"Durante el estado de alarma y el periodo de confinamiento, muchos pacientes han tenido más tiempo para ordenar su medicación, conocerla mejor y entender, con más detalle, que están tomando. Eso es algo muy positivo, ya que han obtenido un conocimiento que beneficia la adherencia". Es la respuesta de María G. Valdivieso, presidenta de la Sociedad Española de Optimización de la Farmacoterapia (Sedof), a la pregunta sobre cómo se ha percibido el cumplimiento terapéutico de los pacientes durante los meses más críticos de la pandemia de la Covid-19 en España.
Según ha explicado a este periódico, durante este periodo, muchos enfermos "han ganado en autonomía y en automanejo de su patología", lo que redundará en una mayor proactividad futura en lo que respecta al cumplimiento terapéutico. Junto a esto, ha señalado que el farmacéutico siempre ha estado ahí durante estos meses de pandemia para "acompañar y asesorar" al paciente en todo lo que fuese necesario; algo que no ha resultado nada sencillo.
Y es que, como farmacéutica comunitaria, al igual que muchos compañeros, Valdivieso ha tenido que estar batallando durante el estado de alarma con una complicada situación: hacer seguimiento a pacientes a los que no podía tratar cara a cara y que no acudían físicamente a la botica. "Hemos sido nosotros los que, muchas veces, listado en mano, hemos contactado con nuestros pacientes a los que hacemos seguimiento para poder continuarlo de manera telemática", explica.
A esto añade que esta atención no presencial ha hecho que las zonas de atención personalizada (ZAP) de las farmacias no hayan podido utilizarse como unidades de optimización de la farmacoterapia, y que sólo se hayan abierto en casos críticos, como la atención a pacientes con dolor agudo o con evidencia clara de mal estado de salud.
Una "barrera de contención"
Además del seguimiento farmacoterapéutico, las boticas, según detalla Valdivieso, han actuado "de barrera de contención" dando información y pautas a muchos pacientes, ya que los centros de Atención Primaria estaban cerrados. "Se han resuelto muchas dudas y se siguen resolviendo. Estamos al pie del cañón 24 horas al día los siete días de la semana", subraya.
Por este motivo, se suma a la crítica de que la Administración no haya reconocido desde un primer momento al farmacéutico como un profesional sanitario que ha luchado en primera línea contra la pandemia.
Lecciones aprendidas
Sobre los aprendizajes que deja la crisis sanitaria y que deben quedar para el futuro, la presidenta de la Sedof señala que el confinamiento ha sido una etapa en la que los pacientes "han tenido que tomar muchas decisiones en solitario", por lo que estaban "deseando hablar" con un profesional para poder pedirle consulta; de ahí que se haya consolidado la importancia del farmacéutico como agente sanitario cercano que asesora y que realiza una escucha activa. "Ahora, más que nunca, debemos apostar por hacer un abordaje óptimo tanto de la dispensación como del seguimiento farmacoterapéutico", asevera Valdivieso.
Por eso, a modo de reflexión general, lanza un claro mensaje: "No podemos abandonar nunca al paciente. Tanto al principio de la pandemia como ahora se está evidenciando el peso que tiene un profesional como el farmacéutico".
Asegura además que la atención por vía telemática ha abierto nuevos caminos y que, desde la Sedof, están ya estudiando cómo implantarla en las unidades de optimización de la farmacoterapia. De hecho, defiende que las nuevas herramientas digitales pueden ser grandes aliadas para mejorar tanto la atención que presta el farmacéutico como el seguimiento que éste realiza de la terapia.
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