La Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios (MHRA) del Reino Unido ha advertido que las personas con un historial de reacciones alérgicas 'significativas' a medicamentos, vacunas o alimentos no deben recibir la vacuna de Pfizer y BionTech que empezó a suministrarse ayer martes en el citado país. La agencia ha avisado también a las compañías, y les ha comunicado la elaboración de dos informes de "tarjeta amarilla" que pueden estar asociados con una reacción alérgica tras la administración de su vacuna frente a la covid-19, conocida como BNT162b2, según informa EFE.
Como medida de precaución, el regulador británico ha emitido una guía temporal al NHS (Servicio Nacional de Salud) para que no se administre la vacuna a alérgicos con reacciones 'significativas' previas mientras realiza una investigación más detallada para entender completamente cada caso y sus causas.
Pfizer y BioNTech han informado de que están apoyando al MHRA en la investigación, y han recordado en un comunicado que "en el ensayo clínico fundamental de la tercera fase, esta vacuna fue en general bien tolerada sin que el comité independiente de vigilancia de los datos informara de ningún problema grave de seguridad. El ensayo ha reclutado más de 44.000 participantes hasta la fecha, de los cuales más de 42.000 han recibido una segunda vacuna".
Antecedentes alérgicos
Esta advertencia se produce después de que dos miembros del personal del NHS sufrieran una reacción alérgica tras serles administrada la vacuna. Ambos tenían antecedentes de reacciones alérgicas graves y ahora se están recuperando bien, según confirmó el NHS. La guía de la MHRA recoge que "cualquier persona con un historial de una reacción alérgica significativa a una vacuna, medicamento o alimento (como un historial previo de reacción anafilactoide o aquellos a quienes se les haya recomendado que lleven un autoinyector de adrenalina) no deben recibir la vacuna de Pfizer/BioNTech".
Las inmunizaciones con esta vacuna empezaron ayer en 50 grandes hospitales del Reino Unido, en lo que el Gobierno británico ha denominado el V-Day (día de la V, o de la vacunación). Las primeras dosis están destinadas a los mayores de 80 años y empleados del sector sanitario y de hogares de ancianos. El Reino Unido tiene comprometidas 40 millones de vacunas, que permitirán inmunizar a 20 millones de personas.
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