El liderazgo clínico orientado a la salud es una constelación de competencias, habilidades y actitudes, con un creciente reconocimiento en el ámbito de los servicios de salud internacionalmente. El liderazgo en si mismo con frecuencia no es bien comprendido y como consecuencia su estudio y desarrollo está ausente. Sin embargo, cada vez existen más escenarios en los que la ausencia de un liderazgo orientado a la salud se pone de manifiesto. Algunos de estos escenarios son la cronificación de enfermedades y envejecimiento de la población; la pandemia covid-19 y el exponencial desarrollo de la tecnología. En estos escenarios se genera la necesidad de resolver conflictos, integrar cambios rápidamente, manejar la incertidumbre y la ambigüedad. Los pacientes experimentan disminución en la calidad de la asistencia consecuencia de equipos con constante deterioro de sus condiciones sociolaborales.
La ausencia de una cultura de liderazgo colaborativo y orientado a la salud en el personal médico agrava la ausencia de soluciones y promueve el empeoramiento de las condiciones. La falta de implicación en estas soluciones se comprende desde la ausencia de formación en liderazgo y advocacy de los profesionales. Este fenómeno ocurre a nivel internacional, sin embargo, en los últimos 15 años la consciencia colectiva médica sobre esta falta de educación en liderazgo ha generado propuestas y nuevos compromisos, particularmente en países anglófonos. Con este cambio de rumbo se impacta positivamente no solo la esfera asistencial y de investigación, sino también las dimensiones sociales y políticas. La investigación sugiere que un modelo de liderazgo clínico colaborativo genera profesionales de salud más comprometidos, con mejor desempeño profesional, mejor afrontamiento a la adversidad y optimización de los cuidados y tratamientos que reciben los pacientes.
El liderazgo clínico se concibe en los escenarios de primera línea de atención, contrario a la tradicional concepción de liderazgo distante desde la gestión y dirección ejecutiva. Esto enlaza con la idea de que el modelo de liderazgo clínico que se puede experimentar en un servicio es responsabilidad de todos. Las competencias necesarias para que los profesionales puedan encarnar el líder que representan, han sido estudiadas en profundidad y se identifican como la base para desarrollar un modelo clínico colaborativo que inspire una cultura de humanización sostenible.
La innovación puede ser clave para prevenir el burn-out
Los clínicos tienen una influencia mayúscula en la atención sanitaria. Tienen el poder de reducir el costo de la atención y mejorar los resultados y la satisfacción de los pacientes, así como de desarrollar y aplicar estrategias de atención innovadoras. Sin embargo, muchos médicos se sienten desconectados de las decisiones que se toman en sus organizaciones y que tienen un impacto directo en la atención y, a veces, consideran que sus observaciones sobre la atención actual y las innovaciones para el futuro no se valoran por completo.
La innovación puede ser clave para prevenir el burn-out. Los líderes médicos deben inspirar a los gestores y directivos para que realicen cambios, en lugar de sufrir pasivamente. "Si no te gusta, hazlo mejor", dice la encuesta de One Insights Council revela que la iniciativa más eficaz en involucrar a los médicos es involucrarlos en la toma de decisiones organizacionales. En lugar de ser víctimas del sistema, los médicos deberían poder encontrar placer en su profesión.
El diseño crítico del pensamiento más la toma crítica de decisiones son dos métodos que se pueden utilizar para mejorar los entornos laborales "en lugar de continuar en una rutina insostenible". Los equipos médicos deben inspirarse para crear nuevos diseños operativos para resolver problemas y solucionar conflictos en su práctica diaria. Además, deben recibir las herramientas y la oportunidad de ir a través de un proceso iterativo para operacionalizar e implementar el diseño. Por ejemplo, si alguien encuentra una solución inteligente a un problema dentro del servicio, la organización debe tener una forma de estandarizar esa innovación, difundir esta información y ahorrar tiempo y frustración para todos los demás que puedan necesitar la misma solución.
En lugar de ser víctimas del sistema, los médicos deberían poder encontrar placer en su profesión
La crisis actual que vivimos no podemos analizarla únicamente con la óptica de la covid-19, sino que debemos prestar atención a la tecnología, dinámica social, dilemas éticos e incluso una nueva conciencia colectiva. Algunos describen todo lo anterior como una 4ª. revolución industrial en la historia de la humanidad. Hoy más que nunca el principal reto que tenemos los médicos es humanizar la experiencia que viven no solo los pacientes, sino el mismo equipo profesional potenciado con ello un marco de valores para i+D. Humanizar a través de un modelo de liderazgo clínico colaborativo. Liderar cuidando.
En estos escenarios se genera la necesidad de resolver conflictos, integrar cambios rápidamente, manejar la incertidumbre y la ambigüedad. Se ha descrito ampliamente en la literatura que estas necesidades pueden ser abordadas desde el liderazgo orientado a la salud con resultados positivos.
Propuesta
Nuestro equipo desarrolla un Modelo de Liderazgo Clínico Innovador Basado en el Autocuidado (en inglés Climbs: A Clinical Leadership Innovative Model Based on Selfcare), el cual es una intervención docente con el objetivo de mejorar la calidad asistencial a través de la promoción de la salud de los profesionales basada en el liderazgo clínico colaborativo.
Esta hipótesis se intentará demostrar con un estudio cuasi-experimental desarrollado paralelamente a la acción formativa. CLIMBS es una experiencia de aprendizaje basada en dos pilares: el ejercicio físico como uno de los elementos trascendentes del autocuidado y el desarrollo de competencias de liderazgo compasivo, colaborativo y resiliente aplicado al ámbito clínico. CLIMBS surge del encuentro de los resultados de la investigación en los ámbitos del liderazgo, autocuidado, promoción de la salud y el rendimiento físico. Su valor se basa en el entendimiento de que los sistemas dinámicos complejos están en constante evolución y aprendizaje de nuevos métodos y recursos para dar respuesta a los retos en múltiples escenarios clínicos y académicos.
El estudio CLIMBS se basa en la Complex Intervention Methodology (2019), desarrollada por el Medical Research Council (Reino Unido). Utiliza recursos metodológicos de la investigación cualitativa y cuantitativa. La muestra está conformada por médicos nefrólogos y enfermería renal. La intervención consiste en un programa de formación sobre liderazgo clínico colaborativo adaptado a la Nefrología. Su duración es de 45 horas distribuidas en 6 talleres (12 sesiones). La pedagogía se basa en la teoría de aprendizaje experimental de D. Kolb (2007). Participan tres equipos, el primero recibe un programa docente de liderazgo clínico y prácticas de autocuidado basado en la prescripción de ejercicio físico. El segundo, recibe la formación del programa docente de liderazgo clínico sin la prescripción de ejercicio físico. El tercero, es el grupo control.
El estudio ha recibido la aprobación del Comité de Ética de Investigación del Hospital de Bellvitge con Ref. PR237/21 (CSAPG-21). El programa formativo ha sido acreditado por la CFC con 6,9 créditos. Tanto el estudio como el programa formativo ha sido avalado por la Sociedad Española de Nefrología, y se enmarca en el programa de Doctorado de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Barcelona, tutoría y dirección del Dr. Julio Pascual Santos y la co-dirección de la Dra. Noemì Sansó Martínez de la Universidad de Islas Baleares. El análisis estadístico a cargo de la Dra. Laura Galiana de la Universidad de Valencia. El centro promotor y financiador es el Consorci Sanitari Alt Penèdes-Garraf, bajo la coordinación de la Dra. Itziar Navarro Zorita. Los investigadores y docentes son el Dr. Juan Pablo Leiva y el Dr. Alejo Candocia Recarey, ambos del Hospital Manacor. Participan los equipos de nefrología del Hospital del Mar, Barcelona y el Hospital Dr. Peset, Valencia.
Para dejar un legado digno de las futuras generaciones, debemos acompañar el imparable desarrollo y expansión de la tecnología con la humanización y cultivo de compasión de los equipos profesionales sanitarios, promoviendo una asistencia clínica sostenible y saludable en todas sus esferas: física, mental y social.
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