"Es vital entender la investigación como una inversión y no como un gasto, y más aún cuando la crisis económica derivada del impacto de la sanitaria va a poner a prueba la sostenibilidad de las finanzas públicas". Esta frase resume la esencia del mensaje que la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) quiere mandar a los ministerios de Ciencia y Universidades para instar al Ejecutivo español a potenciar la investigación en el sistema universitario español.
El papel de la investigación en el ámbito universitario, el impacto que la covid-19 ha tenido sobre ella y el temor a que la crisis (sanitaria y económica) derivada de la pandemia acreciente la brecha investigadora con los países de nuestro entorno son algunos de los ejes del informe que, bajo el título de La Universidad frente a la Pandemia, han elaborado las 76 universidades (50 públicas y 26 privadas) que aglutina CRUE. De momento, el órgano que reúne a los rectores ha remitido a los titulares de Ciencia y Universidades, Pedro Duque y Manuel Castells, respectivamente, un avance de ese informe, cuyo contenido definitivo se hará público en el primer semestre de 2021.
Pero el avance, al menos en lo relativo al estado de la investigación en el ámbito universitario, ya es suficientemente contundente para que ambos ministros tomen nota. "Con la escasa inversión que España destina a Ciencia -en torno al 1,2% del PIB- es muy complicado competir con garantías en escenarios internacionales. Es vital dotar a la actividad investigadora de fondos de financiación adecuados y suficientes, pero también mejorar la gestión de esos fondos", sentencia el avance de un informe que no sólo aborda la faceta investigadora, sino todo el proceso de adaptación llevado a cabo desde el pasado mes de marzo por las universidades españolas para amoldarse a la nueva situación generada en el ámbito docente por la pandemia.
Hacen falta más fondos, "pero también mejorar la gestión de esos fondos"
Precisamente, esa crisis sanitaria ha evidenciado, según el documento de los rectores, "las dificultades para investigar que tienen varios laboratorios universitarios y las trabas de tipo administrativo que se le plantean a los centros universitarios para facilitar la compra de material y equipos". Según CRUE, urge una "mayor flexibilidad" por parte de las administraciones públicas, "y mucho más en un estado de lucha contra un virus que no entiende de plazos administrativos".
Sobre todo -remacha el documento de los rectores- cuando la actividad investigadora universitaria, que es una de las razones de ser de los centros de enseñanza superior, viene lastrada con muchas carencias previas, como evidencia, por ejemplo, la "obsolescencia de los equipamientos existentes en algunas universidades, que tienen más de 30 años y requieren de una renovación urgente".
Por ello, el informe elaborado por el organismo que preside José Carlos Gómez Villamandos insta al Ejecutivo nacional, pero también a los gobiernos de las comunidades autónomas -competentes en materia educativa- a aprovechar "la actual crisis de la covid-19 para introducir cambios estratégicos en las políticas públicas de financiación de la I+D+i, y también en la incorporación de la I+D+i empresarial a la estrategia de competitividad de las compañías". En el mismo sentido, los rectores reclaman "una intensificación de la relación entre las universidades y las empresas".
La falta de recursos "puede seguir lastrando la captación y retención de talento"
Precisamente, la "flexibilización" del marco normativo actual para que la relación universidad-empresa sea "dinámica y fluida" es una de las propuestas recogidas en el documento estratégico presentado por CRUE a finales del pasado octubre y que, bajo el nombre de Universidad 2030 ¿Qué sociedad queremos dentro de 10 años?, resume los retos, objetivos y necesidades del sistema universitario español para la próxima década. En concreto, para incentivar la investigación universitaria, los rectores proponen en ese plan estratégico elaborar una "estrategia nacional para la educación superior", coordinada con la Estrategia de Ciencia, Tecnología e Innovación 2021-2027, del Ministerio de Ciencia, y "un modelo de captación y retención de talento".
Con respecto a este último punto, y en el marco de ese mismo plan estratégico plurianual, los rectores alertan de la posibilidad de que la falta de recursos o el mantenimiento de la tasa de reposición del personal "sigan lastrando la captación y retención de talento, ya de por sí dificultada por una insuficiente financiación de la investigación durante más de una década".
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Esa misma falta de dinero puede poner en peligro, según los responsables universitarios, el nuevo estatuto del PDI (personal docente e investigador), que el Gobierno ha prometido aprobar de forma inminente, pero que, de momento, sólo es un borrador.
Problemas de espacio y movilidad
A las carencias estructurales que detectan en materia de investigación universitaria, los rectores suman los problemas -puntuales, pero importantes- sobrevenidos con la pandemia.
Entre ellos, el avance del informe de CRUE cita "la evidente dificultad de algunos centros universitarios para encontrar espacios adecuados para el trabajo o para la divulgación, así como la reducción del número de asistentes a estas sesiones". Estas dificultades de espacio en los laboratorios de investigación de algunas universidades para cumplir con la normativa de distanciamiento también atañen a los equipos de investigación compartidos, "lo que está ralentizando las investigaciones y haciendo más complejo el trabajo en equipo".
La movilidad de los profesores e investigadores hacia otras universidades nacionales internacionales también se ha visto muy afectada, según el informe, por las restricciones impuestas por todos los países para intentar controlar la propagación de la enfermedad. "La actividad investigadora de excelencia requiere de dicha movilidad de forma ineludible", concluye CRUE.
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