Ana Arbaizar, médica de familia y comunitaria, jefa de Estudios de la Unidad Docente Multiprofesional de Atención Familiar y Comunitaria de Valencia y presidente de la Comisión Nacional de la Especialidad entre 2018 y febrero de 2025, se presenta de nuevo a las elecciones a la presidencia del Colegio de Médicos de Valencia (COMV), que se celebrarán el próximo 8 de enero.
En su opinión, es necesario un impulso para que el COMV recupere su papel referencial ante la Administración y la sociedad. Entre otras medidas en caso de ser elegida, destaca la creación de un Observatorio de las Condiciones de Trabajo del Médico Valenciano, que permitiría disponer “de datos propios, rigurosos y actualizados” para negociar con mayor solvencia y capacidad de influencia ante Sanidad.
Pregunta.
¿Cuál es el balance sobre el estado del Colegio de Médicos de Valencia?
Respuesta.
El Colegio de Médicos de Valencia es una institución sólida y con una trayectoria incuestionable, pero en los últimos años ha dejado de ejercer el papel que le corresponde como interlocutor imprescindible en los debates sanitarios estratégicos. El Colegio no está siendo hoy el apoyo real y constante que los médicos y médicas necesitamos a lo largo de toda la vida profesional. Esta pérdida de protagonismo ha hecho que el Colegio ya no sea una voz fuerte ni influyente ante la Administración ni un referente claro para la ciudadanía. Por ello, es necesario un impulso decidido que devuelva al COMV su función esencial: ser una herramienta útil, cercana y firme en la defensa de las condiciones profesionales y laborales de todos los colegiados.
P.
Si resulta elegida, ¿cuáles son los principales proyectos e iniciativas que quiere poner en marcha o continuar desarrollando?
R.
Si nuestra candidatura resulta elegida, la prioridad será consolidar y desarrollar proyectos concretos, medibles y útiles para los colegiados. En primer lugar, reforzaremos de manera decidida el área de apoyo profesional y laboral, con asesoramiento individualizado y eficaz en materia de contratación, carrera profesional, jubilación y ejercicio profesional en todas sus modalidades, tanto en el ámbito público como en el privado.
En segundo lugar, pondremos en marcha un plan específico para médicos jóvenes y MIR, que ofrezca mentoría real, orientación profesional y apoyo efectivo en el tránsito hacia el primer empleo estable, evitando la precariedad y la desprotección en los primeros años de ejercicio.
Asimismo, impulsaremos la creación de un Observatorio de las Condiciones de Trabajo del Médico Valenciano, que nos permita disponer de datos propios, rigurosos y actualizados para negociar con mayor solvencia y capacidad de influencia ante la Consejería de Sanidad. La formación será otro eje estratégico: apostaremos por una formación continuada de excelencia, práctica y alineada con las necesidades reales de la práctica clínica en el día a día, incorporando de forma sistemática competencias digitales, gestión clínica, liderazgo profesional e innovación responsable.
Por último, fortaleceremos el papel del Colegio como agente activo y voz autorizada en la defensa de una atención sanitaria integral, desde la Atención Primaria y la salud comunitaria hasta la atención hospitalaria a pacientes agudos y crónicos, tanto en el sistema público como en el ámbito privado, con propuestas claras, posicionamientos firmes y presencia real en los espacios donde se toman decisiones.
P.
¿Cómo se encuentra actualmente el médico valenciano a nivel de condiciones laborales, retributivas, reconocimiento...?
R.
El médico valenciano atraviesa un momento complejo. A las sobrecargas asistenciales se suman condiciones laborales mejorables, inestabilidad contractual en determinados ámbitos y un sentimiento de falta de reconocimiento profesional. En Atención Primaria, la presión asistencial y la escasez de tiempo por paciente afectan tanto a la calidad de la atención como al bienestar del profesional. En el ámbito hospitalario, persisten problemas relacionados con las guardias, la conciliación y la carrera profesional. Todo ello genera desgaste, desmotivación y, en algunos casos, la salida de profesionales a otros sistemas sanitarios o al extranjero.
P.
Dentro de la situación de los médicos valencianos, y españoles, hay diversos frentes abiertos. ¿Cuál es su opinión sobre la necesidad de un Estatuto Marco propio?
R.
Considero imprescindible avanzar hacia un Estatuto Marco específico para los profesionales médicos. La singularidad de nuestra formación, nuestras responsabilidades, el régimen de guardias y la exigencia de actualización permanente no quedan adecuadamente reflejadas en el marco normativo actual. Un Estatuto propio permitiría reconocer de manera justa estas particularidades, mejorar las condiciones laborales y retributivas y ofrecer un marco más atractivo y estable para el ejercicio profesional en el sistema público.
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