"Para garantizar las condiciones de calidad, seguridad y equidad de acceso a la telefarmacia los organismos competentes de las comunidades autónomas deben articular normas y procedimientos que favorezcan el desarrollo uniforme de estas actividades de telemedicina, dotando no sólo de los medios tecnológicos y humanos necesarios sino facilitando el acceso de los pacientes a estas tecnologías para reducir la brecha digital y mejorar las competencias tecnológicas. Las actividades de telefarmacia, como cualquier otra actividad englobada en el ámbito de la telemedicina, debe de realizarse con las mismas garantías que se realizan de forma presencial".
Así opinan Juan Enrique Martínez de la Plata, presidente de la Sociedad Andaluza de Farmacéuticos de Hospitales y Centros Sociosanitarios, y Begoña Tortajada Goitia, delegada de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria en Andalucía, ambos ponentes de una jornada sobre telefarmacia organizada por la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP) y que se están celebrando hasta el 11 de diciembre.
Como explican estos expertos en una entrevista concedida a CF, recientemente se ha publicado el posicionamiento de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) sobre qué es la telefarmacia, que definen como la orientación de una práctica farmacéutica a distancia a través del uso de las tecnologías de la información y la comunicación. Así, recuerdan que en el ámbito hospitalario se consideran actividades de telefarmacia la gestión y distribución de medicamentos, validación terapéutica, documentación clínica, teleconsulta de atención farmacéutica, seguimiento farmacoterapéutico telemático de los pacientes, formación e información sobre medicamentos, tanto a los pacientes como a los profesionales sanitarios, coordinación entre profesionales sanitarios a nivel intra y extrahospitalrio, dispensación y entrega de medicamentos, así como cuantificación y análisis de resultados en salud. "La telefarmacia, por tanto, incluye no sólo las actividades relacionadas con la entrega de medicación -aclaran- sino el desarrollo de actividades de práctica farmacéutica clínica utilizando las tecnologías a nuestro alcance, como por ejemplo, la atención farmacéutica no presencial que acompaña a las actividades de entrega de medicación".
Según estos farmacéuticos especialistas, el equipo clínico, en el que participa el farmacéutico hospitalario, "será el encargado de valorar aspectos sobre la situación clínica y farmacoterapéutica así como la situación personal del paciente (su autonomía o dependencia, brecha tecnológica, etc.) y comprobar que el paciente es candidato a participar en el programa de telefarmacia". Y dejan claro que en ningún caso irá dirigida a grupos concretos de patologías o circunstancias personales concretas.
Respecto al paciente candidato, afirman que debería presentar una situación clínica y un régimen terapéutico estable de baja complejidad en los últimos meses y con una buena adherencia, y, una vez informado, debe dar su consentimiento para recibir atención farmacéutica no presencial a través de teleconsulta con los medios disponibles.
Tecnología y logística
Para Martínez de la Plata y Tortajada, la telefarmacia debe integrarse "dentro de las aplicaciones de telemedicina que se desarrollen en el hospital". En este sentido, consideran que, de cara a mejorar las competencias digitales de los pacientes, "es necesario desarrollar actuaciones que ayuden a pacientes y profesionales a mejorar sus capacidades en este ámbito, de esta manera, cada vez más personas podrán beneficiarse de este seguimiento coordinado".
Y en cuanto a aquellas actividades que implican la entrega informada de medicación en el entorno del paciente, creen que es necesaria una "organización logística que garantice la custodia, transporte, conservación y entrega en condiciones adecuadas de la medicación con el estricto cumplimiento de la legislación en materia de privacidad". En su opinión, "esta segunda parte es la que puede suponer una mayor inversión, puesto que es una prestación que responde a nuevas necesidades tanto materiales como de personal especializado, que no estaban contemplada en los presupuestos". A su juicio, para hacer un análisis completo se deberían tener en cuenta los costes directos e indirectos. "Se debería analizar -continúan- el impacto que tienen estas actividades de telefarmacia en los resultados en salud al favorecer un seguimiento más estrecho de los pacientes y en la conciliación laboral de los pacientes y cuidadores en muchos de los casos".
Acciones concretas
Como adelantan a CF, desde la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria se va a trabajar para armonizar la atención farmacéutica telemática con la elaboración de una guía de entrevista telematica, dentro del proyecto Mapex (Mapa Estratégico de Atención Farmacéutica al Paciente Externo).
Asimimo, anuncian que tanto SEFH como SAFH están trabajando con la Subdirección de Farmacia del Servicio Andaluz de Salud (SAS) en el desarrollo de un marco común de telefarmacia que contribuya mejorar la calidad asistencial de los pacientes externos en Andalucía.
Evaluar resultados
Como apuntan estos farmacéuticos, las sociedades científicas son conscientes que para definir los próximos pasos en telefarmacia se debe evaluar los resultados de las iniciativas puestas en marcha hasta ahora. Así, afirman que se han realizado varias encuestas en el ámbito nacional y autonómico, que han puesto de manifiesto las actividades realizadas y la opinión de los pacientes. "Concretamente -dicen- este último aspecto ha sido evaluado en el estudio Enopex de la SEFH, en el que que se valoró la opinión y experiencia de los pacientes atendidos en los servicios de farmacia hospitalaria por telefarmacia durante la pandemia". En esta encuesta han participado 9.442 pacientes de 81 hospitales Españoles y arroja datos interesantes como que el 95% de los encuestados manifestó una opinión favorable respecto a las actividades de telefarmacia y un 74% dijo que les gustaría recibir en un futuro la medicación a domicilio junto con una atención farmacéutica no presencial.
Colaboración con farmacia comunitaria
Martínez de la Plata y Tortajada defienden que farmacia comunitaria y hospitalaria "deben de trabajar junto con los pacientes para identificar puntos de mejora en las actividades de telefarmacia en los que puedan colaborar de forma conjunta". Y añaden: "Debemos escuchar las preferencias e inquietudes de los pacientes y orientar nuestros esfuerzos a dar respuesta a sus necesidades con las máximas garantias para su salud".
Preparados y listos
Preguntados sobre si los servicios de Farmacia Hospitalaria están preparados para ofrecer la telefarmacia, dijeron que, al igual que los servicios médicos, "están inmersos en un cambio de modelo asistencial que incluye la dualidad virtual-presencial que se irá consolidando en los próximos años".
Tanto es así que aseguran que antes de la pandemia, "realizaban actividades de telefarmacia de algún tipo uno de cada cinco hospitales y, durante la pandemia, podemos decir que todos los hospitales, en mayor o menor medida han tenido que realizar actividades de este tipo, con el esfuerzo realizado tanto a nivel organizativo y formativo por parte de los profesionales de la Farmacia Hospitalaria".
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