La pandemia coronavírica ha llevado a los telediarios, a los noticieros radiados y a las páginas de la prensa escrita generalista un término que tradicionalmente solo usábamos entre médicos para referirnos a los vectores pasivos de una enfermedad infectocontagiosa: ‘fómite’ (en algunos países de América, con pronunciación llana antietimológica ‘fomite’), en referencia al objeto inanimado que, por estar contaminado por microbios patógenos, puede transmitir una infección.
Es latinismo, puesto que deriva directamente del latín fōmĕs (yesca); posiblemente por comparación entre la yesca (material seco que se inflama cuando recibe la chispa de un pedernal) y un objeto inocuo en sí, pero capaz de transmitir una infección cuando aloja microrganismos patógenos. El plural latino de fōmĕs es fōmĭtēs, y eso explica la doble forma que el término puede adoptar en español: la mayoría decimos fómite (en plural, fómites), pero es también correcto hablar de fomes (plural invariable: un fomes, varios fomes).
Fernando A. Navarro
La pandemia coronavírica ha llevado a los noticieros el término médico para los vectores pasivos de una enfermedad infectocontagiosa: ‘fómite’. Off Fernando A. Navarro Offvia Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/38xeQqQ
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