El equipo de Roberto Villar Esnal, coordinador de la Unidad de Radiología Intervencionista del Hospital 12 de Octubre de Madrid, ha llevado a cabo en España el primer procedimiento con filtro bioconvertible de vena cava inferior. Su objetivo es prevenir el tromboembolismo pulmonar con una ventaja añadida y auténtica novedad en este abordaje: frente a los filtros temporales clásicos, “en este abordaje se ha implantado un filtro bioconvertible con filamenta reabsorbible, lo que evita una segunda intervención para retirarlo, acto necesario en los filtros temporales, con una ventana de protección de 60 días y reabsorbiéndose por el organismo en 180 días”, explica a DM Villar, que ha realizado el primer caso junto con el equipo formado por Ricardo San Román, Ángel Sánchez, Manuel Cabrera, Ana Pla y Marta Arroyo.
Los filtros venosos se proponen ante pacientes con riesgo de tromboembolismo pulmonar cuando existen contraindicaciones absolutas para la anticoagulación, por ejemplo, y un alto riesgo de tromboembolismo venoso recurrente, que engloba el periodo inmediato posterior a cirugías mayores.
Villar explica que, en la mayoría de las ocasiones, el procedimiento con el nuevo filtro se aplica en embolias que proceden de trombos periféricos, por eso el dispositivo se realiza sobre la vena cava inferior para frenar que las embolias lleguen al pulmón. “Se trata de trombosis venosa profunda. Desgraciadamente, a los pacientes con estas alteraciones trombóticas, este año se han sumado muchos afectados de la covid-19 en los se aplica este dispositivo, unas veces de forma preventiva y, en otros casos, porque están afectados de trombosis periféricas y su riesgo de embolia pulmonar es mucho mayor. Para pacientes covid-19 ha sido una aportación extra”.
En realidad, el nuevo filtro es una progresión de los filtros ya empleados y con un cambio radical en la historia de este tipo de abordajes. Si hace 50 años había que llevar a cabo una cirugía abierta con ligadura de la cava, la aparición de los filtros permanentes supuso un nuevo avance hasta llegar, hace unos 15 años, a los filtros temporales clásicos que se colocan para el tiempo estimado de riesgo de embolia y que posteriormente se retiran.
Así, el filtro bioconvertible es “un paso más hacia el futuro”, señala Villar. “Este es un dispositivo inicial de filtro de cava y que en el curso de 8 semanas, aproximadamente, libera unos filamentos de polímero que forman el filtro y que se quedan pegados y fijado a la pared de la cava, como una especie de ‘stent’, hasta que en ese tiempo se reabsorbe; no hay que realizar un nuevo procedimiento para retirarlo”.
La gran ventaja, según el radiólogo intervencionista, es, precisamente, que se evita el segundo procedimiento de retirada del filtro que, “en algunas ocasiones, podía constituir un abordaje problemático y dificultoso, con igual eficacia que cuando se implanta un filtro temporal, aunque es necesario concretar las indicaciones específicas".
En primer lugar, hay que pensar en pacientes en los que se considere que el riesgo de tromboembolismo va a ser temporal. Así, los candidatos podrían ser los afectados de trombosis venosas profundas por un encamamiento prolongado o para prevenir el tromboembolismo en pacientes que van a ser intervenidos y presentan más riesgo, pero “siempre pensando que va a ser algo temporal, ya que el nuevo dispositivo se reabsorbe en dos meses, y a los que hay que mantener una ligera anticoagulación”.
Aunque en Estados Unidos hay un estudio, realizado a principios de 2020, que recoge los primeros datos de este procedimiento, en España el primer caso en el que se ha implantado este novedoso filtro se realizó en el 12 de Octubre hace ahora dos semanas y la novedad, recalca Villar, es realmente el dispositivo en sí, ya que su colocación no varía respecto a la colocación de un filtro clásico temporal.
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