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martes, 7 de julio de 2020

La vitamina D en los celiacos, siempre con prescripción

Autocuidado
gemasuarez
Mar, 07/07/2020 - 17:00
Complemento verus medicamento
El 27 de mayo se celebra el Día Nacional del Celiaco.
El 27 de mayo se celebra el Día Nacional del Celiaco.

El porcentaje de celiacos con una densidad ósea inferior a lo normal se ha llegado a cifrar, en algunos estudios realizados en España, en un 70% en el momento del diagnóstico, y en 40% después del diagnóstico.

Es más, Elena Alonso Aperte, vicedecana de Enseñanzas, Estudiantes y Calidad y catedrática de Nutrición y Bromatología de la Universidad San Pablo CEU (Madrid), señala que los estudios realizados por el equipo de investigación CEU NutriFood muestran que un 30% de los hombres y un 45% de las mujeres tienen valores de densidad ósea establecidos como de osteopenia o de osteoporosis después de llevar más de un año con la dieta sin gluten.

Y esto está muy relacionado con la ingesta de vitamina D, cuya función es la absorción del calcio por el intestino. 

Como explica José Luis Neyro, del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario Cruces (Bilbao), explica que la vitamina D "no es ni una ni una vitamina sino un conjunto de sustancias que conforman un complejo hormonal". "La diferencia entre hormona y vitamina -continúa- es que las vitaminas no se pueden producir por el organismo sino que se deben ingerir a través de los alimentos, bebidas o fármacos. El complejo hormonal D se llama hormona porque el organismo la fabrica y lo hace en un lugar y actúa en otros distintos a donde se ha fabricado".

Además, recuerda que "se genera a lo largo de diferentes mecanismos metabólicos que tienen que ver con la piel". Así, añade que debajo de la piel "se fabrica una provitamina D que se oferta al hígado, y éste, cuando está en buenas condiciones, hidroxila ese producto y sale la 25-hidroxivitamina D, que no es biológicamente activa, porque es el metabolito que se oferta al riñón, para que en éste, si está sano, se dihidroxile y del riñón sale la 1-25 dihidroxicolecalciferol, que es biológicamente activa". 

Pero el experto advierte de que no todo el mundo puede fabricar esto. No lo harán, "los que tengan problemas en la piel (psoriasis, dermatosis, dermatitis, alergia al sol...), los que no toman el sol, los que tienen problemas hepáticos (fibrosis, hepatitis), los que sufren hígado graso, los enfermos renales, los obesos y también los celiacos, porque su intestino está dañado por los efectos del gluten, que no digieren adecuadamente".

Neyro apunta que el calcio debe llegar al intestino por la dieta, además de tener una buena cantidad de vitamina D y un intestino en condiciones y "aquí es donde tienen el problema los celiacos, que no absorben nada, tienen diarreas, pierden peso y está comprobado que las personas con un peso muy por debajo de lo que se requiere por su altura aumenta el riesgo de no desarrollar la masa ósea esperada".

Mecanismos de compensación

Además, el ginecólogo recuerda que si hay déficit de calcio, se ponen en marcha mecanismos de compensación: "Si no hay calcio en la comida o no se absorbe porque el paciente es celiaco, se producen alteraciones en los músculos". "¿Y qué tienen que ver los músculos?", se pregunta. "Esto tiene que ver porque, gracias al calcio, se producen en las células musculares el entrecruzamiento de unas proteínas que hay en su interior, llamadas actina y miosina, que hacen que la fibra muscular se acorte y se produzca una contracción muscular. Pues bien, ese entrecruzamiento se debe a la entrada en la célula del calcio procedente de la sangre, pero si no hay vitamina D suficiente, no hay absorción de calcio, y sin él hay alteraciones en la contractividad muscular, con lo cual aparecen los dolores, fatiga muscular, calambres... y el organismo, pensando en el corazón -que es otro músculo que se tiene que contraer cinco veces por segundo-, pone en marcha mecanismos de compensación y le pide a otra hormona, la paratohormona (PTH), que está en cantidad normal, que vaya a buscar calcio allá donde hay mucho y en todos los organismos el calcio se acumula en el esqueleto. Por tanto, la PTH destruye hueso, se libera calcio del hueso y, así, se libera calcio a la sangre; eso sí, quien paga la factura es el esqueleto".

Ante esta situación, el experto dice que si se está tres meses sin vitamina D, no pasa nada; en seis meses, el individuo estará más cansancio, tendrá calambres... pero en dos años es posible que esté desarrollando osteoporosis".

Actuar a tiempo

Lina Robles, nutricionista del Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela, declara que los problemas óseos en los celiacos "no tienen por qué ser graves si se detecta a tiempo y se suplementa de la manera correcta".

Alonso Aperte, añade que en el caso de los niños, "los problemas óseos se pueden revertir con una dieta adecuada y una exposición solar controlada y segura, una vez las vellosidades intestinales queden restablecidas, ya que se encuentran en periodo de crecimiento óseo y, por tanto, de formación de hueso; aunque habría que monitorizar la densidad ósea regularmente".

Respecto a los adultos, reconoce que es más problemático, "ya que el pico mineral ósea se alcanza a una edad de 25 años, aproximadamente, y a partir de esta edad se va produciendo una progresiva pérdida mineral del hueso (resorción ósea) que puede agravarse si la absorción de nutrientes no es adecuada".

Retirar el gluten y suplementar

¿Y cuál es la primera medida que hay que tomar? Según Neyro, eliminar el gluten de la dieta y después, en función de la carencia de vitamina D que sufra el paciente, suplementar de una forma u otra. "Pero no a todos los pacientes hay que suplementar por se celiacos", ha advertido.

Como detalla la experta del CEU, la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) acepta que los niveles de vitamina D deben mantenerse unas concentraciones de 25OHD en sangre de entre 30 y 70 ng/ml. "Niveles por debajo de 20 ng/ml son indicativos de insuficiencia y por debajo de 10 ng/ml de deficiencia. Por tanto, se debe recurrir a la suplementación cuando los niveles sanguíneos son inferiores a 20 ng/ml".

En lo que todos los expertos coinciden es en que esa suplementación siempre debe ser bajo prescripción médica, puesto que previamente hay que comprobar mediante analítica en qué niveles de vitamina D está.

A juicio de Robles, "es el especialista quien debe valorar si el paciente tiene unos niveles como para suplementar y cada cuánto tiempo hay que tomar la vitamina D o, por el contario, si se pueden elevar dichos niveles con la dieta y la exposición solar. Además hay que estudiar otros factores que pueden estar relacionados".

Neyro introduce otro condicionante, no es lo mismo un complemento alimenticio (de recomendación farmacéutica) que un medicamento y las concentraciones de vitamina D de uno y otro no son las mismas. "Si un farmacéutico que atiende a una persona a la que ha recomendado complementos alimenticios ve que está perdiendo peso, está más delgada y tiene diarreas constantes debe derivar al médico para que la valora. Y si es un celiaco diagnosticado no recomendarle esos complementos con vitamina D, porque no sabe cuál es la carencia que sufre y probablemente esa complemento no le aporte las cantidades que necesita". 

En cuanto a los medicamentos, llamados análogos de la vitamina D, el ginecólogo hace hincapié en que el especialista debe saber cuál elegir. Y pone un ejemplo: "A una persona celiaca, que además tiene hígado graso, se le puede prescribir calcifediol, porque no se está sobrecargando su hígado".

La experta de Sanitas menciona los posibles efectos secundarios de la suplementación de calcio, de los que se puede informar desde la farmacia comunitaria. Uno de ellos es "la aparición de hipercalcemia y pueden dar lugar a náuseas, vómitos, falta de apetito, estreñimiento, debilidad y pérdida de peso. Los síntomas pueden evolucionar en dolor los huesos y en la formación de cálculos".

Respecto a la duración del tratamiento mediante suplementos (no complementos alimenticios), esta suele ser larga, "de al menos tres meses antes de observarse efectos significativos. A veces, la suplementación hay que mantenerla durante años", dice Alonso Aperte.

Consejo farmacéutico

Por tanto, el papel del farmacéutico con estos pacientes es recomendar una alimentación rica en vitamina D, señalando los alimentos que la contienen en mayores cantidades. Como apunta Alonso Aperte, los más ricos son "los pescados, especialmente los grasos o azules, como el salmón, las sardinas, la caballa, el atún, etc. También la yema del huevo y los lácteos enteros". "Las recomendaciones de consumos de estos alimentos -continúa- son tomar cuatro raciones semanales de pescado, 3-4 semanales de huevos y 3 raciones diarias de lácteos".

El consejo farmacéutico también pasa por recomendar una exposición solar responsable, pues de esta forma también se produce vitamina D. Sobre este asunto, Robles afirma que hay cierta controversia sobre si los factores de protección solar (FPS) de las cremas impiden o no la producción de vitamina D. Según Natalia Úbeda Martín, profesora titular de Nutrición y Bromatología de la Facultad de Farmacia Universidad San Pablo CEU (Madrid), "la aplicación de protección solar con un FPS 8 reduce la producción de vitamina D en un 95%".

En cualquier caso desde la Universidad San Pablo CEU, a través de una infografía elaborada sobre celiaquía y vitamina D, afirman que lo recomendable es "una exposición diaria de 10 a 30 minutos en manos, caray brazos".

Los problemas óseos pueden aparecer en algunas personas con este tratorno. El farmacéutico puede recomendar alimentos ricos en este micronutriente, pero la suplementación debe recaer en el médico. Off Gema Suárez Mellado Farmacia Comunitaria Off

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