La Navidad es sinónimo para muchos de reencuentros familiares, comidas y cenas, regalos, vacaciones.... sin embargo, para los candidatos MIR, EIR y FIR 2022, las fiestas caen a poco más de un mes del examen, que este año se celebrará el sábado 29 de enero. ¿Es posible tomarse unos días de licencia? No sólo es posible bajar el ritmo de estudio en Navidad, sino que además muchas academias lo consideran necesario.
Luis Nieto Roca, vocal del Comité de residentes de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), explica que verano y navidades son por regla general "los únicos dos oasis de desconexión a lo largo del año académico para los estudiantes. Durante la preparación del examen MIR, EIR y FIR desgraciadamente estos oasis desaparecen, quedando reducidos a una semana en verano y días puntuales en Navidad. Tienes que incorporar el estudio a los largos días de verano y a las pocas horas de luz de las épocas navideñas".
Las fiestas navideñas coinciden con el último mes de estudio antes del examen, por lo que a los encuentros se le añade el cansancio acumulado
En su caso, se preparó en la ciudad donde vivía con su familia y no tuvo que desplazarse, pero muchos compañeros vivían lejos. "En muchos casos optaron por quedarse estudiando, lo cual no recomiendo, y otros, volvieron a casa por Navidad, si bien es cierto que con un libro del MIR debajo del brazo. De todas formas, con una buena organización, se puede disfrutar de las fiestas navideñas, especialmente de los días clave. Eso sí, sacrificando otros días de descanso".
"Por supuesto que la preparación y la Navidad son compatibles, ¡no tenemos otro remedio! Salvo en los últimos años que ha habido variación en la fecha por la pandemia, el examen MIR se realiza un mes después de las fechas navideñas. Por tanto, es imprescindible incluir en la programación de estudio en estas fechas un descanso en los días claves, pero sin olvidar la preparación el resto del tiempo", recuerda Jesús Corres, director académico de PROMIR.
Desde el equipo de docencia de la Academia AMIR señalan que las fiestas navideñas siempre suponen un momento difícil para los alumnos que se están preparando el examen MIR, EIR y FIR . "Llevan muchos meses de largas jornadas de estudio, haciendo un esfuerzo enorme por mantener el ritmo que supone la preparación y, además del cansancio acumulado, en estas fechas se une el tener que compaginarlo con reuniones familiares, reencuentros, etc. El hecho de tener el MIR a la vuelta de la esquina hace que no se puedan relajar estos días y deban continuar con el estudio".
No obstante, como apuntaba Corres, todos los centros de preparación suelen tener marcados en el calendario días de vacaciones para que los aspirantes puedan disfrutar de las fiestas, aunque sea en una versión 'light'... y con los manuales esperando en su mesa de estudio cuando terminen los días 'extra' de descanso.
Antonio Martín, director del claustro de CTO Medicina, considera que la forma que compatibilizar las fiestas navideñas y la preparación del examen "es precisamente no estudiando los días señalados". Se trata de la recta final "y estas fiestas para los alumnos son un verdadero revulsivo y marcan realmente el inicio de la cuenta atrás. Por tanto, que el alumno sienta el apoyo y el calor de la familia es absolutamente necesario e imprescindible".
"El cerebro debe ser capaz de hacer un completo paréntesis durante algunos días. Probablemente un paréntesis completo es imposible, pero el alumno debe intentar ocupar su cabeza durante los días clave de estas fiestas en la familia. Es un error vivir este descanso como una pérdida de tiempo. Todo lo contrario: la familia es el estímulo que necesitan para sacarles del aislamiento obligado por el estudio", argumenta.
¿Días completamente libres o de estudio 'ligero'?
Según el portavoz de CTO, hay que relativizar los efectos reales que tendría en el examen renunciar por completo a estas vacaciones: "Después de tantos meses de preparación, 4 o 5 días no suponen nada y les hemos dicho que esos días sin carga de trabajo y sin estudio deben respetarse", apunta Martín.
Aún así, hay quien puede pensar que va justo de tiempo y que mejor aprovechar todo lo que pueda antes de la señalada fecha, por ejemplo haciendo días de estudio "ligero". ¿Es buena idea?
Desde AMIR creen que no. "Siempre intentamos que el tiempo de descanso sean días completos para que el alumno pueda descansar y planificar actividades que realmente le ayuden a desconectar. Si pautamos medio día de descanso, nos encontramos en muchos casos con alumnos a los que les cuesta cerrar el manual y cambiar de actividad y por tanto, dejan de dedicar ese tiempo tan necesario para descansar".
Hay academias más partidarias de dar días de descanso absoluto y otras que dan opciones para flexibilizar el estudio
Como la mayoría de aspirantes suelen terminar sobre las 20-20:30 horas, "estos días pueden terminar de estudiar e ir a echar una mano con la preparación de la cena y disfrutar de la celebración, sabiendo que además tendrán el día siguiente, Navidad, Año Nuevo y Reyes libre para pasar el día completo en familia".
Manuel de Mergelina, R1 de Medicina de Familia en Cuenca, explica que el año pasado en su academia les dieron unos días de vacaciones en Navidad al confirmarse que el examen era marzo, cosa que agradeció porque "que necesitaba un pequeño parón". Recuerda que "había días completos de descanso y otros en los que la tarea era sólo hacer 250 preguntas y ya según el día, te organizabas".
Corres apunta que el modelo de formación de PROMIR se adapta a cada alumno y de esta forma podemos flexibilizar el horario según las necesidades y posibilidades. "Si un día no le pueden dedicar toda la jornada al estudio, el calendario se readapta para recuperar estas horas en los días posteriores", poniendo énfasis en lo esencial en la fase final. "Eso sí, el alumno tiene que conocer y estar dispuesto a ese esfuerzo extra si quiere recuperar las horas de estudio".
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