En los 4.000 ensayos registrados en la web ClinicalTrials.gov de los NIH de Estados Unidos referentes a la covid-19, en distintas fases de desarrollo, del reclutamiento a la retirada, figuran, como se puede imaginar, fármacos y terapias de todo tipo a los que médicos e investigadores siguen recurriendo por si alguno mostrara eficacia contra el coronavirus. En esta carrera mundial, con frecuentes resultados contradictorios, unos han claudicado, otros han conseguido cierto éxito y muchos otros continúan probándose, pues por desgracia no faltan pacientes para ello.
Con media docena de ensayos, dos de ellos completados, la ozonoterapia es uno de los remedios que enseguida se empezaron a ensayar en China. Se trata de una tecnología sanitaria que utiliza el ozono médico como agente terapéutico, con pocas contraindicaciones y efectos secundarios mínimos. Requiere, eso sí, que sea aplicada por expertos en la materia.
El ozono médico es una mezcla de un 5% como máximo de ozono y un mínimo de 95% de oxígeno medicinal (regulado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios), que se obtiene mediante un dispositivo sanitario homologado a tal efecto.
La docena de estudios publicados hasta ahora sobre el uso de ozonoterapia en covid-19, gran parte de ellos españoles e italianos, países donde esta tecnología sanitaria está algo más arraigada, muestran que reduce la estancia hospitalaria así como la necesidad de intubación. Uno de ellos lo publicó en noviembre en Journal of Medical Virology un equipo del Hospital Universitario Umberto I, adscrito a la Universidad La Sapienza, de Roma, con resultados de los primeros 28 pacientes de un ensayo que estudiará a un total de 152. Hasta ahora, 14 pacientes han sido tratados con ozono más el tratamiento recomendado para la covid-19 y otros 14 solamente con el tratamiento recomendado, durante siete días. Los tratados con ozono mejoraron algunos parámetros de la inflamación y la coagulación y necesitaron menos oxígeno. En ninguno se ha registrado toxicidad ni efectos secundarios a diferencia de los tratamientos con antirretrovirales.
Para José Baeza, presidente de la Sociedad Española de Ozonoterapia (SEOT) y vicepresidente de la Federación Mundial de Ozonoterapia (WFOT), “se trata de uno de los estudios previos que apuntan los beneficios de la ozonoterapia en pacientes afectados por la covid-19. Con cientos de pacientes muriendo todos los días, considero que el uso de la ozonoterapia en esta pandemia debe ser valorado por las autoridades sanitarias. Algunos hospitales ya lo están haciendo de forma compasiva”.
Autohemoterapia
Así, un equipo del Hospital Policlínica Ibiza, dirigido por el anestesiólogo Alberto Hernández, que ya publicó en agosto en The American Journal of Case Reports los resultados en tres pacientes, acaba de publicar en International Immunopharmacology resultados con 18 pacientes con neumonía grave por covid-19 ingresados en dicho hospital entre el 20 de marzo y el 19 de abril. A la mitad se les asignó autohemoterapia de ozono y a los demás tratamiento estándar. Los primeros recibieron sangre ozonizada dos veces al día a partir del día de admisión y durante una mediana de cuatro días. Cada tratamiento implicó la administración de 200 ml de sangre autóloga enriquecida con una mezcla de 200 ml de oxígeno y ozono con una concentración de ozono de 40 microgramos/ml. La autohemoterapia ozonizada se asoció con un tiempo más corto de mejoría clínica (7 días [6-10] frente a 28 [8-31]) y mejores resultados a los 14 días (88,8% frente a 33,3%).
En Italia, otro equipo de la Universidad y el Hospital de Udine publicó en noviembre en Internal and Emergency Medicine otro análisis con auto-hemoterapia tratada con oxígeno/ozono (O2/O3) como terapia adyuvante en 30 pacientes con neumonía leve a moderada y los compararon con otros tantos que recibieron solo el tratamiento recomendado. En el grupo tratado con O3-autohemoterapia más la terapia habitual, los pacientes eran más jóvenes pero con fenotipos clínicos más graves. Se observó una disminución de los fenotipos clínicos en todos los pacientes durante la hospitalización, pero esta mejora clínica fue estadísticamente significativa sólo en los pacientes de la ozonoterapia.
Actividad antiviral
En el último número de Virus Research el grupo de Francesco Cattel, de la Universidad de Turín, repasa la evidencia disponible sobre la posible actividad antiviral del ozono en pacientes con covid-19. “La ozonoterapia -escriben- parece tener un papel inmunológico debido a la modulación de citocinas e interferones, incluida la inducción del interferón gamma”.
Más que en monoterapia, la consideran útil como complemento de los regímenes de tratamiento estándar. Una búsqueda bibliográfica que hicieron entre enero de 2011 y julio de 2020 halló 280 artículos sobre ozonoterapia, de los que seleccionaron 13. En ellos, han observado que “el ozono ejerce actividad antiviral a través de la inhibición de la replicación viral y la inactivación directa de virus. Es un potenciador de medicamentos antivirales y no una alternativa a ellos. El tratamiento combinado con ozono y antivirales demostró una reducción de la inflamación y el daño pulmonar”.
Explican que las vías de administración del ozono son intravenosas directas, autohaemoterapia y oxigenación-ozonización extravascular de la sangre. La ozonoterapia sistémica parece útil para controlar la inflamación, estimular la inmunidad y como antiviral y proporciona cierta protección contra los síndromes coronarios agudos y el daño isquémico por reperfusión.
En nuestro país también la está aplicando el grupo de Marcos Edgar Fernández-Cuadros y María Jesús Albadalejo, del Hospital Sana Cristina, de Madrid. En la revista SN Comprehensive Clinical Medicine, proponían “la insuflación rectal como vía sistémica de administración del ozono (95-96%) y que podría extrapolarse al SARS-CoV-2, dados los excelentes resultados observados en el manejo del Ébola”. Describían sus propiedades biológicas para inactivar el virus por oxidación directa (O3) o indirecta (ROS y LOP) y para estimular los sistemas inmunes celulares y humorales. “El ozono mejora el intercambio de gases, reduce la inflamación y modula el sistema antioxidante, por lo que sería útil en la fase de hiperinflamación o tormenta de citocinas, y en la hipoxemia y fase de fallo multiorgánico”. En agosto publicaron en la misma revista los resultados positivos en cuatro pacientes.
Carácter profiláctico
Y en el Hospital Viamed Virgen de la Paloma, también en Madrid, el grupo de Adriana Schwartz, presidenta de la Asociación Española de Profesionales Médicos en Ozonoterapia, ha evaluado la seguridad y eficacia de la solución salina ozonizada (O3SS) como terapia complementaria en 25 pacientes con covid-19 de leve a grave tratados del 3 al 26 de abril.
Los pacientes fueron asignados para recibir atención estándar que incluía 200-400 mg de hidroxicloroquina dos veces al día durante 5-7 días más 400 mg de tocilizumab dos veces al día durante 5 días, heparina de bajo peso molecular y 40-60 mg de metil-prednisona más O3SS, 200 ml, 3-5 g/ml al día durante 10 días. El tratamiento con O3SS mejoró los síntomas clínicos, como la disnea, la debilidad y la fiebre, que se correspondieron con una mejora de los marcadores dímero D, fibrinógeno, LDH y CRP, y redujo la mortalidad. “A las 72 horas la saturación de oxígeno en todos ellos había mejorado notablemente (hacia el 96-98%)”, dice Schwartz. En el grupo tratado no hubo fallecimientos ni efectos adversos.
Añade que la solución salina ozonizada se usó además como profiláctico para el personal sanitario expuesto del hospital y de otros centros, con el resultado de que no enfermó ninguno de los profesionales que lo recibió. Lo mismo se aplicó al equipo médico que estaba al frente de este trabajo como también a sus familias. Ninguno de ellos enfermó.
Resultados preliminares de varios estudios han mostrado cómo la ozonoterapia potencia los efectos del tratamiento estándar. Off J. R. Zárate Anestesiología y Dolor Offvia Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/3agzChd
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