Arranca la carrera por la renovación de la junta directiva de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa), que ha convocado elecciones el próximo 29 de octubre. Tres candidatos se disputarán la presidencia: Modoaldo Garrido, gerente del Hospital Universitario Fundación Alcorcón (Madrid); Carlos Arenas, gerente del Área IX de Salud de la Región de Murcia, y José Soto, gerente del Hospital Clínico San Carlos, de Madrid.
Uno de ellos sustituirá al que lleva presidiendo la entidad desde 2004 y su predecesora (la Sociedad Española de Gerentes de Hospitales) durante cuatro años más: Joaquín Estévez, que concurre esta vez como vocal en la candidatura de Soto.
Garrido ha sido el primero en presentar sus planes para Sedisa ante la prensa, unos planes que pasan por una intensa renovación: “La única forma de gestionar organizaciones complejas es cambiar, y debemos aprovechar para consolidar los cambios que hemos vivido en los últimos meses”, ha dicho.
Su candidatura, denominada Sedisa Integra, propone precisamente eso, la integración de todos los estamentos y profesionales sanitarios en la gestión para mejorarla. Así, entre los 19 miembros de su lista electoral -con Cristina Granados, gerente del Hospital de Torrejón (Madrid), como candidata a la vicepresidencia- se encuentran, además de directivos de todo tipo, médicos y enfermeras.
Y es que, según ha apuntado Granados, “buscamos una renovación y un recambio generacional”. Por la misma razón, tienen como objetivo que el cargo de presidente no sobrepase los cuatro años y que la junta se renueve, como mucho, cada ocho.
La propuesta de Garrido se asienta sobre cuatro pilares: la integración, el buen gobierno, la innovación y el liderazgo democrático, que se plasman en un manifiesto de 15 puntos.
Transparencia
Así, a juicio del cabeza de lista “el buen gobierno supone autonomía, transparencia y rendición de cuentas, así como el avance en la profesionalización de la gestión”, algo que, según ha apuntado Granados, “supone que a un directivo se le nombre por mérito y objetivos y se le cese por lo mismo”.
La innovación, según Garrido, no ha de ser solo asistencial, sino que también “en la organización, las compras, la docencia… La inmovilidad nos lleva a problemas”.
Por último, el liderazgo democrático es “un ejercicio de estilo que busca un liderazgo transformacional, empático y cercano a las personas. El objetivo es que cada uno dé lo mejor de sí mismo, trabajando juntos para la innovación pero con autogestión”.
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