de enfrentarse a una emergencia sanitaria de este calibre. “Los sistemas sanitarios más robustos se han visto sorprendidos por esta pandemia”, ha enfatizado. “Tenemos que ver con humildad hasta qué punto nuestro sistema está preparado, dónde están estas lagunas y hasta qué punto se puede mejorar para el futuro”.
Cerebro
Entre las muchas incógnitas que rodea la Covid-19 está cómo afecta al organismo. Uno de los órganos que puede verse afectado es el cerebro. El director ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS, Michael J. Ryan, ha indicado que la mayor parte de los pacientes que sufren una afectación cerebral es como consecuencia de la reducción de aporte de oxígeno.
Esta falta de oxígeno cerebral “puede generar delirios, confusión y afectar al estado de conciencia”, ha señalado. “Una vez se restablece el oxígeno el paciente se recupera”
Más graves, e infrecuentes, son los casos en los que el SARS-COV-2 infecta el cerebro, atraviesa la barrera hematoencefálica y causar una meningitis o una encefalitis.
5% de casos severos
Otra de las dudas es el porcentaje de casos con Covid-19 que desarrolla distintos niveles de gravedad, incluido el porcentaje de mortalidad. Maria Van Kerkhove, responsable técnica del Programa de Emergencias Sanitarias, ha señalado que en sus proyecciones, la OMS trabaja con un modelo que considera que el 40% de casos son leves, el 40% moderados, el 15% críticos y el 5% severos.
“Dentro de los moderados incluimos los casos de neumonía que no requieren hospitalización”, ha señalado. Sin embargo, ha afirmado que estos porcentajes no son inamovibles y que pueden variar a medida que se vaya conociendo más sobre la epidemiología de la enfermedad.
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