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"Insostenible", situación "agónica", "trabajo al límite", "insoportable sobrecarga", "frustración ciudadana", "deterioro asistencial"... Los adjetivos que los profesionales de la primaria aragonesa llevan meses utilizando para denunciar la situación del primer nivel asistencial se agotan, y los conductos para intentar que la Administración tome cartas en el asunto, también. El último ha sido la carta conjunta que CESM-Aragón, Fasamet y el sindicato de Enfermería Satse han elevado a la consejera de Salud, Sira Repollés, para que la Administración "deje de mirar para otro lado" y actúe.
Al margen de los problemas estructurales que aquejan al nivel y que los tres sindicatos (que reúnen al grueso de los sanitarios que ejercen en primaria) llevan meses denunciando en vano (fundamentalmente, el déficit inversor y de plantillas), los representantes de los trabajadores alertan ahora a la consejera de la situación coyuntural que se vive "en la mayoría de los centros de salud".
La nueva ola de la enfermedad y el progresivo incremento de la incidencia en la comunidad implica, según los tres sindicatos, "un notable incremento de pruebas diagnósticas y del necesario seguimiento de pacientes y contactos", tarea que recae fundamentalmente en una primaria cuyas plantillas "están cada vez más mermadas: hay una escasez estructural de personal, pero es que, además, no se han renovado los contratos de refuerzo covid en todos los estamentos profesionales".
A todo ello se suma el hecho de que el departamento de Salud Pública "ha dejado de encargarse de los casos de coronavirus surgidos en centros escolares -prosigue la carta-, lo que ha sobrecargado a los pediatras, coincidiendo con una época en la que los cuadros producidos por infecciones víricas son muy frecuentes". Según los datos de evolución de la enfermedad que el Ministerio de Sanidad actualiza a diario, Aragón tenía a fecha de ayer una incidencia acumulada a 14 días de 591,47 casos por 100.000 habitantes, casi 300 más que la media española".
Aragón, con 591,47 casos, casi duplica la incidencia media por coronavirus de España
A la sobrecarga asistencial se unen, según los sindicatos, los problemas burocráticos y de gestión derivados de esta situación coyuntural, y ahí los profesionales hacen hincapié en la aplicación informática habilitada por parte de la Administración para la gestión de las vacunas de la covid y la antigripal, "que no ha funcionado bien desde el principio y ha generado múltiples errores que han repercutido, sobre todo, en las profesionales de Enfermería". Además, la solicitud del código PIN necesario para obtener el certificado covid de vacunación "ha sobrecargado notablemente a los servicios de admisión de los centros de salud".
En este contexto, los tres firmantes de la carta, Leandro Catalán, Mercedes Ortín y Pilar Navaz, máximos responsables sindicales de Fasamet, CESM-Aragón y Satse-Aragón, respectivamente, abogan por externalizar de nuevo los puntos de vacunación, "como se ha venido haciendo durante los meses previos", y que el departamento de Salud Pública vuelva a gestionar los casos y el seguimiento de pacientes que surjan en los centros escolares.
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Piden, además, que se habiliten fuera de los centros de salud puntos administrativos para la solicitud del código PIN de vacunación o que se implanten "medios telemáticos que respondan a esta necesidad". De esta forma se evitaría, según los firmantes, que se forman "colas interminables en los centros de salud en las que se entremezcla población sana que solo necesita el código PIN y población caso o contacto estrecho que va a realizarse una PCR".
Medidas en 'saco roto'
Dos de los tres sindicatos firmantes de esta carta (Fasamet y CESM-Aragón) presentaron a principios del mes de noviembre, coincidiendo con la celebración en Zaragoza del XXXIV Congreso Aragonés de Atención Primaria, un documento que, bajo el significativo título de Propuestas urgentes de mejora de la Atención Primaria en Aragón, contiene nada menos que 34 propuestas, muy detalladas y concretas, para la mejora del primer nivel. Sus responsables siguen esperando que la consejera de Salud les cite para abordar el contenido de ese documento.
Además de poner sobre la mesa alguna medida polémica, como la posibilidad de que el MIR de Medicina de Familia se redujera temporalmente (mientras persista el actual déficit de especialistas) de 4 a 3 años, Fasamet y CESM-Aragón instan al Servicio Aragonés de Salud (Salud) a suscribir contratos de al menos tres años de duración para los nuevos facultativos que se incorporen a la plantilla del Salud, además de arbitrar un complemento económico específico para los puestos de difícil cobertura y otro complemento de "compensación" para retribuir a aquellos especialistas que superen el cupo de pacientes de su agenda diaria.
Los representantes de los trabajadores también plantean la posibilidad de reordenar las zonas de salud según "criterios de población, recursos y dispersión geográfica de los equipos de atención primaria (EAP), cada uno de los cuales debe tener al menos 4 médicos de Familia en su plantilla". Sugieren, además, que se prescinda de los puestos que atienden a menos de 300 habitantes y de los puntos de atención continuada que no sean "estrictamente necesarios".
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