El Servicio Catalán de la Salud (CatSalut) prevé la construcción de unos 60 espacios supletorios en otros tantos centros de atención primaria (CAP) de Cataluña, de igual forma que construye cinco edificios anexos polivalentes en los hospitales Moisés Broggi, de Sant Joan Despí; Pere Virgili, de Barcelona; Arnau de Vilanova, de Lérida; Germans Trias, de Badalona, y Bellvitge, en Hospitalet de Llobregat. Todas las construcciones darán respuesta, inicialmente, a necesidades por la actual pandemia de covid-19.
En el caso de los espacios supletorios para CAP, servirán de entrada para lograr circuitos diferenciados covid y no covid, aunque serán gestionados por los propios CAP, que decidirán su uso concreto. Se han proyectado espacios modulares de rápida construcción. En Cataluña hay 433 CAP, 28 centros de urgencias de atención primaria (CUAP) y 789 consultorios locales (en poblaciones rurales). La mayoría de los CAP cuentan con espacios para vacunación de la gripe y espacios para realizar PCR y test de antígenos, en buena parte gracias a 568 espacios cedidos en toda Cataluña por 378 ayuntamientos.
La primaria ha estado sometida durante la pandemia a una fuerte presión asistencial y tensiones por la falta de recursos, según han venido denunciando especialmente el sindicato Médicos de Cataluña, la Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria (Camfic) y el Foro Catalán de Atención Primaria (Focap).
Según datos del CatSalut, el global de la actividad habitual (no covid) en la atención primaria en 2020 comparada con el de 2019 muestra un decremento de un 12%, pero, sumando covid y no covid, en los últimos 5 meses se ha hecho un 96% de toda la actividad realizada en 2019. Con el impacto de la pandemia, la actividad global en este nivel se ha incrementado un 6,8% este año respecto al pasado.
El CatSalut destaca su plan de refuerzo de este nivel, con la incorporación de marzo a octubre de 2.089 profesionales coyunturales y 1.169 estructurales, que suman 3.258. También apunta que se ha simplificado la burocracia y la gestión administrativa (permisos, bajas, contactos estrechos) y se han maximización las competencias de los profesionales sanitarios, entre otras mejoras.
'Se nos ha acabado la paciencia'
Pero todo ello no resulta suficiente, según la FOCAP, que junto a otras entidades defensoras de la calidad de la atención primaria, enviaron un manifiesto el pasado 20 de noviembre al Gobierno de la Generalitat, el departamento de Salud y el Consorcio Sanitario de Barcelona (integrado por Generalitat y ayuntamiento de Barcelona) titulado Se nos ha acabado la paciencia, en el que explican que “la pandemia que estamos sufriendo ha puesto de manifiesto las debilidades de nuestro sistema sanitario público y las graves consecuencias de las privatizaciones y recortes en los últimos años se le han infligido desde el gobierno de la Generalitat. Consecuencias que se están manifestando con más crueldad en la atención primaria, que ha sufrido los recortes más duros. Y a esta AP ya muy castigada y con profundas deficiencias estructurales se le ha añadido la sobrecarga que supone el control de la pandemia en la comunidad, las residencias y las escuelas”.
Aseguran que “el normal funcionamiento de la atención de calidad a las personas con enfermedades habituales no covid está desapareciendo con graves efectos para la salud de las personas (…). Y hemos de tener presente que si cae la AP caerá todo el sistema sanitario público catalán”.
Y añaden que “actualmente muchas de las características que definen una AP de calidad están siendo severamente puestas en cuestión. En primer lugar el acceso a los centros y los profesionales se ha roto, todo el mundo puede ver las colas a las puertas de los centros, personas mayores y enfermas soportando el calor, la lluvia y ahora ya el frío, las líneas telefónicas están colapsadas, hay gran demora para que te devuelvan la llamada y las visitas presenciales están a menudo bloqueadas. Nuestro derecho a la confidencialidad se ve roto al ser preguntados en la calle y delante de todos -¿Qué le pasa? ¿Por qué viene? ...-”.
Asimismo, recuerdan que “los profesionales están agotados física y emocionalmente, desesperados y desbordados, con gran parte de su tiempo ocupado en hacer burocracia ineficaz. Algunos están renunciando a su trabajo al ver imposible hacerse cargo por más tiempo”.
Exigen, entre otras muchas medidas, que el presupuesto para atención primaria suponga al menos el 25% (actualmente es del 14,7%) del presupuesto total destinado a sanidad, tal como recomienda la Organización Mundial de la Salud. Según el CatSalut, en 2020 se acercará al nivel de gasto en primaria de 2010, con 1.821,09 millones de euros, cuando en 2019 fueron 1.591,12 millones. Y también sugieren que el 50% de las aportaciones extraordinarias para la covid-19 en Cataluña se destinen prioritariamente a los ámbitos de primaria y de Salud Pública.
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