El Colegio Oficial de Médicos de Madrid ha difundido un comunicado en el que deja clara su postura en relación a la polémica sobre la objeción de conciencia a practicar abortos, que motivaron las declaraciones de la ministra de Igualdad, Irene Montero.
Montero defendió la necesidad de una regulación de la objeción de conciencia sanitaria a las interrupciones voluntarias del embarazo para poder asegurar que esta prestación se realice en centros de la sanidad pública y evitar así la derivación de las mujeres a clínicas privadas. Sin embargo, la ministra de Sanidad, Carolina Darias contradijo a Montero y aseguró que el Gobierno no está planteando una regulación de la objeción de conciencia en esta dirección. También el Consejo General de Colegio Oficiales de Médicos (OMC) se pronunció en contra de la propuesta de la ministra de Igualdad.
Pues bien, ahora el Colegio de Médicos de Madrid ha asegurado que con las declaraciones de Montero se produce un "menoscabo del derecho constitucional" del médico y a su código de conducta, "al pretender limitar el derecho al legítimo ejercicio de la objeción de conciencia".
"Nuestra sociedad no puede permitir un ataque a los derechos fundamentales de este calibre, sin antes hacer una profunda reflexión. Es preciso que todos pensemos en las graves implicaciones que se derivan de inmiscuirse en la libertad de conciencia ya que podrían alterar todo el sistema de libertades reconocido en la Constitución y en las leyes", han apuntado en su comunicado.
Según apunta la institución de médicos de Madrid en su comunicado "la objeción de conciencia del médico, en el ejercicio de la libertad individual, es garantía de que en todo su quehacer siempre estará presente procurar el mejor bien del enfermo. Todos somos alguna vez pacientes, también los médicos, y queremos ser atendidos por profesionales que actúen en conciencia".
La defensa de la objeción del médico, según apuntan, "se ampara en los sólidos y bien fundamentados argumentos que se encuentran en el documento que sobre la materia aprobó por unanimidad en su reunión plenaria del 15 de julio de 2021 el Comité de Bioética de España, así como en el informe presentado en el mismo mes por la Comisión Deontológica del ICOMEM sobre el registro de objetores".
"El ejercicio de la objeción de conciencia debe ser libre, confidencial y aplicarse de forma sobrevenida"
Recuerdan que el artículo 32 del Código Deontológico del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos reconoce que la objeción de conciencia del médico es un "presupuesto imprescindible para garantizar la libertad e independencia de su ejercicio profesional". Además, advierten que "no es solo una exigencia ética sino también constitucional".
El Colegio, señala que, "acoge de buen grado todas las comunicaciones de objeción de conciencia, no tanto para registrarlas sino para sostener y proteger al médico en su actuar, transmitiéndole que en toda su actividad clínica tendrá el apoyo institucional en el ejercicio de este derecho insoslayable a la objeción".
Derecho fundamental
La objeción de conciencia -mantienen en su argumento- es "un derecho fundamental" reconocido internacionalmente en la Carta Europea de Derechos Humanos. De modo que "ninguna normativa disruptiva ni leyes ideológicas oportunistas pueden regularlo y mucho menos limitarlo o condicionarlo". En este sentido recuerdan lo que ha dicho el Tribunal Constitucional: no es necesario una regulación de la objeción de conciencia para ser ejercida.
"El ejercicio de la objeción de conciencia debe ser libre, confidencial y aplicarse de forma sobrevenida, “ad casum”, en las circunstancias, lugar y tiempo del caso concreto que se plantee. Sólo así el médico dispone de todos los elementos clínicos y personales que concurren en cada caso para enjuiciar rectamente una situación concreta en una persona y tiempo concretos, y decidir en conciencia la aplicación o no de una terapia o petición de cada paciente".
En todos los casos, apuntan desde el Colegio de Madrid "haya o no objeción de conciencia, el médico debe siempre acompañar al paciente hasta el final y a lo largo de todo su padecimiento, atendiéndole en todo lo que no es motivo de su objeción y proporcionándole una atención médica y humana de calidad".
Poner trabas a la objeción de conciencia sin escuchar a los profesionales sanitarios es amordazar a los que piensan distinto, comprometiendo la libertad del profesional y es un ataque frontal a la relación de respeto y confianza entre médico y paciente, que es patrimonio intangible de la humanidad.
En la conclusión del comunicado, los médicos de Madrid sentencian: "No podemos tolerar una injerencia ilegítima en el ejercicio de la Medicina. Rechazamos la contraposición, artificialmente creada, entre el derecho a la objeción de conciencia que cualquier medico puede ejercer, con el derecho a la atención sanitaria de cualquier ciudadano. El Colegio de Médicos de Madrid manifiesta públicamente su firme compromiso de aplicar, mantener y reforzar todos y cada uno de los principios y valores de la profesión médica".
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