El Servicio de Radiodiagnóstico del Hospital Universitario de Valme de Sevilla ha avanzado en calidad y seguridad de los cuidados enfermeros con la digitalización del registro de continuidad de cuidados. Se trata de una medida realizada en colaboración con su equipo TIC que facilita el acceso a esta fuente de información, incorporándola a la Historia Clínica Digital. De este modo, evita que se interrumpa la documentación en la cadena de cuidados durante los procedimientos diagnósticos y que no signifique una discontinuidad de la atención clínica.
“Esta digitalización incide especialmente sobre la calidad y seguridad de los cuidados enfermeros, dado que es una herramienta que permite la trazabilidad de cuidados de todos los procedimientos diagnósticos, a los cuales facilitamos el acceso para los profesionales”, explica José Javier Román Tarragó, supervisor de Enfermería del Servicio de Radiodiagnóstico.
El proceso de la digitalización de la Hoja de Continuidad de Cuidados Enfermeros Radiológicos se ha desarrollado durante los dos últimos años, y lleva funcionando desde hace tres meses.
“Ha sido proceso laborioso y complejo dado que había que crear un registro informático propio en la historia clínica digital corporativa. Gracias al empuje de la Dirección de Enfermería, el equipo TIC de este hospital y los profesionales enfermeros que lo hemos liderado, ya es un logro”, explica su responsable.
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Aunque el paso de los pacientes por el servicio de Radiodiagnóstico es por un tiempo determinado, habitualmente corto, en él se llevan a cabo diversos procedimientos que pueden ser tributarios de determinados cuidados enfermeros paralelos a las tareas técnicas.
“Consideramos fundamental dejar constancia de registros enfermeros en todas las actuaciones que conlleven un intervencionismo sobre el paciente, como por ejemplo estudios urológicos, estudios ginecológicos, punciones, estudios vasculares, TAC y resonancia con contraste”, dice.
Hay que tener en cuenta que el soporte de la información en papel afectaba a su accesibilidad, porque había que localizarla y porque se podía extraviar. “Antes de la digitalización de la Historia Clínica, el acceso a la misma había que solicitarlo al archivo para su consulta y ahora es en tiempo real. Como esta información se podía dar en mano al paciente, en ocasiones estos registros no quedaban almacenados, y ello dificultaba que los profesionales pudieran disponer por anticipado de incidencias ocasionadas previamente durante exploraciones anteriores”.
Evitar incidencias clínicas
La Hoja de Continuidad de Cuidados es un registro que tiene como objetivo servir de soporte documental para que, una vez los pacientes sean dados de alta de este servicio, quede contemplada la información, incidencias y recomendaciones enfermeras. De hecho, sirve de hilo conductor para el servicio hospitalario de origen o bien en atención primaria; así como también para que cuando vuelva a Radiodiagnóstico para pruebas sucesivas se eviten incidencias clínicas previamente detectadas.
En un principio, esta herramienta funcionó como una hoja de recogida de datos en formato papel que se adjuntaba a la Historia Clínica (cuando era posible acceder a ella), lo cual interfería en su accesibilidad.
“Desde hace unos años, esta hoja se hacía por duplicado con objeto de añadirla a la Historia Clínica o bien darla en mano al enfermo de cita ambulatoria, lo cual generaba también un gasto económico. La novedad de la digitalizacion del Informe de Continuidad de Cuidados (ICC), radica en que es posible, desde cualquier punto de Andalucía, un acceso inmediato a la información de cuidados e incidencias de las pruebas y cuidados realizados sobre el paciente”.
También, según Román Tarragó, aporta trazabilidad de las actuaciones de enfermería, seguridad al paciente (protocolo de identificación inequívoca), ahorro de tiempo de actuación del profesional enfermero y ahorro económico.
Trazabilidad digital de cuidados enfermeros radiológicos
El documento está estructurado por datos demográficos, valoración inicial del enfermero atendiendo a antecedentes clínicos de interés, valoración según su diagnóstico y aplicación de medidas enfermeras. También recoge el proceso realizado y las recomendaciones para la post exploración.
Precisamente por ello, explican desde el Hospital de Valme, esta hoja digitalizada potencia la seguridad asistencial al quedar recogido si el paciente presenta riesgo por medicaciones en tratamiento de patologías concretas, si presenta incidencias durante su estancia en el servicio de Radiodiagnóstico, si ha precisado de atención concreta…
Orígenes
Román Tarragó recuerda que han sido pioneros de la Hoja de Continuidad de Cuidados de Enfermería Radiológica a nivel andaluz. “Impulsamos su primera creación en formato papel en diciembre de 1986, en el seno de las primeras Jornadas Andaluzas de Enfermería Radiológica celebradas en el Hospital de Valme”.
Añade que este proyecto nació con una visión centrada en el paciente, los cuidados, las técnicas radiológicas y la calidad, así como para realizar la trazabilidad de las actuaciones de enfermería y la seguridad de los pacientes.
“De forma novedosa, en nuestro hospital se diseñó desde el año 1987 de forma impresa, basándonos en el principio de calidad de Deming (planificar, hacer, valorar y actuar) y en el modelo de cuidados de Virginia Henderson, como una herramienta de mejora continua de la actividad enfermera. Posteriormente, desde hace unos tres meses, hemos innovado en este mismo hospital aportando la máxima accesibilidad a esta información a través de su reciente digitalización”.
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