A medida que se envejece, las capacidades físicas se suelen ver mermadas, llegando a dificultar desarrollar la vida con total independencia. Por fortuna, cada vez existen más productos para ayudar a las personas mayores. Y esto es así tanto a nivel de órtesis, que ayudan a mejorar la funcionalidad de aquella parte del cuerpo que por una patología concreta ha perdido o disminuido su funcionalidad, como ayudas técnicas destinadas a facilitar la movilidad.
“Los fabricantes de productos ortoprotésicos y los de ayudas técnicas están constantemente innovando y diseñando nuevos productos que faciliten el día a día de nuestros mayores. Una población cada vez más envejecida a nivel mundial mueve a la industria hacia una constante innovación en producto que solvente problemas que antes no se habían considerado o no estaban bien resueltos”, explica Ignacio Prim, presidente del sector de Ortopedia de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin).
Aunque personas no especializadas pueden pensar que esta evolución es insignificante, ya que los productos siguen siendo prácticamente los mismos, lo cierto es que hay importantes avances. “Si indagamos, podremos apreciar que cada vez son menos los casos que quedan sin poder adaptar las ayudas a necesidades de elevada complejidad. La evolución de estos dispositivos se aprecia en los detalles más que en una revolución del formato utilizado”, apunta Concha Rico, técnica ortoprotésica y farmacéutica y presidenta de la Asociación de Ortopedias de Andalucía (Asoan) y secretaria de la Federación Española de Ortopedia (Fedop).
La revolución de los materiales
Uno de los cambios más significativos que se ha producido en los últimos años ha sido en los materiales. “Antes se utilizaba mucho el acero y ya se ha generalizado bastante la utilización del aluminio, lo cual aligera mucho el peso de estos productos”, comenta Nieves Mijimolle, vocal de ortopedia del Colegio de Farmacéuticos de Madrid, algo en lo que coincide Prim, quien añade también que el uso de los plásticos y las aleaciones de aluminio están en constante desarrollo para no solo minimizar el peso de los productos sino también garantizar unas condiciones de resistencia óptimas.
En este sentido, también se destaca la incorporación de materiales como las fibras de carbono y vidrio. “En este caso se trata de materiales ultraligeros que se han introducido sobre todo en la parte ortésica y en la protésica, porque no es lo mismo una prótesis hecha con estos materiales que con otros más pesados”, continúa explicando Mijimolle. “Hoy en día no se podría concebir la fabricación de prótesis de miembro inferior sin estos materiales”, resalta Prim. Según sus datos, el 80% de las amputaciones que se dan en nuestro país se producen en personas mayores de 65 años. “Debido a que el paciente tipo es una persona mayor, siempre se trata de conseguir la máxima respuesta energética con el menor peso del dispositivo. A estos efectos, tanto las fibras de carbono como las de vidrio se han convertido en nuestros mejores aliados”, añade el experto.
El desarrollo de productos ortésicos textiles busca fibras que, además de ser confortables y cómodas de utilizar, produzcan la contención deseada
Una de las mayores innovaciones se encuentra también en el desarrollo de productos ortésicos textiles, en los que se buscan fibras que, además de ser confortables y cómodas de utilizar, produzcan la contención deseada, según la necesidad específica de cada usuario y de cada patología. “En este sentido, se puede decir que hay una carrera entre los fabricantes para conseguir desarrollar productos cada vez más funcionales, ligeros y cómodos de llevar”, explica Prim.
No solo los materiales han tenido una revolución, también ha habido importantes cambios en los diseños de estos productos, como señala Mijimolle. “Primero para mejorar las prestaciones, incluyendo más ruedas o con más agarre, así como sistemas de frenado cada vez más ampliados o baterías más pequeñas y ligeras que mejoran la autonomía. Pero también en cuanto al uso de colores, dibujos o personalizaciones, que hace que estos productos sean más atractivos, haciendo que sean más aceptados tanto por los propios usuarios como por su entorno”.
“También se ha innovado bastante en la introducción de elementos amortiguadores, y en una mejor construcción con nuevos materiales ligeros, nuevas formas y secciones de los tubos que conforman los chasis o cuerpos de las ayudas”, añade Rico.
En la mejora de estos productos está teniendo también una importancia cada vez mayor el uso de programas de diseño gráfico de elevada potencia, que han permitido optimizarlos para lograr su función con la menor contención posible. “Otras tecnologías, como la soldadura por ultrasonidos, nos permiten conseguir productos sin costuras, muy importante para su aplicación en distintas patologías como la diabetes, en las que una simple costura de un calcetín puede producir heridas de muy difícil curación”, comenta Prim.
Los programas de diseño gráfico de elevada potencia contribuyen a optimizar los productos de ortopedia
En los últimos años también se ha visto un gran impulso en el desarrollo de la tecnología 3D, tanto para el diseño como para la producción de los productos. Esto también está siendo algo cada vez más empleado en este ámbito de ortopedia y ayudas para la movilidad de personas mayores. “Lo que ha llegado ha sido sobre todo el diseño en 3D. Antiguamente, era necesario emplear moldes de escayola, pero esto ha cambiado y hoy en día se utiliza un sistema de escaneo, lo cual permite una mayor precisión en la toma del molde”, explica Mijimolle. Así, afirma que la impresión de productos 3D ya es una realidad en algunos productos, como las órtesis plantares.
Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer, como explica Rico. “La impresión en 3D -comenta la experta-posee todavía muchas limitaciones en propiedades mecánicas. Sí podemos destacar el desarrollo y la introducción de filamentos biocompatibles, que permiten la fabricación de órtesis, mientras que otros tipos de filamento quedan reservados a usos que no impliquen contacto con la piel”; ahora bien, añade que su uso no está todavía muy extendido, puesto que eso implica la formación en nuevos procesos productivos y herramientas lejanas a la ortopedia clásica.
Aun así, Rico se muestra optimista de cara al futuro y lo que esta tecnología puede suponer. “Desde el sector de ortopedia se ha invertido en formación y desarrollo, de manera que ya existen varios sistemas para su aplicación que están permitiendo un avance y evolución y que está transformando la ortopedia clásica de una manera que hace solo unos años no podíamos ni imaginar”.
La importancia de un buen asesoramiento
Este desarrollo ha facilitado que se haya incrementado su producción y esto también ha supuesto que sea más común encontrarse algunos de estos productos en canales de distribución alternativos a la farmacia. “Lamentablemente, es cada vez más habitual que las personas mayores busquen y compren directamente o a través de sus hijos este tipo de productos por internet o en establecimientos no especializados o grandes superficies. Consideramos esta un grave error, ya que hay productos muy específicos para cada dolencia y cada persona es un caso que debe ser asesorado por un especialista”, apunta Prim corroborado por Mijimolle.
Además, un mal uso de estos productos no es inocuo, resalta Rico: “No solo puede implicar lesiones, sino también propiciar accidentes de diversa gravedad que produzcan contusiones o fracturas”, concluye.
Cómo superar el miedo a perder la independencia
Una de las principales barreras para el uso de la ortopedia y las ayudas a la movilidad entre los mayores es el hecho de tener que reconocer que se está perdiendo independencia. “En no pocas ocasiones se pospone el uso de este tipo de dispositivos por el componente psicológico que conllevan. Siempre se tiene la sensación de dependencia o una falta de autoestima asociada a la necesidad de usar estas ayudas, pero en el mismo momento en que se empiezan a utilizar, estas sensaciones desaparecen”, explica Ignacio Prim, de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin).
Nieves Mijimolle, del COF de Madrid, coincide en esta apreciación e insiste en la necesidad de empezar a utilizar estas ayudas lo antes posible. “Lo que no puede ser es que una persona mayor deje de hacer una actividad tan sencilla como ir a comprar el pan todas las mañanas por culpa de esto. Es cuando empieza a dejar de hacer estas actividades cuando deja de ser independiente y hay pérdida de la autoestima. Es la gran paradoja, que por pensar que se pierde independencia por usarlas es cuando se acaba siendo dependiente”.
Por ese motivo, el momento ideal para plantearse esta opción es cuando el estado general de salud de la persona no le permita realizar funciones básicas en su vida cotidiana que garanticen su bienestar. “Dichas ayudas le permitirán recuperar total o parcialmente estas funciones”, resalta la farmacéutica y técnica ortoprotésica Concha Rico. Las farmacias, por su modelo de cercanía y al ser un espacio donde las personas mayores acuden con frecuencia, pueden convertirse en un importante centro de asesoramiento. “El farmacéutico establece un vínculo de proximidad y confianza con los pacientes y puede jugar un papel importante para la indicación
y el asesoramiento de estos productos, sobre todo en los de fabricación estándar”, dice Mijimolle.
Tanto es así que asegura que en los últimos años se están llevando a cabo desde diferentes colegios oficiales de farmacéuticos formaciones sobre productos básicos de ortopedia y ayuda a la movilidad.
via Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/3yeQxe2
No hay comentarios:
Publicar un comentario