Desde 2013 hasta ahora, se han confirmado 15 casos y seis fallecidos del virus de la fiebre hemorrágica Crimea-Congo (VFHCC), según datos del Ministerio de Sanidad.
"No lo planteamos como una situación de alarma, pero es una enfermedad grave para la que no hay tratamiento", recuerda Federico Arribas, especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública y miembro de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE).
Arribas responde a Diario Médico pocos días después de confirmarse el fallecimiento de un hombre de 74 años en Madrid, al que le picó la garrapata en Buenasbodas (Toledo). Es la segunda muerte este año por el virus de la FHCC y la sexta en los últimos once. Atendiendo al número de afectados, la situación no parece alarmante y, sin embargo, es indudable que inquieta.
"Estamos en el escenario donde tenemos el virus, el vector (la garrapata) y el contagio en humanos. Hay que actuar, adelantándonos a una enfermedad que es emergente en nuestro país y, para ello, es importante una detección temprana", apunta Arriba.
Plan Nacional de Prevención
Por si hubiera alguna duda, el Ministerio de Sanidad junto con las comunidades autónomas ya se han puesto manos a la obra. En la última actualización del Plan Nacional de Prevención, Vigilancia y Control de las Enfermedades Transmitidas por Vectores, con fecha de finales de junio, hay una parte muy extensa dedicada al VFHCC.
En este documento, el Ministerio recuerda que la circulación del virus en España se detectó en 2010 y, a partir de los primeros casos, en 2016, se empezaron a hacer estudios en garrapatas en Extremadura, Madrid, Castilla y León y Castilla-La Mancha, que confirmaron su circulación. En Castilla y León se hizo una investigación con donantes de sangre donde se vio que entre el 0,58 y el 1,16% tenían presencia del virus.
La conclusión clara del Plan de Sanidad es que existe una "amplia circulación del virus de la fiebre hemorrágica Crimea-Congo (VFHCC)". Aunque esta situación no se traduce en un número de contagios elevados, y, este sentido, Félix Valcárcel, responsable del grupo de Parasitología Animal del Instituto Nacional de Tecnología Agraria del Consejo Superior de Investigaciones Científica (INIA-CSIC) da argumentos tranquilizadores.
Picadura de garrapata
En declaraciones recogidas por la agencia EFE, Valcárcel explica que para terminar contagiado del virus, te tiene que picar una garrapata, que el parásito sea portador del virus y que el receptor tenga un sistema inmunológico debilitado. Los fallecidos, hasta ahora, han sido hombres mayores de 50 años.
La especie Hyalomma de garrapatas es la que se ha relacionado con el virus y es, además, muy común en el oeste de la península, donde se han dado los casos, aunque han empezado a encontrar ejemplares del parásito en La Rioja y Aragón, entre otras zonas del norte peninsular.
Valcárcel ha advertido que los riesgos se multiplican cuando la garrapata permanece "agarrada" al cuerpo más de 24 ó 48 horas."Si te la quitas el mismo día, no debería pasar nada", ha señalado el científico.
Desde la dirección general de Salud Pública de la Consejería de Sanidad de Madrid han respondido a las preguntas planteadas por este medio sobre el VFHCC, sus síntomas, las medidas preventivas y también cómo debe actuar el médico de Familia en zonas rurales ante una consulta por picadura de garrapata.
¿De qué depende la evolución de la fiebre hemorrágica Crimea-Congo?
La infección por el virus FHCC puede ser asintomática hasta en el 90% de los casos. Entre los casos sintomáticos es común un cuadro febril inespecífico leve.
El cuadro clínico típico que presenta la infección va evolucionando por diferentes periodos.
¿Cuáles serían esos periodos?
Comienza con una primera fase pre-hemorrágico (que dura entre uno y cinco días), caracterizada por fiebre brusca, cefalea, mialgias y mareos. Puede haber diarrea, náuseas o vómitos, hiperemia de cara, cuello o tórax, afectación ocular. Al que seguiría un periodo hemorrágico (de seis a nueve días), donde pueden aparecer desde petequias a equimosis en piel o mucosas o hemorragias leves (nariz o encías), hasta otras graves: hematemesis, genitourinarias, hemoptisis, hemorragias cerebrales. La hepatoesplenomegalia se ha descrito en uno de cada tres de los pacientes.
Algunos sufren un fallo hepatorrenal o pulmonar repentinos después del quinto día de enfermedad. Para los pacientes que superan esta fase, comienza la mejoría entre los días noveno y décimo de la enfermedad. El periodo de convalecencia comienza a partir del décimo día desde la fecha de inicio de síntomas. En los casos de mala evolución, la muerte ocurre generalmente en la segunda semana de la enfermedad a consecuencia de las hemorragias, fallo multiorgánico y shock.
La edad mayor de 60 años es un marcador pronóstico de gravedad junto con las manifestaciones hemorrágicas, la hepatomegalia, el fallo orgánico, la elevación de las enzimas hepáticas, la leucopenia y leucocitosis, etc. Es característico el descenso marcado y rápido en el número de plaquetas en determinaciones seriadas.
Ante la falta de tratamiento específico para el VFHCC, ¿cuáles son las opciones terapéuticas para tratar al paciente?
Ante la sospecha del VFHCC se debe iniciar tratamiento intensivo de soporte, con mantenimiento del equilibrio del balance de fluidos y electrolitos, volumen circulatorio y presión arterial. Están contraindicadas las inyecciones intramusculares, la aspirina, los antiinflamatorios no esteroideos y las terapias anticoagulantes. Es importante minimizar el uso de procedimientos invasivos que pueden provocar el sangrado excesivo del paciente. La ribavirina, como indicación no recogida en ficha técnica, se emplea para el tratamiento precoz del VFHCC. En los casos graves, el tratamiento precoz con ribavirina puede mejorar la supervivencia.
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