Entre un 30% y un 50% de las muertes por parada cardiorrespiratoria se producen antes de llegar al hospital, dato importante a recordar en el Día Mundial del Corazón, que se celebra cada 29 de septiembre. "Hay que actuar en los primeros 2 o 3 minutos. Para ello, conocer dónde hay un desfibrilador es fundamental", asegura Ignacio Fernández Lozano, portavoz de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), que destaca el papel de las farmacias, "puntos fundamentales del sistema sanitario" y considera fundamental unificar todas las iniciativas en un plan nacional de reanimación cardiopulmonar que nos haga llegar al mismo nivel que "la Europa civilizada. Alemania tiene 15 desfibriladores más implantados por millón de habitantes que España".
Lo mismo piensa Franc Capdevila, titular de la Farmacia Sarrià de Barcelona, que en agosto de 2017 salvó a una persona gracias al desfribrilador que tiene instalado en su botica desde 2014: "Mi padre se había muerto de un infarto semanas antes de que yo atendiera a esta persona. Mi intervención con este hombre, que estaba en la puerta de la farmacia, fue algo desagradable pero, al mismo tiempo, muy gratificante; ver que una persona se te está muriendo delante, con la cabeza que se va poniendo negra, no lo había visto nunca. Tenía hecho el curso de reanimación cardiopulmonar (RCP) del COF y no me lo pensé. Llevé yo la iniciativa", aunque contó con la colaboración de un guardia urbano, según explica a este medio.
Capdevila, que también es instructor de buceo y realiza cursos de RCP, explica que es muy importante actuar con rapidez: "Al principio, pensé que estaba borracho, pero pronto me dí cuenta de que no. Paró un coche de la guardia urbana de Barcelona, que llevaba el insuflador de aire, y así no le tuvimos que hacer el boca a boca. Yo puse el desfibrilador, y le revivimos después de dos descargas y tres series de reanimación cardiopulmonar manuales; cada dos minutos se hace una descarga y, entre descarga y descarga, reanimación".
"Yo tengo un desfibrilador semiautomático, pero los automáticos lo hacen todo; sólo hay que tener una precaución: no tocar al individuo mientras calcula la masa corporal" (Franc Capdevila, farmacéutico)
Capdevila comenta que, a raíz de este episodio, que se hizo viral, ya hay un desfibrilador en cada coche de la guardia urbana de Barcelona: "Se dieron cuenta de que sólo con el insuflador no hacen nada". En este sentido, el portavoz de la SEC indica que "policías, barrenderos, conductores de la EMT... deberían llevar un desfibrilador externo automático (DEA)". Y añade que el problema está en que "todo el mundo hace algo, pero de forma dispersa: Cruz Roja, farmacéuticos, ayuntamientos, Summa... Pero lo que hacemos como país no funciona. Necesitamos un plan de RCP que agrupe todo: formación, educación, escuela, policía, farmacia... Como Alemania y Holanda, que tienen un plan".
"Aparte de farmacéuticos, también deberían llevar un desfibrilador policías, barrenderos, conductores de la EMT... " (Ignacio Fernández, portavoz de la SEC)
Asó lo cree también Capdevila: "La reanimación cardiopulmonar no puede depender de cada uno. No todo el mundo puede gastarse aunque sea 1.500 euros en un desfibrilador de chichinabo" (el suyo le costó 5.000 euros). "Tiene que haber un plan nacional, respaldado por el Ministerio de Sanidad. Y no sólo en los ambulatorios. Qué mejor distribución geográfica de establecimientos sanitarios que las farmacias, que estamos en todos los pueblos de España y a 250 metros, como mínimo, en cada gran ciudad".
En cuanto al coste de los DEA, argumenta que también pueden encontrarse soluciones para sufragarlo: "No es lo mismo comprar un desfibrilador que 20.000. Podría hasta concretarse un precio, de tal manera que una parte la paguen las farmacias y otra las administraciones. El gremio de los farmacéuticos es muy colaborativo y no creo que hubiera problema". Asegura que antes, a través de la Consejería de Salud de Cataluña, el COF de Barcelona y empresas privadas, fue gratis durante un tiempo en farmacias situadas estratégicamente; "pero esta concesión se acabó; yo tenía quede devolver este desfibrilador, que es de alta gama, y decidí comprarlo, porque considero que debemos tenerlo. Hice un desembolso de 5.000 euros".
Sobre el mantenimiento de los DEA, este farmacéutico de Barcelona explica que "no requiere ningún cuidado técnico, pero cada cuatro años hay que cambiar la batería, con otro paquete de electrodos. Cuando haces una descarga, podrías reanimar a otra persona, pero ya no es 100% seguro". Aunque la farmacia esté cerca de un ambulatorio, piensa que haría falta que estuviera en todas partes, porque "a partir de los 2 minutos ya se mueren las neuronas del cerebro. Tendrían que enseñar a utilizarlo en la escuela, para que todo el mundo sepa manejarlo. Yo tengo un desfibrilador semiautomático (DESA), pero los automáticos lo hacen todo; sólo hay que tener una precaución: no tocar al individuo mientras el desfibrilador está calculando la masa corporal para darle una determinada descarga. No sé lo que cuestan los automáticos, pero una vida humana vale mucho más que 5.000 euros".
Sobre la facilidad del empleo de los DEA, Fernández Lozano comenta que "lo sabe usar hasta un niño de 7 años", aunque sí subraya que la formación nunca está de más, pero la tecnología ayuda: "Ahora hay DEAS que te hablan, con instrucciones vocales".
Telefónica y Fundación Hefame, con las farmacias
Coincidiendo con la celebración del Día Mundial del Corazón, surgen iniciativas privadas como la anunciada por la Fundación Hefame y Telefónica. Ambas han llegado a un acuerdo para facilitar un Servicio Integral de Cardioprotección, denominado H+ Cardioprotección, a las 5.500 farmacias de Hefame distribuidas por la Comunidad de Madrid, Cataluña, Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Murcia y Andalucía. Se ofrecerá a través del departamento de Servicios H+ de Hefame y permitirá convertir a las farmacias en espacios cardioprotegidos.
Facilitarán desfibriladores a 5.500 farmacias de Madrid, Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Murcia y Andalucía
El nuevo servicio incluye la instalación de dispositivos de desfibriladores de última tecnología en las farmacias. En caso de emergencia cardíaca, el desfibrilador realiza, inmediatamente y de forma automática, un examen médico del estado de salud de la persona afectada y, si detecta que se ha producido parada cardíaca, el desfibrilador administrará una descarga eléctrica capaz de restablecer el ritmo cardíaco normal de la víctima y envía una llamada al 112. En caso contrario, el desfibrilador inteligente informa de que no es necesaria la descarga e indica las pautas a seguir.
Este servicio incorpora también asesoramiento sobre la ubicación más idónea del desfibrilador en cada farmacia, formación a los profesionales de las farmacias en el uso de la herramienta y en técnicas de reanimación para saber cómo actuar en cada caso, siguiendo los protocolos establecidos en cada comunidad autónoma, señalización y certificación de la farmacia como ‘espacio cardioprotegido’ o mantenimiento y conservación los 365 días del año, entre otros.
'Piloto' de farmacias cardioprotectoras en Madrid
A su vez, la Comunidad de Madrid va a comenzar en octubre un piloto de farmacias cardioprotectoras, gracias a una iniciativa conjunta del COF de Madrid, la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid, la Asociación Farmacéutica por la RCP y la desfibrilación precoz y la Federación de Municipios de Madrid (FMM).
Esta iniciativa tuvo un impulso importante el pasado mes de julio en un curso de verano organizado por la UCM en El Escorial, bajo el título El papel de la farmacia comunitaria en las emergencias sanitarias extrahospitalarias, donde ya se impartió formación a los asistentes.
"El objetivo es comenzar por las farmacias más desfavorecidas y enclavadas en el medio rural" (Raquel Casado, COF de Madrid)
Raquel Casado, vocal del COF de Madrid, es la responsable de seleccionar a las primeras farmacias que formarán parte del piloto, cuyo objetivo es "comenzar por las farmacias más desfavorecidas y que estén enclavadas en el medio rural, además de estar situadas en las zonas más alejadas, en distancia o en tiempo, del centro de salud más cercano". Aparte de que estas farmacias sean de las más alejadas, han de ser únicas en el municipio; es decir, las zonas que cuentan con menos medios sanitarios. "De llevarse a cabo con éxito, se extenderá a todos los municipios y farmacias de la Comunidad de Madrid, tanto rurales como urbanas", añade.
Casado comenta que, además, el ciudadano no conoce exactamente dónde hay un desfibrilador, ni tampoco todo el mundo sabe utilizarlo, por lo que su disponibilidad en las farmacias sería de gran ayuda.
A su vez, Luis González Díez, presidente del COF de Madrid, va más allá y señala que “en función de los resultados de este prometedor y necesario proyecto, pues actualmente hay muy pocas farmacias cardioprotectoras (es decir, si funciona), se hará extensivo a todas las comunidades autónomas del país. Desde el COF de Madrid nos congratulamos de ser la avanzadilla en este ámbito, por el bien de nuestra población”, subraya.
Fernández Lozano afirma que la SEC dispone de una aplicación, Ariadna, para localizar desfibriladores: "Hicimos un listado y cruzamos los datos con los DEA registrados de la Comunidad de Madrid, y vimos que había pocos pueblos sin cubrir". Al hilo de esto, comenta que Gerona sí que consta de un DEA en cada municipio, gracias a un plan de la Diputación.
Junto a la iniciativa del COF de Madrid, otros COF pusieron en marcha también proyectos de farmacias cardioprotegidas, si bien a nivel provincial, como el acuerdo del COF de Málaga con la Fundación España Salud firmado el pasado mes de agosto, acuerdo que también firmó el COF de Madrid en otro momento. Y las farmacias de Barcelona forman parte desde 2014 del proyecto Barcelona, ciudad cardioprotegida. Un año después, en 2015, se presentó también el programa Red de Farmacias de Sevilla Cardioaseguradas.
Eso sí, a la hora de destacar una provincia, Fernández Lozano nombra Gerona, en casi todos los casos de personas salvados por el empleo de un DEA; quien lo ha utilziado no lo había usado antes.
Un RD de 2009 "insuficiente"
España cuenta desde 2009 con un Real Decreto (RD 365/2009, de 20 de marzo) por el que se establecen las condiciones y requisitos mínimos de seguridad y calidad en la utilización de desfibriladores automáticos y semiautomáticos externos fuera del ámbito sanitario. Sin embargo, Ignacio Fernández Lozano, portavoz de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), explica a este medio que "no funcionó, porque fue general y, a partir de ahí, las comunidades autónomas empezaron a legislar".
En este sentido, subraya el buen hacer de algunas comunidades, entre las que destaca Madrid, aunque no lo publicó hasta 2017: "Es una de las que lo tiene mejor regulado, aunque estuvo muchos años sin decreto; no pone limitaciones a ningún negocio que quiera poner un DEA. Si ya hubiera añadido a las farmacias, financiándolo, hubiera estado genial". También destaca el tercer decreto de Andalucía (el primero establecía unos requisitos demasiado restrictivos, según explica Fernández Lozano) y el último de Cataluña.
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