Los últimos datos sobre la incidencia acumulada de la covid-19 en Europa mantienen a España a la cabeza de los países con mejores cifras. La evolución de los contagios en nuestro país (incidencia acumulada por cada 100.000 habitantes a 14 días) a lo largo de esta semana, desde el lunes, 20 de septiembre, al jueves, 23 ha sido de: 91, 78, 74 y 71 de incidencia.
Durante ese mismo periodo, en el resto de países de nuestro entorno, las cifran han sido peores. En el Reino Unido han seguido la siguiente evolución: 714, 670, 662, 654. En Francia: 202, 175, 165, 156. En Italia: 115, 105, 103 y 100. En Alemania: 170, 160, 156, 151. En Portugal (129), Suecia (132) o Países Bajos (168) también tienen una incidencia acumulada por encima de la que registra España.
Después de un verano duro, con indencias de por encima de 650 casos -el 26 de julio se notificaron 700 casos-, las cifras de estas últimas semanas invitan al optimismo. Sin embargo, los expertos en este campo mantienen la prudencia y un mensaje: "Hay pandemia para rato".
"Podemos felicitarnos por esta incidencia, porque creo que se han hecho bien muchas cosas. Se han aplicado normas que han funcionado. Pero, no nos podemos confiar, porque cuando muchos países de nuestro alrededor están mal, hay que desconfiar. El virus no entiende de fronteras. En cualquier momento puede pasar lo que hemos visto que ha sucedido en Estados Unidos y en Gran Bretaña, con repuntes de la incidencia. La pandemia fluctúa, va haciendo olas y no podemos confiarnos", explica Salvador Macip, profesor de estudios de Ciencias de la Salud de la UOC.
Macip reconoce que en estas situaciones "uno de los problemas es que buscamos explicaciones sencillas y eso no siempre es posible. En este caso, creo que no hay un solo factor que explique por qué España está así".
¿Podría ser porque también España lidera los porcentajes de población vacunada? "No.Tampoco la vacunación explica la situación, porque no veo que el porcentaje de población vacunada en España sea tan diferente al de Alemania o Francia, cuando los porcentajes están en torno al 60, 70 o 75%... Así que no es una situación que explique, por si sola, esa menor incidencia".
En conclusión, el profesor de la UOC, admite que "debemos felicitarnos, pero ahora empieza el otoño y no podemos relajarnos. Lo que ha funcionado en verano, no va a funcionar en otoño, donde el virus va a tener otra vías de expansión".
Más prudente incluso, se muestra Joan Cayla, de la Sociedad Española de Epidemiología, quien considera que la diferencia en la incidencia entre España y el resto de países de la Europa continental "es mínima". "Hay que descartar al Reino Unido, donde el 19 de julio decidió levantar las restricciones aunque los contagios no indicaban dar ese paso. Ahora, tiene unas cifras de incidencia muy por encima de los países de la Europa occidental".
Cayla recuerda que España pasó un verano con una incidencia más alta, "sobre todo por los contagios entre la población más joven". Pero, razona que "esos contagios han generado también inmunidad entre esa población". Como Masip, el epidemiólogo no reconoce un único factor como responsable de las cifras actuales, y además, advierte que no hay que bajar la guardia."Hay un riesgo de repetir errores del pasado o que han cometido, por ejemplo, en Reino Unido".
Frente al dato de la incidencia, Joan Cayla destaca las cifras de la mortalidad. Los datos absolutos de muertes en España en lo que va de pandemia, según la ECDC (European Centre for Disease Prevention and Control), son de 86.185 (un 0,18% de la población). En Francia, Italia y Alemania esa cifra es de 116.371 (0,17%), 130.551 (0,21%) y 93.303 (0,11%).
"La mortalidad en España es muy alta y no ha sido mayor este verano, porque la población más vulnerable, los ancianos y mayores, ya estaban vacunados". En todo caso, reitera que "hay pandemia para rato".
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