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sábado, 11 de julio de 2020

Cómo es la residencia MIR en Medicina Familiar y Comunitaria

MIR
saradomingo
Sáb, 11/07/2020 - 08:00
Las claves de la especialidad
Médico de familia
El médico de Familia por encima de todo debe saber tratar personas.

Pilar Rodríguez Ledo, tutora de residentes de Medicina de Familia en Lugo y responsable de Educación Médica de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) y María Cubillo Jiménez, residente de Medicina de Familia en Salamanca y miembro del Grupo de Residentes y Jóvenes Especialistas de SEMG exponen las características de esta especialidad llena de prejuicios. 
 

Perfil de Médico de Familia

"Es el perfil de un médico generalista, que le gusta el seguimiento del paciente en el seno de su familia y su comunidad, a lo largo de toda su vida". Así define Rodríguez cómo debe ser un médico de Familia. "A través de sus conocimientos médicos tiene que saber atender y tratar a los pacientes, pero por encima de todo debe saber tratar personas, para lo que hacen falta habilidades como la empatía y la cercanía", añade Cubillo.

Debe "valorar la comunicación de paciente-médico y la integración y coordinación con todos los profesionales, creer en la promoción de la salud y en la prevención de la enfermedad como medidas para reducir el impacto de las enfermedades, en la seguridad del paciente, y en el compromiso asistencial", comenta la tutora. 

Cubillo cree que podría considerarse "al médico de atención primaria como la piedra angular que centraliza y sustenta el arco de todos los profesionales que atienden a los pacientes". Además, piensa que en ocasiones no se tiene en cuenta que el médico de familia debe manejar la incertidumbre y convivir con ella. "Es el único especialista que no puede decir 'esto no es de lo mío', lo cual para quienes eligen esta especialidad y la viven de forma vocacional es un valor añadido".

Dificultad para obtener plaza MIR

"No es fácil, y menos tener acceso a elegir aquello que realmente te gustaría en el lugar que seleccionarías", dice Rodríguez. Para Cubillo, "lo más difícil es mantener el esfuerzo y la constancia que suponen los años de carrera más la preparación de la oposición".

Ambas reconocen que hay mucha desinformación sobre esta especialidad, una de las que tienen más prejuicios a la hora de la elección. "Existe la tendencia generalizada en las facultades de enseñar medicina de forma desglosada y poco integrada", por lo que "al acabar la carrera la idea en general de ésta es que se trata de derivar pacientes a unos u otros especialistas sin apenas capacidad de resolución", pero no es así. En su opinión "es una pena no elegir algo que puede encantarte y llenarte como profesional por culpa de una serie de prejuicios".

Horario

 "Una jornada ordinaria en turno de mañana o también de tarde o incluso deslizantes, con adaptación a la jornada de cada uno de los tutores y colaboradores docentes con los que comparte rotación a lo largo de los años de residencia. Y una jornada extraordinaria de 5 guardias al mes adicionales", explica Rodríguez.

"Varía en función del lugar donde estés rotando, de la organización de los centro y de la carga asistencial", matiza Cubillo.

A todo esto hay que añadir "cursos obligatorios del programa oficial de la especialidad fuera del horario de trabajo, otros opcionales, y muchas actividades que deben realizar para completar su formación".   

Guardias

El número de guardias varía en función del la unidad docente y del centro. "Normalmente hacen entre 5-7 guardias mensuales, de diferente duración, pero lo mayoría de 17 o de 24 horas continuadas, después de su jornada ordinaria", afirma Rodríguez. 

Las guardias son con supervisión adaptada al grado de responsabilidad del residente. Tienen, además, "la incertidumbre, por una parte, del periodo de aprendizaje en el que se encuentran, y por otra, del tipo de paciente y su diferente prioridad", dice la tutora. 

"La actividad asistencial especialmente en las horas de guardia varía de unos lugares a otros", explica Cubillo. 

Rodríguez asegura que "en general, estos turnos continuos son duros para todos los profesionales, y para los residentes por su situación formativa y por ser el primer punto de llamada más".

Rotaciones

Las principales rotaciones son Centro de Salud, Medicina Interna, patología infecciosa, neumología, cardiología, endocrinología, neurología, digestivo, reumatología, traumatología, oftalmología, otorrinolaringología, Hospitalización a domicilio, Cuidados paliativos, dermatología, pediatría, salud mental, ginecología, urgencias y emergencias. 

También se pueden hacer en "geriatría, urología, cirugía, rehabilitación, intensivos, salud pública, actividades comunitarias", dice Rodríguez o en "Alcoholismo o Planificación familiar" para complementar la formación. 

Además, está la posibilidad de realizar rotaciones externas al centro habitual para profundizar en algún aspecto de interés.

Actividad del residente

Según comenta la tutora, "la actividad habitual del residente es como la del facultativo de la rotación en la que se encuentra, pero con la supervisión que precisa para un aprendizaje con seguridad del paciente garantizada, en función de su año de residencia, responsabilidad y madurez".  La residente matiza que aunque no es la situación deseable, "a veces el residente es un mero espectador que en poco se diferencia a lo que hace un estudiante". Anima a los residentes "ser activo en sus rotaciones y buscar la máxima participación posible adecuada a cada situación" y no actuar ni dejar que les traten como estudiantes. 

"A todo esto hay que sumar las numerosas horas de formación que se encuentran muchas veces fuera del horario laboral (cursos, congresos, sesiones clínicas, investigación, etc.)", añade Cubillo.

Tipo de paciente

El residente de Medicina Familiar y Comunitaria atiende a cualquier tipo de paciente que acude al centro de salud, colaborando en la atención completa al paciente y su entorno, "desde el paciente que acude a la consulta "sólo a por recetas" hasta el que padece problemas sociales complejos que afectan a su salud física, psíquica o ambas", explica Cubillo".

"Atienden la vertiente del individuo, su familia y la comunidad, así como a aspectos de promoción de la salud, prevención de la enfermedad, abordaje de la patología, rehabilitación e reinserción", añade Rodríguez. 

Carga emocional

Tanto tutora como residente coinciden en la alta carga emocional de esta especialidad derivada de varios aspectos. "Por un lado, del propio trabajo asistencial, a lo que hay que sumar la del aprendizaje y adquisición de experiencia, y por otro, la derivada de la supervisión bajo la que realiza su actividad", comenta Rodríguez. Además, hay que añadir la alta carga de trabajo

"No puede quedarse sin nombrar el peso añadido que suponen situaciones desagradables que se generan en el trabajo y de las que muchas veces preferimos no hablar que son las faltas de respeto por parte de pacientes u otros profesionales sanitarios", añade Cubillo. 

Perspectivas laborales

Rodríguez y Cubillo exponen que el déficit de médicos de familia y la avanzada edad de los que actualmente están ejerciendo podría hacer pensar en unas buenas perspectivas laborales. Sin embargo esto no es así. "Las contrataciones que se están realizando no se corresponden con esta situación y suelen ser bastante precarias", explica Rodríguez. Muchos médicos que acaban la residencia o que llevan algún tiempo ejerciendo "se encuentran con contratos laborales de mala calidad, contratos por meses, plazas de área, sobrecarga asistencial y de horas de trabajo...", cuenta Cubillo. "No se puede despreciar la especialidad y la formación de los médicos de atención primaria", añade. 

Sobre la subespecialización de Medicina Familiar y Comunitaria, a la que Rodríguez prefiere referirse como superespecialización. "Debemos tener en cuenta que el objetivo de nuestra especialidad es la mirada integral y el generalismo, lo cual va en contra de la subespecialización en sentido estricto", aclara. Sí que existen una serie de áreas en las que cada profesional puede tener especial interés y profundiza más en ellos, siendo referente en su centro de salud y de área para otros compañeros, como pueden ser Urgencias hospitalarias, Emergencias médicas-112, urgencias de atención primaria, equipos de paliativos, ecografía, cirugía menor, retinografías, dermatoscopia, citologías, atención al paciente fumador, programa de la mujer... 

"Tenemos un gran espectro de posibilidades, procurando no perder de vista ese factor común que debe llevar siempre el médico de familia que es la visión general del paciente", añade Cubillo.

Medicina de Familia es una de las especialidades con más prejuicios pero, además de una amplia formación, por encima de todo debe saber tratar a las personas. Estas son las características de la especialidad. Off Sara Domingo Médico Joven Off

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