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sábado, 26 de diciembre de 2020

"Debemos conocer las escalas de maltrato al anciano, no sólo las de dependencia o memoria"

Profesión
nuriamonso
Dom, 27/12/2020 - 00:00
Estudio 'Presencia'
Francisco Javier Alonso, coordinador del estudio 'Presencia' de Semergen, sobre sospecha de maltrato al anciano (José Luis Pindado)
Francisco Javier Alonso, coordinador del estudio 'Presencia' de Semergen, sobre sospecha de maltrato al anciano (José Luis Pindado)

La incidencia de maltrato entre los ancianos no institucionalizados podría ser del 12,3%, según los últimos datos preliminares del estudio Prevalencia de sospecha de maltrato a personas mayores no institucionalizadas atendidas en atención primaria (Presencia). organizado por Semergen. 

¿Qué se entiende por maltrato al anciano? "Las escalas que hemos utilizado, ya validadas, incluyen todas las posibilidades de maltrato, no sólo fisico, sino también psicológico, la falta de apoyo en los cuidados o le tratamiento del paciente, el maltrato económico, la falta de compañía...", explica Javier Alonso, coordinador del estudio.

La sospecha de maltrato detectada en esta fase del estudio ha sido del 12,3%, lo que encaja según Alonso con otras investigaciones, si bien la incidencia sería mayor en las mujeres (15,7%) que en los hombres (7,8%).

Los factores clínicos asociados al maltrato, según el estudio, son los mayores niveles de dependencia para realizar actividades de la vida diaria, y la comorbilidad, principalmente la presencia de diabetes o enfermedad renal crónica. Por otra parte, las personas mayores que presuntamente sufren maltrato manifiestan peor estado de salud que las que no.

Concretamente el cuestionario EASI (Elder abuse suspicion index) pregunta al paciente cuestiones como si tiene una buena o mala relación con el cuidador; si ha sufrido amenazas o le han obligado, por ejemplo, a firmar documentos o a dar dinero; o si se le ha privado de ciertas pertenencias o cuidado médico.

Francisco Javier Alonso, coordinador del estudio 'Presencia' de Semergen, sobre sospecha de maltrato al anciano (José Luis Pindado)
Francisco Javier Alonso, coordinador del estudio 'Presencia' de Semergen, sobre sospecha de maltrato al anciano (José Luis Pindado)

Alonso matiza que los datos son preliminares debido a que el tamaño de la muestra de momento es de 618 personas mayores, de los 2.500 que es el objetivo de Semergen. De hecho, la pandemia ha supuesto una dificultad añadida para seguir ampliando la muestra del estudio. "Con la pandemia hay menos visitas presenciales y más teleconsultas, y todo eso supone una sobrecarga muy grande en tiempo en llamadas, con lo cual hemos tenido menos tiempo para la investigación".

Además, "aunque la teleconsulta nos está ayudando en muchas cosas, para este tipo de paciente a veces es necesario el contacto visual, a veces nos falta ese contacto para conocer mejor la situación".

La edad media de los pacientes incluidos en el estudio es de 78 años, con mayoría de mujeres (el 59%) y son pacientes que presentan un alto porcentaje de polimedicación: un 16,7% consumen 10 o más fármacos, 43,8% de 5 a 9 fármacos. Un 22,33% presentaba un grado de dependencia de moderado a severo.

Hay que señalar que los hombres suelen tener una mejor percepción de la salud que las mujeres, sobre todo en aspectos como la movilidad, la ansiedad o depresión y el dolor y el malestar.

La investigación incluye un cuestionario específico para aquellos pacientes con deterioro cognitivo (50 en este momento): "Algunos de ellos presentaban déficit de cuidados en aspectos como la higiene y la nutrición, u otras evidencias sobre negligencia o cierto grado de maltrato que no se explicaban por los cuidados clínicos".

La investigación también analiza la sobrecarga del cuidador y si podría ser un factor que pudiera tener relación con el maltrato. Según Alonso, los cuidadores evaluados (unos 150) vinculados a mayores en los que se sospechaba que había maltrato mostraban más sobrecarga por el test de Zarit, bien fuera por las condiciones clínicas del paciente o por la falta de posibilidad de recibir ayuda por parte de la familia; también parece que es más importante cuando el cuidador depende económicamente del paciente.

"Aunque hay un porcentaje de de cuidadores profesionales, con retribución, tres cuartas partes son familiares, y algunos tienen que dedicar tanto tiempo a los cuidados que se ven sobrepasados por la situación y pueden no dar un trato adecuado a los mayores", explica este médico de Familia.

¿Es difícil captar pacientes para este tipo de estudios? "Al pedir el consentimiento informado, no suelen poner problema, pero en el caso de sus cuidadores, cuando les hemos pedido que participaran, sólo el 25% ha accedido". Hay que tener en cuenta de que la encuesta debería hacerse manteniendo la intimidad del paciente. "Si el cuidador se niega a salir de consulta, debemos hacerlo constar".

Alonso considera que "lo más importante del estudio es intentar conocer un poco la realidad de lo que está ocurriendo. A partir de ahí, que los médicos de Familia conozcamos los métodos y escalas de sospecha de maltrato, no sólo las de dependencia o memoria, y luego familiarizarnos con los protocolos para saber cómo actuar".   

Y es que el coordinador del estudio Presencia cree que el mayor problema es detectar estos casos es precisamente la falta de familiaridad con las escalas. "A la hora de denunciarlo, tenemos la posibilidad de hablar con los trabajadores sociales del centro de salud para que nos orienten, pues cada comunidad tiene sus protocolos; pero en caso extremo se puede denunciar ante el juzgado".

¿Cómo ha afectado la pandemia a los ancianos? ¿Ha podido incidir en un mayor maltrato, como se temía con las mujeres víctimas de la violencia de género? "Por el estudio obviamente no puedo aportar datos, pero por lo que he notado con mis pacientes, vemos mucha soledad y ganas y necesidad de comunicarse. Algunos han sufrido trastornos adaptativos, como la depresión o la ansiedad. Hemos tenido que atender con cierta frecuencia a pacientes que aparte del miedo a la enfermedad, el hecho de estar mucho tiempo en el domicilio, sin posibilidad de relación, de contactar con las personas, sin duda ha influido en su salud".

Javier Alonso, coordinador del estudio de Semergen sobre maltrato al anciano, señala que el riesgo crece cuanto mayor es el nivel de dependencia.
Off Nuria Monsó. Madrid Profesión Off

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