Durante la pandemia de la covid-19, la rotación y movilidad entre servicios y profesionales ha sido una constante. Un ejemplo son las enfermeras que, ante la presión asistencial o las bajas, han tenido que ocupar puestos en unidades de críticos para reforzar servicios o cubrir puestos específicos aunque no tuvieran experiencia en los mismos.
En este contexto, y también en aras de una formación y mejora continua para añadir valor a la organización, la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital de Denia se ha adherido al programa C19_SPACE, una iniciativa de la Unión Europea y la Sociedad Europea de Cuidados Intensivos (Escim, por sus siglas en inglés), que tiene como objetivo la formación teórica on line de enfermeras no intensivistas.
Gracias a la inclusión en el programa, una iniciativa de la dirección de Cuidados y Servicios del Departamento de Salud de Denia (DSD), se ofrece a los profesionales de otras áreas los conocimientos básicos para el reconocimiento y el manejo terapéutico del paciente crítico. Según explica Isabel Erades, enfermera y Coordinadora de Formación, Investigación y Docencia del Departamento de Salud de Denia, “va dirigido principalmente a enfermeras del bloque quirúrgico, que durante la pandemia tuvieron que prestar cuidados en la UCI, y enfermeros que habitualmente no trabajan en este área”.
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Formación 'on line' y presencial
El programa, liderado en la organización por el supervisor de la UCI, Vicent Salvà, se compone de una parte teórica, on line, “con cuestionarios para evaluar los conocimientos adquiridos” y una parte presencial. Dicha formación “es muy concreta y abarca los aspectos más importantes de la atención al paciente crítico”, incide Erades.
El programa se estructura en módulos por materias, como por ejemplo, “terapias apoyo respiratorio, infección y sepsis, monitorización hemodinámica básica o los aspectos generales de cuidados de enfermería en el paciente crítico”. Además, se realizan prácticas tutorizadas presenciales en la propia UCI del Hospital de Denia y sesiones con discusión de casos clínicos. De esta forma, afirma Erades, “complementamos la formación teórica con el contacto directo con la propia Unidad y la discusión de forma presencial de casos clínicos representativos con el resto de enfermeras participantes en el programa formativo”.
En total, apunta Salvà, el programa completo supone unas 23 horas de estudio teórico y la superación de los cuestionarios de evaluación, “además de la rotación por la propia Unidad”.
En opinión de Erades, este tipo de iniciativas son prioritarias porque “es importante para tener enfermeras formadas en áreas muy específicas como es la UCI”. En este contexto epidémico actual, reitera, “hemos aprendido que necesitamos tener profesionales con capacidad de responder en entornos a los que no están habituados”.
Asimismo, en esta línea formativa y de mejorar la seguridad del paciente y la calidad en la atención sanitaria de la Marina Alta, “se han programado sesiones clínicas para el manejo básico de los ventiladores mecánicos de la UCI, dirigidas a los profesionales de Enfermería del Bloque Quirúrgico”, remarca Salvà.
Visibilización de la especialidad
Detrás de la formación específica para enfermeras no intensivistas que está desarrollando el Hospital de Denia, también se encuentra una antigua reclamación del sector: la especialidad de Enfermería en Cuidados Intensivos.
Para Isabel Erades, enfermera y coordinadora de Formación, Investigación y Docencia del Departamento de Salud de Denia (Alicante), “creo que esta pandemia ha puesto de manifiesto que los cuidados al paciente crítico necesitan de enfermeras expertas y que no todos servimos para todo”, incidiendo en que “el salto de calidad en la atención y los cuidados pasa por tener profesionales expertos, y no podemos ser expertos en todo”.
En este sentido, preguntada sobre si la situación ha avalado la necesidad de fijar una especialidad, Erades señala que “rotundamente sí”. Para la responsable, el reconocimiento de la especialidad de Enfermería en Cuidados Críticos sería “tanto como reconocer que las UCIs son un ámbito de cuidados que requiere de una formación de especialista”, como mínimo “tanto como cualquiera de las especialidades que ya tienen la suerte de existir”.
En caso de ponerse en marcha, “la formación EIR en esta especialidad debería incluir, en mi opinión, el entrenamiento en el dominio de las técnicas especiales que realizamos en estas unidades, el conocimiento de los procesos fisiopatológicos y los cuidados del paciente crítico y el enfoque más humanista de la ética y la comunicación: en el equipo, con el paciente y con la familia. Erades incide en que “ya existen algunos programas de posgrado especializado en este ámbito. La estructuración del contenido formativo está más que resuelto”.
Sin motivos
En su opinión, insiste, “el ámbito de cuidados al paciente crítico es lo suficientemente complejo y específico para que, como ocurre con cualquier otra especialidad de Enfermería, tenga su propio currículum formativo vía EIR para la adquisición del título de especialista”, apuntando que “se nos escapan los intereses o motivos por los cuáles el Ministerio de Sanidad, este y todos los anteriores, no tiene a bien seguir avanzando en la especialización de la enfermeras”.
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