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domingo, 13 de diciembre de 2020

"El paciente geriátrico tiene un perfil muy heterogéneo y requiere una atención individualizada"

Profesión
manuelbustelo
Dom, 13/12/2020 - 08:00
Certificación
Ángel García Álvarez, farmacéutico del Hospital Comarcal de Inca, ha sido el primero en España en obtener el BPS de Geriatría.
Ángel García Álvarez, farmacéutico del Hospital Comarcal de Inca, ha sido el primero en España en obtener el BPS de Geriatría.

El envejecimiento de la población en los últimos años y el aumento de la esperanza de vida, sumados a las mejoras terapéuticas en el manejo de muchas patologías crónicas, hacen del paciente mayor un actor de primer orden dentro del sistema sanitario. A pesar de que este paciente suele identificarse con un perfil estándar (crónico, pluripatológico, polimedicado, con limitaciones físicas...), no todos responden a este estereotipo, por lo que es necesario un conocimiento por parte del profesional que permita un abordaje óptimo y una atención individualizada. 

Ésta es la base sobre la que se asienta la especialización conseguida por Ángel García Álvarez, farmacéutico del Hospital Comarcal de Inca (Baleares), que ha sido el primer facultativo en España que ha obtenido el BPS (board of pharmacy specialties) de Geriatría. Se trata de una capacitación superior, una certificación internacional (concedido por la Asociación Farmacéutica Americana) que reconoce la cualificación y las capacidades del farmacéutico dentro de un área específica. En una entrevista con este periódico, García Álvarez cuenta por qué apostó por este ámbito de especialización, qué capacitaciones reconoce y cuál es su aplicación en la práctica clínica.

Pregunta. ¿Por qué se decantó por realizar el BPS de Geriatría?

Respuesta. La Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) apuesta mucho por esta certificación. Los BPS que se ofertan desde la SEFH se centran en cuatro áreas (Oncología, Farmacoterapia, Nutrición y Salud Mental), pero no se incluye el de Geriatría; así que lo realicé de manera individual, siempre apoyado y respaldado por ellos.

Aunque durante varios años solicité las becas de la SEFH para poder realizar el BPS de Farmacoterapia, no cuento con un nivel de inglés certificado, así que no pude acceder a ellas. Esto me hizo plantearme ser más proactivo, buscármelo por mi cuenta y analizar todos los que había disponibles. Fue entonces cuando descubrí el de Geriatría y me decanté por él.

P. ¿Cuáles son las cualidades y capacitaciones profesionales que reconoce este BPS al farmacéutico de hospital?

R. El paciente geriátrico tiene unas necesidades muy características y muy especiales, y este BPS te permite centrarte en ellas. Se trata de un paciente muy heterogéneo que engloba desde una persona de 90 años que está muy bien de salud -tanto a nivel físico como cognitivo- hasta un paciente dependiente que vive en una residencia sociosanitaria, pasando por el que vive solo en su casa o el que habita solo pero precisa de apoyo familiar. Y como éstos, hay muchos perfiles más. Este BPS lo que intenta es que tú sepas, atendiendo a esta heterogeneidad, identificar las necesidades terapéuticas y asistenciales de cada uno de estos pacientes. Se trata, en definitiva, de poner el foco en un paciente que tiene un perfil muy heterogéneo y que requiere una atención individualizada.

Visto de otra manera, dentro del estereotipo de fragilidad y vulnerabilidad del paciente geriátrico, lo que busca esta certificación es poder ver toda la variedad de pacientes que hay dentro, eliminar el encasillamiento y dimensionar su abordaje en función de sus necesidades concretas.

P. Imagino que la obtención de un BPS implica, no sólo adquirir conocimientos teóricos, sino además saber extrapolarlos a la labor diaria, ¿no?

R. Así es. El BPS tiene mucha parte que es de conocimiento, pero para poder obtenerlo debes demostrar que sabes aplicar todo ese conocimiento. Su obtención implica conocer la teoría y saber extrapolarlo a pacientes concretos a través del planteamiento de casos clínicos. Además, este BPS te permite ir más allá y conocer funciones y actuaciones de determinados fármacos en pacientes muy mayores, ya que son un colectivo muy poco representado en los ensayos clínicos convencionales. Aporta un conocimiento que no existe en muchas guías clínicas, por lo que te permite ir más allá y paliar esa falta de conocimiento con otras habilidades.

P. Entiendo que, además, este BPS permitirá conocer y profundizar en casos extremos que no sean comunes...

R. Pues sí. Hay, por ejemplo, un aspecto que yo no había visto ni en mi etapa como residente ni en el tiempo que llevo ejerciendo como especialista, que es el enfoque del paciente paliativo. Este paciente es tremendamente dependiente y los objetivos principales son controlar sus síntomas y garantizarle la mejor calidad de vida. Es un perfil de paciente en el que yo antes apenas había profundizado y en el que he podido ahondar gracias al BPS. Me refiero, por ejemplo, a cuestiones como el balance beneficio-riesgo de determinados fármacos, cuyo uso en otros pacientes no está justificado, pero sí en el caso de pacientes paliativos.

P. Esta certificación, ¿profundiza solo en el aspecto clínico o engloba otros entornos que rodean al paciente?

R. También refuerza mucho el aspecto social y el apoyo que reciben estos pacientes, ya que son personas muy vulnerables, no solo en el aspecto físico, sino también en el personal. Un área, por ejemplo, en la que se profundiza es en el abuso que se hace de estos pacientes, tales como el abandono, la explotación económica o el tomar decisiones que les afectan sin su consentimiento. Lo que persigue esta certificación es dar pautas y directrices sobre cómo identificar esos abusos, y apostar por una mayor humanización de la asistencia.

P. Y cuando se decidió por este BPS, ¿supo que iba a ser el primer farmacéutico hospitalario de España en obtenerlo?

R. Sí, y me llamó mucho la atención. Estuve analizando el portal web donde se detallaban las condiciones de esta certificación y vi que, a nivel mundial, era el tercer BPS con mayor número de profesionales certificados (alrededor de 6.000); pero que en España no había ninguno. Eso me motivó, ya que suponía salirse de la corriente y explorar otros campos. Además, se da la circunstancia de que yo, además de trabajar como farmacéutico en el hospital, también trabajo en mi área de Atención Primaria. En esta labor, reviso y analizo la medicación de pacientes, muchos de ellos mayores, una tarea que en muchas ocasiones me generan dudas profesionales; por eso vi en este BPS una gran herramienta para optimizarla. 

P. ¿Qué tiempo ha empleado en obtener esta certificación?

R. Pues cuando me decidí a hacerlo, lo planifiqué con una previsión de un año. Empecé en octubre de 2019 y he cumplido bastante bien con el horizonte que me planteé, sobre todo teniendo en cuenta cómo ha afectado la pandemia a nuestro trabajo diario. Es más, me fijé el plazo de un año porque no quería hacer un BPS por el simple hecho de obtenerlo, sino por aprender y saber aplicarlo a la práctica profesional.

P. Y a raíz de todo ese conocimiento que ha adquirido, le pregunto: ¿hacia dónde debe ir encaminada la atención que ofrece el farmacéutico de hospital al paciente geriátrico?

R. Pues creo que lo más importante, de cara al futuro, es que el farmacéutico vaya más allá del hospital y acceda a otros ámbitos en los que este paciente está presente: Atención Primaria, centros sociosanitarios... Sobre todo porque muchos de estos pacientes, ya sea porque tienen una mayor fragilidad o porque están en un estado de enfermedad muy avanzado, no acuden al hospital. Por ello, creo que para optimizar nuestra aportación debemos acceder a esos ámbitos.

P. Además de ampliar esa presencia, ¿cree que es necesario apostar por una mejor colaboración interprofesional?

R. Eso es clave. Considero fundamental una mayor integración nuestra dentro del equipo asistencial. Pero quiero hacer una matización: llevamos años hablando de equipos multidisciplinares, pero eso no debe significar que haya un profesional de cada área, sino que se trabaje realmente en equipo y se hagan aportaciones comunes. Es esencial, además, que haya equipos en los que estén representados los distintos niveles asistenciales y que faciliten que el trabajo que se hace con el paciente geriátrico vaya más allá del hospital, de la Atención Primaria o del centro sociosanitario en el que resida. Debemos acabar con la atención sanitaria compartimentada y apostar más por una atención integral y colaborativa.

P. La heterogeneidad que se da en el paciente geriátrico, ¿hace aún más necesaria esta mayor colaboración?

R. Muchas veces, en el ámbito sanitario, vemos las cosas blancas o negras: esta terapia sí vale para este tipo de pacientes y ésta no. Pero en el paciente geriátrico existe una amplia escala de grises que te obligan a valorar pormenorizadamente, y el hecho de tener diferentes puntos de vista de distintos profesionales siempre te va a enriquecer, te va a mostrar aspectos del paciente que por ti solo no ves y te va a ayudar a tomar la mejor decisión para individualizar cada caso.

P. ¿Cree que además que para optimizar esa asistencia individualizada es importante la formación continua?

R. Por supuesto. Por eso animo a todos mis compañeros a realizar el BPS de Geriatría. Yo he disfrutado mucho haciéndolo y he visto que todo el trabajo realizado ha merecido la pena, ya que es un excelente camino para poder brindar la mejor atención.

Ángel García Álvarez ha sido el primer farmacéutico hospitalario en España que ha obtenido el BPS de Geriatría. En una entrevista con CF, explica cuál es su aplicación en el ámbito asistencial. Off Manuel F. Bustelo Profesión Profesión Off

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