La Comunidad de Madrid ha anunciado que a la vuelta a las fiestas de Navidad realizará test de antígenos a los jóvenes para evitar la expansión de la Covid-19 después de las vacaciones. Sería una más de las pruebas de cribados masivos que la autonomía viene organizando desde hace meses, igual que muchas otras comunidades, a pesar de que los profesionales siguen cuestionando la conveniencia de este tipo de test masivos.
Concretamente, Madrid tiene previsto instalar siete puntos para realizar a la vuelta de las vacaciones de Navidad test de antígenos rápidos de COVID-19 a los jóvenes con edades comprendidas entre los 18 y 29 años. Las pruebas para determinar la infección tendrán carácter voluntario y se llevarán a cabo principalmente en los campus universitarios, en colaboración con las universidades madrileñas.
Se trata de una medida enmarcada en el Plan de Navidad para frenar la expansión del virus diseñado por la Consejería de Sanidad y la Consejería de Interior, Justicia y Víctimas. El viceconsejero de Salud Pública y Plan COVID-19, Antonio Zapatero, ha avanzado que ambas consejerías están culminando el operativo para que a la vuelta de las vacaciones navideñas el Gobierno regional realice el mayor número de test de antígenos a los jóvenes de la Comunidad de Madrid.
Desde hace semanas siguen siendo el grupo de población que aglutina el mayor número de casos, con un 21%, aunque la tendencia es descendente. El objetivo de esta iniciativa es que a la vuelta de Navidad y después de los desplazamientos que realizarán los jóvenes y, en especial, los estudiantes que proceden de otras provincias, se minimice la propagación del coronavirus en la región madrileña.
En la línea de lo acordado en el Consejo Interterritorial, la Consejería de Sanidad recomienda a los estudiantes que regresen a la residencia familiar para las vacaciones navideñas que limiten las interacciones sociales y extremen las medidas de prevención los diez días anteriores a su regreso. Una vez en el domicilio, también se aconseja que limiten los contactos y respeten su burbuja de convivencia.
¿Mal uso de los recursos?
Según datos facilitados por la Consejería de Sanidad a 10 de diciembre se habían hecho un total de 555.340 test en cribados poblacionales, dirigidos a una población total de 1.889.629 personas (o sea, el 29,38% de la población objetivo). De los test realizados, 2.020 habrían dado positivo, es decir, el 0,36% de las personas que se sometieron a pruebas.
Paulino Cubero, portavoz de Facme, que precisamente esta semana se pronunció en contra de los cribados masivos, ha apuntado que "Madrid tomó una decisión pionera excelente al comprar dos millones de test antigénicos en agosto, validados por el CSIC en septiembre para estudio de casos y contactos. A su arranque a finales de ese mes se puede atribuir el “milagro madrileño” de la bajada de casos que mucho más tarde han replicado otras comunidades".
Sin embargo, "desde entonces están empeñados en gastarlos. Recuerde la promesa de la presidenta Isabel Díaz Ayuso de hacer un millón de test en una semana, posteriormente el vicepresidente Ignacio Aguado de hacer un test a todos los madrileños antes de Navidad... se han hecho cribados aleatorios en diferentes localidades con tasas ínfimas de detección, se ha pedido autorización para que lo hagan las farmacias y esta es última propuesta".
"Nuestra postura sigue siendo la misma: sin validación no hay indicación para cribado en asintomáticos excepto en focos localizados", concluye.
Lorenzo Armenteros, portavoz Covid-19 de la SEMG, recuerda que "los cribados masivos no están recomendados, hechos de forma tan indeterminada, porque no hay ningún estudio que demuestre su utilidad, aunque muchas autonomías recurran a ellos; no existe una validación clara. El valor predictivo de la prueba en asintomáticos pierde sensibilidad".
No es que los cribados masivos sean del todo inútiles, pero "sólo tienen sentido en una población concreta, en un brote localizado con una gran incidencia, por ejemplo, una residencia de estudiantes". Por contra, en estos casos se incrementan tanto el número de falsos positivos como falsos negativos, por no hablar de los recursos malgastados, aunque puedan servir para la detección precoz. "Sin embargo, en personas sintomáticas y en contactos es valioso y por eso se usan en hospitales y atención primaria". Hay que tener en cuenta que la inmensa mayoría de esos positivos que se generen y sus contactos pasarán a ser responsabilidad de primaria a pesar de su falta de recursos.
Además, "el resultado negativo en antígenos no excluye de la posibilidad de tener la enfermedad ni de contagiar; no es más que una foto fija de ese día, y lo que puede dar lugar es a la relajación de las medidas de seguridad".
Armenteros recomienda a "cualquier persona que haya tenido unos contactos diferentes a los habituales y pasen a volver a tener los contactos previos, que no se relajen, sino que incrementen aún más las medidas de seguridad como precaución".
Por su parte, el presidente del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid (Icomem), Manuel Martínez-Sellés, afirma que "desde el colegio de médicos no tenemos información suficiente para valorar la iniciativa de la Comunidad de Madrid de instalar en enero puntos de pruebas de antígenos destinadas a los más jóvenes. Sí creemos que a estas edades frecuentemente hay más interacciones sociales y más en estas fechas. Por lo tanto nos parece potencialmente interesante una estrategia para controlar posibles infecciones asintomáticas por Covid-19 tras las fiestas navideñas. Creemos que también es importante que se den mensajes destinados a conseguir que los jóvenes reduzcan su actividad social en estas fechas".
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