El batacazo electoral de Ciudadanos pesaba todavía en su moral como una losa cuando Inés Arrimadas le convirtió en su director de su campaña para la primarias obligándole a dejarse el resto pese a los acontecimientos y el cansancio acumulado.
La victoria electoral interna le alzó en secretario de comunicación de la gestora y para cuando aspiraba ya a afrontar con un poco de calma su ritmo laboral, asumiendo sin más el escaño de diputado por Málaga, estalló la epidemia de coronavirus.
A la semana fue designado portavoz de Sanidad de Ciudadanos en el Congreso de los Diputados y a partir de ahí comenzó una auténtica vorágine de negociaciones para la ratificación de los estados de alarma y de comparecencias de la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica, en un intento del Congreso de trazar una hoja de ruta para que la sanidad y la sociedad salgan de la crisis del coronavirus.
Guillermo Díaz no es ajeno al drama que ha supuesto la epidemia y aun viendo ya la luz de la vacuna reconoce que “seguiré hablando de estos días toda mi vida”. No ha estado en la primera línea de fuego vestido con bolsas de basura pero sí luchando para que eso no vuelva a ocurrir: “Las reuniones de la Comisión de Sanidad con todo Madrid cerrado, negociar el apoyo al estado de alarma cuando dependió directamente de nosotros en mayo porque el PP se había bajado ya del carro y ERC también… Ha sido una etapa durísima y que será difícil de olvidar”.
PREGUNTA: ¿Qué ha fallado para que estemos aquí todavía sumidos en el surrealismo de hablar con una mascarilla puesta y recordando que hace ahora un año se detectaron los primeros casos de coronavirus en Wuham? ¿Ha fallado la política? ¿La ciencia? ¿La ciudadanía?
RESPUESTA: Falló el tomar esta crisis en los primeros compases como una crisis de comunicación y dejarlo en manos de relatistas, de equipos de comunicación, subestimando el verdadero peligro que suponía el coronavirus, que ya venía dando señales de su peligrosidad.Y, probablemente, hubo también mucho de profecía autocumplida, de no querer ver lo que se venía encima y preferir seguir viendo lo que encajaba mejor con sus planes.
"El Ministerio de Sanidad con Salvador Illa al frente ha llegado tarde a todo"
P: Vaya, que en un primer momento el Gobierno ni vio ni dejó ver lo que se venía encima. ¿Lo ha hecho mejor después? ¿Cómo valora la gestión de Salvador Illa y Fernando Simón al frente de la crisis del coronavirus?
R: Mi relación personal con el ministro es buena; creo que tiene muy buenas formas y que se puede hablar con él. Pero el Ministerio de Sanidad con Salvador Illa a la cabeza ha llegado tarde a todo y ha acertado más cuando se ha animado a enmendar sus propias decisiones que cuando ha actuado de primera.
P: ¿Se refiere a los vaivenes sobre las mascarillas o al ir y venir de ruedas de prensa sobre Madrid?
R: Las mascarillas son sólo un ejemplo muy claro de lo que ha sucedido. Pero también hay que reconocer que la tarea que tenía delante no era fácil porque ha tenido que afrontarla con un Ministerio de Sanidad que estaba vacío porque gobiernos tanto del PP como del PSOE habían confundido la descentralización de la sanidad con el desmantelamiento del ministerio.
"El ministerio estaba vacío; PP y PSOE confundieron descentralizar con desmantelar"
P: ¿Ha sido eso lo que ha originado el conflicto con Madrid o cree que ha habido deslealtad por alguna de las partes?
R: Aquí nadie ha querido cargar con la responsabilidad de tomar medidas que suponen coartar libertades y paralizar la economía y se han estado echando la pelota los unos a los otros. Desde Ciudadanos hemos intentado que PP y PSOE hablasen más entre ellos y que no hubiese recursos judiciales como ha llegado a ocurrir. Creo que se perdió mucho tiempo en intentar cargar la culpa a otros y ese tiempo era precioso para salvar vidas y salvar la economía.
Las cosas se están haciendo ahora algo mejor que al principio tanto por las autonomías como por algunas decisiones que toma el gobierno. Lo que sí persiste es la incertidumbre, que comenzamos la Navidad sin saber siquiera qué iba a ocurrir. El Gobierno central sigue escurriendo el bulto de liderar las decisiones, aun cuando se haya mejorado la coordinación entre administraciones.
P: Algo se habrá hecho bien en esta crisis.
R: El mayor acierto de España en esta crisis ha sido el estudio de seroprevalencia que ha sido ejemplar en toda Europa.
P: Y la vacuna… eso siempre es una buena noticia, ¿o es que no está conforme con el plan de vacunación previsto?
R: Había que haber sido más claro sobre la forma en la que se va a distribuir la vacuna y ser más claro sobre qué tipos de vacunas se van a dirigir a cada sitio y a cada colectivo y si va a haber posibilidad de elección o qué efectos va a producir no sólo en la salud de quien se vacuna sino en cuanto a si quien tenga puesta la vacuna va a ganar, por ejemplo, un ámbito de movilidad mayor o no.
"Hay que aclarar si quien se vacune ganará un mayor ámbito de movilidad"
P: ¿Está pensando en una suerte de carnet de vacunado que actúe de salvaconducto para no llevar mascarilla y saltarse los confinamientos perimetrales o un visado vacunal imprescindible que puedan exigir las empresas, las residencias de ancianos o los colegios para poder acudir a ellos?
R: Eso es precisamente lo que habría que clarificar pero para saber, por ejemplo, si la movilidad será mayor para quien esté vacunado hay que saber antes qué vacuna te van a dar y si sólo te protege de desarrollar la enfermedad o si también impide que contagies a otras personas. Si no impide los contagios, para permitir mayor movilidad habrá que esperar a vacunar a grupos completos para tener inmunidad de grupo.
Tendrá que ser la Agencia del Medicamento y el Ministerio de Sanidad quienes nos digan esto dependiendo de qué vacunas se usen en cada grupo de personas. Aquí tengo la misma ceguera que la ciudadanía.
P: Quizá eso se responda desde el comité de expertos que ha elaborado el plan de vacunación.
R: Lo de los comités de expertos empieza a parecerse a la atlántida, el bigfoot o el monstruo del lago Ness.
P: ¿Hay que vacunar a los políticos los primeros para dar ejemplo o eso es privilegiarles?
R: Creo que los políticos no son quienes tienen que decir quiénes se vacunan primero. Pero si me dices que los expertos de verdad ,los epidemiólogos, nos dicen que los políticos nos tenemos que vacunar seré el primero en hacerlo porque soy el primero que quiere combatir la pseudociencia, la anti ilustración y los movimientos antivacunas.
"Los políticos no son quienes para decidir quién se vacuna primero"
Yo no soy quién para decir si me tengo que vacunar, pero sí para decir que si me dicen que me vacune iré el primero en hacerlo. Participaré de todas las narrativas necesarias para evitar que se propaguen mensajes antivacunas y llamo a la responsabilidad a todos los partidos políticos para que no difundan esos mensajes porque creen que les dan votos.
P: Durante semanas asistimos en el Congreso a las comparecencias de expertos en la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica tras la crisis del coronavirus. ¿Realmente cree que a efectos prácticos estas comisiones sirven para algo?
R: Sí, De la Comisión para la Reconstrucción hemos sacado una hoja de ruta muy clara. Se evidenció, por ejemplo, que el Ministerio de Sanidad debe ser el centro de gravedad para la sanidad española. No puede haber 17 centros de gravedad porque eso lo que supone es que la sanidad enloquezca.
En la Comisión para la Reconstrucción eso quedó tan evidente que ni siquiera los partidos nacionalistas pudieron hacer frente a lo que los expertos fueron constatando comparecencia tras comparecencia. También quedó muy claro que la atención primaria debe ser el pulmón de la sanidad.
"Ya no quedan partidos políticos que puedan defender que los sanitarios están bien tratados"
P: Sí, pero a efectos prácticos qué implica eso?
R: Mucho. Ya no hay, por ejemplo, ningún partido hoy que pueda defender que los sanitarios están bien tratados en España en comparación con otros países; ha quedado muy claro en la Comisión para la Reconstrucción que hay que mejorar sus condiciones.
P: Fortalecer el ministerio y la primaria y mejorar las condiciones de los sanitarios. ¿Ha habido algo que se ha quedado fuera y le habría gustado ver dentro de esa hoja de ruta?
R: Me hubiese gustado que escuchando lo que decían los expertos algunos partidos, en concreto Podemos, hubieran perdido el miedo al sector privado. Esa falacia que plantea Podemos en la que parece que hay que elegir entre lo público y lo privado no es más que eso, una falacia. No hay que elegir: mucho de lo que sucede en la sanidad viene de la colaboración público privada: la vacuna sin ir más lejos es colaboración público privada. Incluir los sesgos ideológicos en todo sólo entorpece. Nadie se pregunta si el hospital es concertado o público. No hay que elegir. El sector público y el privado conviven perfectamente.
"Mucho de lo que sucede en la sanidad es fruto de la colaboración público privada, la vacuna sin ir más lejos"
P: No es eso precisamente lo que recogen los acuerdos de la Comisión para la Reconstrucción. No lo es por lo menos en lo que se refiere a formación continuada del médico, donde se ha incluido un punto para grosso modo impedir que la industria farmacéutica financie los congresos a los médicos o las asociaciones de pacientes.
R: Desde Ciudadanos estamos en contra del acuerdo que se adoptó en la Comisión para la Reconstrucción sobre esa cuestión y de hecho incluimos un punto nuestro en paralelo en el que se decía que había que regular esta formación con transparencia pero ni mucho menos prohibirla. Así que la mesa de la Reconstrucción tiene un acuerdo que es el que incluyó Podemos [para prohibirla] pero también hay otro que dice que hay que regularla.
Y lo hicimos con toda la intención porque ni nosotros ni el PP queríamos salirnos de los acuerdos de la Mesa de Reconstrucción, que incluían muchísimas cuestiones muy importantes, pero sí queríamos evitar esa prohibición que incluyó Podemos. Al no ser un documento legal sino una declaración de intenciones se quedan abiertas todas las puertas. En una ley habría sido imposible esa contradicción pero en una hoja de ruta cabe esa puerta abierta.
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P: Mucho de lo acordado en el Congreso depende con todo de las autonomías.
R: Hay muchas cuestiones que están en manos de las autonomías por lo que desde el Congreso no puedo decir cómo se va a trasladar, pero lo que ya está claro es que el presupuesto de Sanidad ha crecido de forma importantísima y que todas las legislaciones van a ir encaminadas a estabilizar la vida laboral del personal sanitario en España.
"La precariedad de los sanitarios afecta a la calidad de la atención"
Con la precariedad actual el personal sanitario no podía lanzarse a una hipoteca, pero eso no afectaba sólo a su vida privada, sino que esa precariedad afectaba a los equipos y la calidad de la atención sanitaria porque si el equipo no es estable porque está en continua rotación, la eficacia del equipo baja considerablemente.
P: En qué iniciativas covid se va a volcar especialmente Ciudadanos.
R: Son muchas, pero entre ellas hay una que nos preocupa bastante, el desarrollo tecnológico del Ministerio de Sanidad porque no puede volver a ocurrir lo que ha pasado con los datos sobre coronavirus, que una autonomía mandara un excel, otra un PDF, en otra hubiera otra persona sumando a mano o que autonomías como Cataluña ni incorporaran los datos al sistema… eso ha sido un caos que ha dificultado enormemente la labor de los epidemiólogos. Esa mejora tecnológica y digital del Ministerio es imprescindible y vamos a apretar mucho para que se haga.
"Lo de los datos ha sido un caos: no puede volver a ocurrir que unos envíen un excel, otros un PDF y otros nada"
Hay otra cuestión que nos preocupa mucho, que es covid y no covid, el desarrollo de una Estrategia Nacional de Salud Mental. No conseguimos que figurara en los Presupuestos Generales del Estado, pero sí en los acuerdos de la mesa para la Reconstrucción.
Lo que queremos es que ese plan de salud mental se centre en lo que se tiene que centrar: en la detección precoz de autismo y en un plan nacional para prevenir el suicidio que es un tema del que se habla poco pero de mucho impacto porque cada día se suicidan 10 personas; no hay ninguna causa no natural, ni los accidentes de tráfico ni ninguna otra, por la que mueran tantas personas y el Estado no está mirando de frente a esta cuesitión. Vamos a profundizar en ello para prevenirlo y para atender adecuadamente a los familiares supervivientes de un suicidio.
P: ¿Habrá sitio para iniciativas al margen de la crisis del coronavirus?
R: Con 10 diputados desde Ciudadanos tenemos la iniciativa legislativa muy menguada pero creemos que es muy imporante contar con una Ley de Cuidados Palitaivos. Se ha aprobado una ley de eutanasia, que nosotros apoyamos, pero creemos que en paralelo debe haber una de cuidados paliativos para que se recurra a la eutanasia cuando efectivamente no hay otra alternativa.
Además, nos gustaría ver que se implementa con absoluta eficacia la tarjeta sanitaria única, que ha sido el principal logro sanitario de Ciudadanos en la negociación de los Presupuestos. Esto facilitará mucho la vida de los españoles. La implantación de esa tarjeta la seguiremos con cuidado para que nadie vuelva a tener la condición de desplazado dentro de España y para que simplemente accediendo a su tarjeta cualquier ciudadanos en cualquier lugar de España pueda conocer su receta y su historia clínica.
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