Una de las dificultades del examen MIR, EIR y FIR es que el aspirante debe enfrentarse a veces a temas que le gusten o interesen menos, o bien más complicados de memorizar de cara a la prueba. ¿Qué es conveniente hacer en estos casos?
"En los temas en los que se nos tiende a hacer más cuesta arriba el estudio es bueno contar con ayuda externa, ya sea de los profesores de la academia o incluso pedir ayuda a compañeros y amigos de la carrera que dominan mejor el tema", sugiere Vanessa Vento, vocal MIR de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI). "A mí personalmente se me pasó con Estadística. Tuve la suerte de que a una compañera se le daba bien y le gustaba el tema por lo que me ayudó dándome una explicación resumida y para 'tontos'".
Las academias son conscientes de que hay asignaturas en las que se necesita un apoyo extra, dado que el examen abarca todo tipo de conocimientos. "De cara a mi segundo intento del MIR, vi que era más efectivo ver el vídeo después de leer el tema y hacerme mis propios esquemas", explica Manuel De Mergelina, R1 de Medicina de Familia en Cuenca. "Ponen los puntos realmente importantes de cara al examen y lo explican superbien. Llegas a entender cosas que a lo mejor en la carrera ni se te pasaban por la cabeza aprender"
Antonio Martín, director del claustro de CTO Medicina, comenta que, para que sea menos tediosa, en el plan final del estudio de las 10-11 horas diarias, "unas 5-6 horas son de estudio aplicado con diferentes recursos multimedia: casos clínicos, infografías, iconografía, preguntas videocomentadas... Es decir, que a estas alturas el alumno hará como mucho un 50% del tiempo con estudio clásico de libro".
Desde AMIR explican que en sus clases "se dan esquemas, reglas mnemotécnicas y explicaciones que hacen cualquier tema más asequible. Una vez vista la clase, el alumno no debe volver a la clase una y otra vez, sino que deberá repasar los apuntes que haya tomado para realizar un estudio más enfocado".
"Si a pesar de esto el tema es especialmente complicado de memorizar, siempre es recomendable elaborar reglas mnemotécnicas con los detalles clave o tablas resumen. En el perfil del alumno disponen de múltiples herramientas que ayudan a realizar un repaso de una materia o tema concreto por medio de preguntas, las autoevaluaciones, y por medio de flashcards, con asociaciones rápidas que ayudan a fijar los datos clave, y a afrontar el tema con más facilidad al alumno cuando deba estudiarlo completo".
Centrarse en los conceptos clave
A veces, por el peso de los temas, no hay más remedio que hincar los codos hasta que los conceptos se graben a fuego. Jesús Corres, director académico de PROMIR, señala que la aplicación de inteligencia artificial de su plataforma "permite conocer los temas que el alumno domina menos e insistir en hacer preguntas sobre ellos hasta que mejore su formación en los mismos. Nosotros apostamos por la educación adaptativa que diferencia la formación de cada alumno según sus necesidades".
En ese sentido, "quedando tan poco tiempo hasta el examen MIR, nosotros recomendamos un estudio “hiperpragmático”, centrado en la resolución de preguntas, en completar los gaps de conocimiento que el opositor todavía tiene, y buscando “redondear” la técnica de examen".
"Siempre va a haber temas más difíciles, más aburridos, que nos gusten menos…ante estos hay que ser práctico y si cuesta que entren, creo que lo más eficaz es conocer lo que se pregunta de esos temas. Esto vale para cualquier cosa difícil y densa del MIR", opina Luis Nieto, vocal MIR de la Sociedad Española de Cardiología (SEC). "Ir a las clases, escuchar atentamente lo que indica el profesor o tutor de estos temas, ir al manual y destacar sólo lo que preguntan o hay más papeletas de que caiga...obviamente, esquematizar el contenido y utilizar reglas mnemotécnicas nos va a ayudar a recordar esos aspectos que se nos atraviesan".
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