Las enfermeras están 24 horas con los pacientes y ello les ocasiona mucho desgaste emocional. Algunas, incluso, padecen fatiga por compasión, un síndrome específico de sanitarios que afecta mucho más a estas profesionales debido al estrés generado al estar en contacto con pacientes que se hallan en estado de profundo dolor. Lo cierto es que esta pandemia ha venido a agravar esta situación y cada vez son más los profesionales de Enfermería que sufren una gran carga de ansiedad, estrés y desgaste emocional por su labor contra la pandemia y también por el contexto de precariedad laboral en la que tienen que ejercer. De hecho, antes de la pandemia, ocho de cada diez enfermeras ya reconocían sufrir estrés y la mitad padecer el síndrome del profesional quemado (burnout).
Ante esta situación, Satse denuncia que las diferentes administraciones públicas "han abandonado a su suerte" a los profesionales sanitarios, que se han visto gravemente afectados a nivel psicológico por su labor asistencial y de cuidados durante la pandemia, al no haber implantado gabinetes de apoyo especializados en los propios hospitales, áreas de AP o en los centros sociosanitarios.
"Transcurridos cerca de dos años desde el inicio de la pandemia, no se han puesto en marcha los programas y gabinetes de apoyo necesarios para dar respuesta a las necesidades de atención psicológica de los profesionales sanitarios que han sufrido durante muchos meses una gran carga de sufrimiento, ansiedad, estrés y desgaste emocional por su labor sin descanso contra la pandemia del covid-19", aseguran desde el sindicato enfermero.
Desde la Asociación Española de Enfermería de Salud Mental (Aeesme) explican que la solución no está en crear gabinetes de apoyo específicos para estos profesionales. "El propio sistema debe abordar esta situación. Las administraciones públicas son poco sensibles a estas situaciones y no ven que las personas tengan que estar en las mejores condiciones", asegura Francisco Megías Lizancos, su presidente.
En su opinión, lo ideal sería atender a los profesionales desde un punto de vista preventivo y de apoyo emocional. "Los gerentes deberían crear espacios de encuentro donde espontáneamente dichos profesionales se puedan reunir durante su jornada laboral para hablar de las cuestiones que ocurren en el trabajo. La idea es entablar relaciones de ayuda mutua entre los servicios y profesionales, y ello lo tienen que propiciar los gestores con estos espacios de confort donde esas personas se reúnan para para hablar y mejorar su situación".
Megías Lizancos recuerda, además, que el desgaste emocional actual de las enfermeras también lo está provocando la propia Administración. "Tiene que haber un mimo por parte de los gestores a la hora de establecer turnos y libranzas. De esta manera también se estaría previniendo ciertas patologías, como la depresión, en un futuro".
- “Desde los centros y servicios no se está haciendo lo suficiente en pro de la salud mental de las enfermeras”
- Más formación en el grado para minimizar el impacto emocional del estudiante que participe en futuras pandemias
- “La pandemia ha agudizado las adicciones y los comportamientos violentos en adolescentes”
- Las enfermeras tienen el doble de probabilidades de suicidarse que las mujeres en general
Mella en la salud emocional y psicológica
El sindicato de Enfermería subraya que las enfermeras y el conjunto del personal sanitario han ido soportando, ola tras ola, innumerables situaciones de dolor, sufrimiento, impotencia y, en muchas ocasiones, de muerte, lo que, sin duda, ha hecho mella en su salud emocional y psicológica.
“Se trata de profesionales preparados y acostumbrados a lidiar con las consecuencias de cualquier proceso o enfermedad que tengan las personas a las que atienden y cuidan, pero lo vivido en estos meses de pandemia, por su especial intensidad y virulencia, no tiene precedentes”, explican.
Ante esta realidad, y salvo algunas iniciativas y programas de apoyo concretos y puntuales, Satse incide en que las distintas administraciones competentes han incumplido su compromiso de atender y cuidar a sus profesionales al no ofrecerles los recursos y asistencia necesaria para paliar los efectos de un problema cuya magnitud y gravedad puede ir a más con el paso de los meses, según aseguran estudios y expertos.
El sindicato recuerda que existen ya numerosos estudios, tanto a nivel nacional como internacional, que constatan el deterioro a nivel psicológico sufrido por el conjunto de los profesionales sanitarios, incluyendo depresión, ataques de pánico y estrés postraumático como los trastornos más comunes por las especialmente difíciles y penosas condiciones sufridas durante meses en sus respectivos centros de trabajo.
Asimismo, una encuesta realizada recientemente por Satse concluye que la gran sobrecarga y tensión laboral sufrida por las enfermeras durante la pandemia ha supuesto un notable empeoramiento de su salud a nivel psicológico. "Siete de cada diez profesionales reconocieron sufrir el síndrome del profesional quemado y estrés casi nueve de cada diez. También el agotamiento emocional, la ansiedad, el temor o la angustia afecta a la práctica totalidad de estos profesionales".
via Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/3ofW15m
No hay comentarios:
Publicar un comentario