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jueves, 24 de diciembre de 2020

La pandemia da luz a Anestesiología, una especialidad que se siente "invisible"

Profesión
franciscogoiri
Jue, 24/12/2020 - 09:01
Las unidades de críticos triplicaron sus camas en la primera ola
Las unidades de críticos y los anestesistas destinados a ellas aumentaron de forma exponencial durante los primeros meses de la pandemia.
Las unidades de críticos y los anestesistas destinados a ellas aumentaron de forma exponencial durante los primeros meses de la pandemia.

Los anestesiólogos se sienten los especialistas invisibles del Sistema Nacional de Salud (SNS). Ejercen en los quirófanos y en las unidades de cuidados intensivos, y sólo ese ámbito de actuación hizo que su papel fuera -y siga siendo- especialmente significativo durante la pandemia.

Paradójicamente, la covid-19 ha contribuido a proporcionar algo más de visibilidad a una especialidad un tanto desconocida -al menos para la ciudadanía- que, en palabras de los profesionales que la ejercen, ha sido la que más ha contribuido al incremento de los recursos necesarios para atender a los pacientes críticos a lo largo de los meses más crudos de la primera ola. En ese periodo, sus unidades de cuidados críticos en el SNS pasaron de 72 a 97, según los datos que maneja la Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor (Sedar), que actualmente preside Javier García Fernández, jefe del Servicio de Anestesiología, Cuidados Críticos, Quirúrgicos y Dolor del Hospital Universitario Puerta de Hierro (Madrid).

Pese a este significativo aumento en el volumen de unidades de críticos, los anestesistas españoles siguen sintiéndose "casi invisibles", aduce García Fernández. De hecho, uno de los ejes de la nueva junta directiva que preside el anestesista del Puerta de Hierro es, precisamente, "dar a nuestra especialidad la visibilidad y reconocimiento que se merece por el bien de los pacientes".

Javier García Fernández, presidente de la Sedar.
Javier García Fernández, presidente de la Sedar.

Un incremento tan importante -y tan rápido- en el volumen de unidades de atención al paciente crítico ha sido posible "por las competencias y la formación específica del anestesiólogo en el abordaje de este tipo de pacientes" -argumenta el presidente de la Sedar-, pero también por su polivalencia y versatilidad, características ambas que han permitido que aquellos especialistas que no trabajaban directamente en unidades de cuidados intensivos de Anestesia hayan podido ser rápidamente reconvertidos para atender a pacientes críticos. Necesidad obliga.

"La formación y las competencias básicas de estos especialistas ya existían, obviamente, y a eso hay que unir su enorme facilidad de adaptación y su capacidad de respuesta inmediata ante situaciones extraordinarias como las que genera una crisis sanitaria de esta envergadura".

Traducido a números, eso significa que los anestesiólogos del SNS han gestionado entre el 50 y el 60% de los cuidados críticos de los pacientes aquejados de coronavirus.

En la primera ola de la pandemia, las camas de críticos pasaron de 897 a 2.500

Más números que maneja la Sedar. En apenas unos meses -justo los más críticos de la primera ola de la pandemia-, los hospitales de las distintas comunidades autónomas fueron capaces de incrementar en 25 las unidades de críticos de Anestesiología y Reanimación, pasando de las 897 camas gestionadas inicialmente a nada menos que 2.500 en un tiempo récord.

Y ese espectacular aumento se ha basado, según la sociedad científica, en la rápida transformación de las camas de las unidades de cuidados intermedios y de las de recuperación postanestésica, e incluso de los quirófanos en algunos centros hospitalarios. Todos esos recursos se transformaron en apenas unas semanas en dotaciones al servicio del paciente crítico.

De 765 a 2.000 profesionales

En cuanto al número de profesionales destinados en estas unidades, la cifra pasó de 765 anestesiólogos censados en el mes de marzo -y que se dedicaban exclusivamente a la atención al paciente crítico- a más de 2.000 al finalizar la primera ola. De ellos, hasta el 70% de los especialistas trabajaron durante esos meses en exclusiva en las UCI de Anestesia.

Para asegurar esta atención fue necesario recurrir incluso a los anestesiólogos que ejercían habitualmente en quirófano, otro espacio del hospital donde se atiende a pacientes críticos.

García Fernández tiene claro que la especialidad de Anestesiología ha aportado "la llave maestra para el control de la pandemia", y destaca la importancia de que los gestores y las autoridades sanitarias sean conscientes de esta realidad.

"La especialidad ha aportado la llave maestra para el control de la pandemia"

"Han sido comunidades autónomas como Madrid, la Comunidad Valenciana, Cataluña, el País Vasco o Galicia -es decir, aquellas que mejor dotadas estaban en un principio en cuanto a unidades de cuidados intensivos de Anestesia-, las que han tenido mayor capacidad de crecimiento durante los meses más críticos". Aquellas otros servicios de salud en los que estas unidades de críticos no estaban todavía bien desarrolladas "lo están pasando peor", puntualiza el presidente de la Sedar.

Desde su punto de vista, sin la capacitación real de los anestesiólogos en cuidados intensivos no hubiera sido posible desarrollar el aumento de recursos para la pandemia que se ha conseguido.

Así, en algunas de estas comunidades se han triplicado las camas de cuidados intensivos de Anestesia. "En Madrid, por ejemplo, pasamos de 600 a 1.600 camas en sólo una semana. Es un dato tremendamente llamativo. Y el 60% de las camas de cuidados intensivos para la atención al paciente covid las aportó precisamente Anestesiología, además de seguir atendiendo al paciente no covid, del que se habla poco". De hecho -añade García Fernández-, algunos hospitales han hecho el "enorme esfuerzo" de mantener la actividad quirúrgica habitual, "porque el resto de pacientes, que son la mayoría, también requieren una atención que, en muchos casos, no puede esperar".

"Madrid pasó en sólo una semana de 600 a 1.600 camas de intensivos de Anestesia"

En un acto conjunto celebrado hace unos días en Madrid entre el propio García Fernández y Salvador Morales, presidente de la Asociación Española de Cirujanos (AEC), para presentar el protocolo de seguridad en los quirófanos elaborado por ambas sociedades científicas, el presidente de la AEC alertaba precisamente de que la actividad quirúrgica debería aumentar en España en un 30% durante todo el año 2021 para volver a cifras de listas de espera quirúrgica previas al pasado mes de marzo. Para atender, en definitiva, al paciente habitual del que habla García Fernández.

Vuelta a los orígenes

Además de la formación específica en cuidados intensivos, el presidente de la Sedar destaca la competencia de los anestesiólogos en ventilación, "y de ahí su importante contribución para dispensar el soporte respiratorio óptimo a los pacientes covid que así lo requerían".

La pandemia ha supuesto, según él, "una vuelta, en cierto modo, a los orígenes, a la esencia de los cuidados intensivos, que nacieron precisamente de la mano de los anestesiólogos que se encargaban de aquellos pacientes complejos que, después de ser sometidos a una intervención quirúrgica, no podían ser extubados y debían continuar conectados a un respirador fuera de quirófano. Y eso es lo que hemos hecho ahora de nuevo: sacar los respiradores de los quirófanos para atender a los pacientes críticos allí donde era necesario".

El presidente de la Sedar cree que la principal limitación para el crecimiento de las unidades de intensivos de Anestesia "no está relacionada tanto con la escasez de especialistas médicos como con la falta evidente de enfermeras en general, y muy especialmente de profesionales de Enfermería con capacitación específica para trabajar en una UCI".

La anestesia y la sedación dentro y fuera de quirófano, junto con los cuidados intensivos y el manejo del dolor son las competencias centrales de los anestesiólogos, que García Fernández enumera casi de corrido. Sin embargo, puntualiza el recién elegido presidente de la Sedar, "estas dos últimas áreas de actuación, tan características de la especialidad como el resto, no son bien conocidas, incluso entre otras especialidades médicas no quirúrgicas".

El principal 'handicap' no es tanto la falta de anestesistas como la de enfermeras

Ahí se explica el objetivo prioritario de la junta directiva que preside García Fernández de dar más visibilidad a la especialidad... entre la ciudadanía, pero también entre colegas de otras especialidades. Y el primer paso para conseguir esa deseada visibilidad es saber con certeza cuántos anestesiólogos ejercen en el SNS, dónde lo hacen y en qué condiciones. A todas esas preguntas tratará de responder el censo oficial de la especialidad que la directiva de la Sedar quiere elaborar de forma detallada en los próximos meses. 

De momento, y a falta de datos concretos, García Fernández aventura que el número total de especialistas que ejercen actualmente en el Sistema Nacional de Salud se sitúa entre 8.000 y 9.000. "Somos, sin duda, el servicio más numeroso de los hospitales españoles".

Los datos avalan el papel de Anestesia contra la covid. Sus unidades críticas pasaron de 72 a 97 y los especialistas destinados a ellas de 765 a 2.000. coronavirus Off Covadonga Díaz. Oviedo Profesión Profesión Off

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