El burnout entre los médicos de Familia se multiplicó por 10 durante la pandemia. Esta está una de las principales conclusiones de un estudio transversal, descriptivo y multicéntrico liderado por Juan José Montero, miembro de la Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria (Camfic), y colaboradores del Observatorio de la Medicina Familiar y Comunitaria en el Maresme (OMFaM), que ha evaluado el impacto de la pandemia sobre el burnout profesional.
Durante los meses de octubre y de noviembre de 2020, 84 participantes (que representan el 25% de los médicos y médicas que trabajan en 23 equipos de 4 proveedores asistenciales) llenaron el formulario diseñado específicamente para el estudio (basado en 22 ítems) y distribuido por correo electrónico.
El nivel de burnout de los 84 participantes alcanza el 58.3%; este es un dato significativo teniendo en cuenta que el mismo observatorio el año 2016, con 82 encuestados, mostró un burnout de un 6%, y en 2019 un 11%.
La escala que analiza el burnout analiza tres dimensiones: agotamiento emocional, despersonalización y poca realización profesional. Y de hecho, en la encuesta actual de 2020, un 78,5% presentan niveles altos de burnout en agotamiento emocional y el mismo porcentaje en despersonalización, seguido muy de cerca con un 73,8% de en realización profesional.
Un 75% son mujeres, el 40% tienen más de 50 años. El 82% tienen formación MIR y el 80% tienen hijos. Un 30% no hacen guardias, un 20% las hacen de forma ocasional y un 50% hacen habitualmente. Un 52% hacen deporte de forma regular, y el 60% considera que duerme bien. Un 15% de los encuestados ha sido resituado en otro servicio dentro del mismo centro de trabajo para hacer frente a la crisis de la covid-19.
Un 36,9% piensa dejar la profesión y un 62% al cambiar de centro (dentro de Cataluña (43%), a otra comunidad autónoma (9,5%) o fuera de España (9,5%).
En el período de la encuesta, el 75% de los equipos tenían al menos un médico de baja laboral. Analizando una posible relación entre las dos variables dormir bien y dejar la profesión, y el nivel de burnout, se observa que a peores niveles de burnout, peor se duerme y se tiene más ganas de dejar la profesión.
Datos nunca descritos hasta el momento
Por todo ello, Montero explica que "estamos ante unos datos de burnout nunca descritas hasta el momento y muy por encima de lo que conocíamos hasta ahora. Nosotros, hemos constatado que los niveles de burnout en el territorio se han multiplicado por 10 (teniendo en cuenta que el 40% son los mismos profesionales el 2016 que en 2020 y que el criterio diagnóstico es el más estricto que se puede utilizar). Pensamos que podríamos extrapolar estos datos a muchos otros territorios de Cataluña. Conociendo las repercusiones asistenciales que se pueden derivar para el ejercicio profesional, con este estudio podemos afirmar que han saltado las alarmas y que la población está en riesgo. Todos juntos, debemos actuar para que el médico y la médica que están quemados están expuestos a más errores médicos, más absentismo y una baja productividad".
Este Observatorio es una iniciativa impulsada desde la Camfic y la sección colegial del Colegio de Médicos de Barcelona (COMB) que reúne un grupo de médicos de Familia que de forma voluntaria y estable participan en el Observatorio. Son profesionales del territorio de 23 centros de salud que pertenecen a 4 proveedores de salud (Instituto Catalán de la Salud, Consorcio Sanitario del Maresme, Corporación de Salud del Maresme y la Selva y Badalona Servicios Asistenciales). En todos estos centros trabajan alrededor de 350 médicos / SSES.
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