En las grandes ciudades el dióxido de nitrógeno (NO2), generado por el tráfico rodado, es la principal amenaza de la calidad del aire en invierno. En verano lo es el ozono (O3) mucho más peligroso para la salud, junto con las intrusiones de aire africano, fundamentalmente sahariano, menos nocivo en principio. Así lo explica Consuelo de Garrastazu, farmacéutica y jefa del departamento de Salud Ambiental de Madrid Salud, en el Ayuntamiento de Madrid, que saca pecho de la capital: "Desde 2010 se observa una tendencia a mejorar la calidad del aire con respecto a los niveles de NO2, manteniéndose los niveles de ozono con cierto aumento en los últimos dos años y un mayor numero de episodios de contaminación atmosférica por PM10" (partículas en suspensión con un diámetro aerodinámico de entre 2,5 y 10 micras), "derivado de la presencia de fenómenos de intrusión de masa sahariana". Es decir, sigue habiendo episodios elevados de ozono en verano: "Es poco tiempo, pero los hay".
Puntualiza que si bien la intrusión sahariana no es de los episodios más tóxicos, "sí hay que adoptar medidas de precaución, especialmente en personas más vulnerables".
La Sociedad Española de Salud Ambiental (SESA) subraya a este medio que "la contaminación atmosférica en el factor medioambiental más peligroso para la salud humana, al mismo nivel que la dieta malsana y el consumo de tabaco".
"La contaminación atmosférica en el factor medioambiental más peligroso para la salud humana" (SESA)
Para afianzar este argumento aporta datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente referentes a España en 2020. Ese año se produjeron 17.000 muertes prematuras debidas a la exposición a partículas moleculares finas (PM), 4.800 debidas a NO2 y 2.400 debidas a O3. "Esto es, si cabe, más relevante cuando se mide en años de vida potencialmente perdidos, que en 2020 en España han sido 164 700 por PM, 46 600 por NO2 y 24 100 por O3".
Según el informe Evaluación de la Calidad del Aire en España de 2002, del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, la reducción de la contaminación atmosférica a los niveles de la Guías de Calidad del Aire de la Organización Mundial de la Salud (OMS) evitaría en Europa un número significativo de muertes: 253.000 para la exposición a partículas PM2,5, 52.000 para la exposición a NO2 y 22.000 para la exposición a O3.
La OMS actualizó estas guías en 2021, ya que los estándares de calidad previos se definieron en 2005 y habían quedado desfasados.
"Hace unos años el problema era el plomo. Ahora tenemos otro tipo de contaminantes que derivan del diésel. Habrá que ver qué nos depara el futuro" (Consuelo de Garrastazu)
De Garraztazu aclara que la disminución significativa del NO2 es "consecuencia de la adopción de políticas de mejora estructural de ordenación urbana, que han contribuido, en los últimos años, a una disminución significativa de los contaminantes derivados del tráfico urbano".
En ese sentido, considera que "los ayuntamientos importantes de España cuentan con sistemas de alerta e información a la ciudadanía vitales para minimizar los riesgos. Tendremos que ir solucionando los problemas. Hace unos años el problema era el plomo, presente en todas las gasolinas. Ahora tenemos otro tipo de contaminantes que derivan del diésel. Habrá que ver qué nos depara el futuro, qué tipo de combustible vamos a tener y qué contaminación vamos a tener. Ojalá no tengamos ninguna".
La SESA comenta que, sin tener un conocimiento exhaustivo de todos los sistemas autonómicos sobre calidad del aire, el de la Comunidad de Madrid resulta particularmente interesante.
Dicho esto, consideran que "en general, no se da suficiente importancia a la divulgación sobre el estado de la calidad del aire, comparado con otros datos que se facilitan a la población. Esto dificulta, por tanto, que determinados grupos de población vulnerables o especialmente sensibles puedan estar adecuadamente informados de la necesidad de poner en marcha, en su caso, medidas preventivas para proteger su salud en determinados momentos".
A comienzos de agosto, el Ayuntamiento de Barcelona informó de que la Ciudad Condal cumplió en 2023 con los estándares europeos de calidad del aire, pero sigue por encima de los límites recomendados por la OMS, con registros de dióxido de nitrógeno (NO2) que se han situado en mínimos históricos.
En concreto, el informe de calidad del aire elaborado por la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB) destaca la tendencia de descenso del NO2 de los últimos años, mientras que las partículas PM10 y PM2,5 se mantienen estables desde 2013.
Los niveles de N02 han tenido el año pasado una media de 26 microgramos por metro cúbico (µg/m3), el nivel más bajo desde que se realizan registros (2018).
El límite establecido por la Unión Europea (UE) es de 40 µg/m3 de NO2, mientras que la OMS recomienda un máximo de 10 µg/m3, por lo que la capital catalana cumple con el primero pero no lo hace con el segundo.
Al igual que en Madrid, los espacios de la ciudad más expuestos a la contaminación del aire se corresponden con aquellos en los que más tráfico se registra, como la zona centro (el distrito Eixample es el más afectado), las Rondas o los accesos a la ciudad.
De Garrastazu explica que "hay dos tipos de ozono: uno bueno, el ozono estratosférico, que forma una capa de ozono que nos protege de la radiación solar, y otro malo, el ozono troposférico, presente en el aire que respiramos, que en exceso puede suponer un riesgo para nuestra salud. Se trata de un contaminante secundario, que se forma a partir de contaminantes primarios derivados del tráfico por acción de reacciones fotoquímicas en las que se precisa de la radiación solar intensa como catalizador".
En 2023 las mayores concentraciones de ozono (concentraciones octohorarias, medidas cada 8 horas, superiores a 120 µg/m3) en Madrid se produjeron principalmente los meses de junio, julio y agosto, "los meses más cálidos del año y con mayor radiación solar, requisitos indispensables para la formación de ozono", según la Memoria de Calidad del Aire 2023 del Ayuntamiento de Madrid.
De Garrastazu aclara que hay valores de medias diarias -"por ejemplo, las partículas en suspensión se activan cuando pensamos que pueden superarse los 50 microgramos por metro cúbico. También hay límites horarios, que, si se superan los límites, se activan los sistemas de información"- y también de medias anuales.
Información a la población
¿Qué está ocurriendo en 2024? "En Madrid -cuenta con 24 estaciones de medición que pueden consultarse en tiempo real- ha habido solo un día de ozono con un nivel superior a 180 microgramos por metro cúbico, con la activación del nivel de información a la población, que establece la normativa europea".
El Ayuntamiento de Madrid, con Madrid Salud, cuenta desde 2010 con un Sistema de Alertas en Salud Ambiental, "que en caso de superarse los niveles límite de contaminantes en el ambiente exterior establecidos por la normativa, difunde recomendaciones sanitarias".
"Nuestro sistema de alertas de salud ambiental es un sistema de información que enviamos a los denominados informadores clave, a los que se remite en primer término las recomendaciones sanitarias de minimización de la exposición, para la posterior difusión generalizada por parte de estos receptores a la población o sector relacionado", comenta.
Entre los informadores clave se incluyen:
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La administración sanitaria (Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid), que gestiona las notificaciones a la red asistencial sanitaria de la Comunidad de Madrid.
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Los servicios municipales competentes en servicios sociales, para la difusión de la información entre la población susceptible: pacientes crónicos respiratorios y cardiovasculares, mayores, embarazadas y niños.
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Servicios de Madrid Salud con implicación en actuaciones de promoción de la salud.
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Servicios de Madrid Salud con implicación en prevención y control de adicciones.
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Juntas Municipales de Distrito.
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Servicios municipales de protección civil: Samur-Protección Civil.
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Asociaciones de pacientes.
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Colegios profesionales.
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Asociaciones médicas.
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Centros deportivos en los que se realice actividad deportiva al aire libre, tanto de titularidad pública como privada, a los que previamente se les ha enviado recomendaciones dirigidas a posibles usuarios de estas instalaciones que, siendo especialmente sensible al efecto de la exposición a altos niveles de ozono, se les recomendase la no realización de actividad deportiva al aire libre.
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Centros y organizaciones escolares: únicamente en situaciones de muy elevada contaminación serían avisados de la recomendación de no realizar actividades deportivas al aire libre en tanto continúen los episodios.
"En Madrid este año ha habido solo un día de ozono con un nivel superior a 180 microgramos por metro cúbico"
De las siete veces en que han activado el sistema este año, solo una fue por haber superado los límites de ozono comentados: "El resto no hemos alcanzado esos niveles de 180, pero nuestros modelos predictivos, que nos pueden hacer sospechar que se van a rebasar esos límites, hacen que también informemos a la población, como previsión".
La normativa europea establece dos niveles, detalla:
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De precaución, de información a la población: "Es la difusión de recomendaciones para disminuir la exposición de la población mas vulnerable", explica.
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Nivel de alerta: "Cuando hay niveles muy elevados del contaminante en la atmosfera, en el que las recomendaciones sanitarias se dirigen no solo a población más vulnerable sino también a población genera. Además, se plantean medidas de contención para disminuir el riesgo en salud, como, por ejemplo, evitar el trabajo en exteriores, juegos y deporte al aire libre, exposición exterior de personas mayores y enfermos etc…", asegura. En caso de que hubiera un nivel de alerta por ozono, detalla que habría que reforzar las recomendaciones.
Qué hacer ante niveles altos de ozono
En casos de niveles altos de ozono no es una buena idea pasear por zonas verdes ni hacerlo a última hora de la tarde. Por eso, si a priori parece más beneficioso pasear por la Casa de Campo que por la Plaza de España en Madrid, esto no es siempre así en verano: "El ozono es mayor en los puntos más alejados de las zonas donde se produce el dióxido de nitrógeno. No se genera en el punto donde se han generado sus precursores", comenta.
Así lo detalla: "En general, las zonas con alta densidad de trafico presentan niveles más elevados de contaminantes antropogénicos primarios (NO2, PM2,5), si bien, por ejemplo, los niveles de ozono suelen ser menores en zonas urbanas contaminadas por otros compuestos".
Esto se debe, según explica, a que el ozono desaparece cuando reacciona con ellos: "En el centro de las ciudades con mucho tráfico, el óxido de nitrógeno (NO) emitido por los automóviles reacciona con el ozono (O3) produciéndose dióxido de nitrógeno (NO2). Por eso las concentraciones de ozono suelen ser inferiores a las existentes en la periferia e incluso menores que en algunas zonas periurbanas o rurales cercanas en las que hay menos tráfico".
Además, matiza que "hay que tener en cuenta que, por efecto del viento, el ozono puede expandirse y recorrer grandes distancias. En verano, todo el dióxido de nitrógeno que se está generando da lugar a ozono; ese ozono es un contaminante secundario que se origina a partir de los dióxidos de nitrógeno, derivados de la combustión de las gasolinas y diésel, y de la radiación solar. El ozono se forma con un retraso respecto al origen de sus precursores. Por eso generalmente hay más ozono cuando disminuye el tráfico urbano. Por eso hay también más ozono los fines de semana. Parece una contradicción, pero así funciona la química ambiental".
"El ozono es mayor en los puntos más alejados de las zonas donde se produce el dióxido de nitrógeno"
Está claro que el origen de la contaminación en ciudades como Madrid es el tráfico rodado: "Cuando no hay tanto, disminuyen los niveles de aquellos contaminantes que proceden del tráfico: el dióxido de nitrógeno y los PM 2.5 (partículas con un diámetro aerodinámico de entre 0,1 y 2,5 micras)". Por eso recomienda en verano hacer ejercicio a primera hora de la mañana, "cuando no hay contaminantes ambientales y cuando no hace calor", ya que el sistemas de alertas medioambientales también informa de temperaturas extremas, tanto en invierno como en verano: "El mes de julio es muy complicado: cuando no tenemos calor tenemos ozono o se dan simultáneamente. ¿Cuándo hay calor? En las horas centrales del día. ¿Cuándo hay ozono? Al atardecer", resume.
¿Qué recomendaciones hacen a la población en caso de altos niveles de ozono? "Fundamentalmente son dos", resume:
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No hacer ejercicio intenso al aire libre: "Cuando lo hacemos, inhalamos más aire. Al inhalar más, estamos cargándonos de más contaminantes".
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Disminuir la exposición de la población más vulnerable: "Estos fenómenos de ozono se dan fundamentalmente por la tarde, en días muy soleados y con poco viento. Precisamente suele ser al atardecer, con menos calor, cuando salimos a pasear. Pero con episodios de ozono hay que evitarlo en personas más vulnerable. En caso de que se llegara a una situación de alerta, que nunca se ha llegado en Madrid, habría que reforzar las recomendaciones también para la población general".
Incidencia en patologías respiratorias y cardiovasculares
La SESA detalla que "en España se atribuyen unas 2.638 muertes anuales por todas las causas asociadas a la exposición a corto plazo a las partículas, de las cuales 651 serían debidas a causa respiratoria y 556 a causas cardiovasculares".
La sociedad aclara que "los principales efectos de la contaminación atmosférica sobre la salud van desde un aumento en el número de defunciones, de ingresos hospitalarios y de visitas a urgencias, especialmente por causas respiratorias y cardiovasculares, hasta alteraciones de la función pulmonar, problemas cardíacos y otros síntomas y molestias. Si hablamos específicamente de sistemas corporales, los principales que pueden verse afectados por una deficiente calidad del aire son el sistema respiratorio y el cardiovascular, pero también el neurológico, el reproductivo y el metabolismo".
La SESA detalla que "en España se atribuyen unas 2.638 muertes anuales por todas las causas asociadas a la exposición a corto plazo a las partículas"
En este sentido, De Garrastazu explica cómo estos contaminantes pueden afectar a nuestra salud: "El dióxido de nitrógeno, más que un contaminante per se, es un indicador de que puede haber contaminantes derivados del tráfico. Ejerce un efecto irritante, fundamentalmente se localiza en vías altas respiratorias, pero el ozono es mucho más peligroso. Es un potente oxidante que está relacionado no solo con una capacidad irritativa mucho más elevada, sino que además está relacionado con incremento de efectos agudos en personas con patología cardiovascular, con más infartos de miocardio, y con un agravamiento importante de patologías respiratorias. Puede provocar una hiperreactividad bronquial muy importante".
"Cuanto más tamaño tienen las partículas en suspensión, como las PM 10, más se quedan en las vías altas respiratorias, pero no pasan al pulmón"
En cuanto a las partículas en suspensión, diferencia las PM 2.5 y las PM 10: "Por un lado, tienen diferente tamaño. Cuanto más tamaño, como con las PM 10, más se quedan en las vías altas respiratorias, pero no pasan al pulmón. Un PM 2.5 pasa al pulmón y un PM 0.1 puede llegar a ser sistémico. Es decir, pasar a formar parte de la sangre. Aparte del tamaño, depende de la especiación: no es lo mismo un PM 2.5 que proviene de la combustión de los combustibles fósiles (hidrocarburos, fenoles) a uno que se pueda generar en una obra (silicatos...), que no son tan tóxicos".
De Garrastazu añade: "Los vientos del sur vienen fundamentalmente en verano. Por eso hay más fenómenos de intrusión sahariana en verano que en invierno. Nos viene polvo del Sáhara, que generalmente es de tamaño PM 10, pero puede venir acompañado de partículas de diferente tamaño. Se trata de arcilla, silicatos.... material inerte, generalmente, no reactivo como puede ser un hidrocarburo. Lo que está claro es que de la combustión de los coches se generan partículas mucho más pequeñas".
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