Uno de los efectos de la pandemia es la angustia de los médicos ante la falta de soluciones terapéuticas en algunos casos, una situación habitual en medicina, también en la del siglo XXI, la más eficaz de la historia, pero no infalible ante la inevitable muerte.
¿Cuál es la manera de afrontar la falta o el fracaso de los tratamientos? La respuesta no es sencilla, pero los expertos consultados por DM están de acuerdo en que el apoyo del grupo es crucial. “Las decisiones trascendentales deben ser colegiadas. Se reducen así mucho las posibilidades de que se produzca cualquier error y se refuerza el apoyo entre los profesionales”, considera David Freire Moar, jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos del Complejo Hospitalario de La Coruña (Chuac).
El jefe del Servicio de Oncología del Complejo Hospitalario de Santiago (CHUS), Rafael López, advierte que lo primero es estudiar y manejar el máximo conocimiento científico posible así como tener claro el concepto: “No hablamos de fracaso sino de ausencia de alternativas terapéuticas”. Lo segundo es tratar al paciente con humanidad; la comunicación ofrece, entre otros beneficios, la oportunidad de conocer y respetar la voluntad del paciente. Pero el trabajo en equipo brinda seguridad y amparo: “Cuando está armonizado, hay comunicación y las decisiones son consensuadas, disminuye la frustración en estas situaciones”.
Identificar bien la zona de control e influencia es hacer las paces con la realidad
Para el jefe de Oncología del CHUS, otra medida necesaria es hacer un esfuerzo por no llevar los casos a casa: “En el fondo esto también es ser profesional; hay que sacarse la bata al terminar, tener otra vida además de la medicina, momentos para tu familia y tus aficiones”.
López reconoce que para los médicos más jóvenes es más difícil: “Con la experiencia coges conciencia de que hay problemas que no podemos resolver”.
Las situaciones nuevas como la actual crisis son las que más estrés provocan porque no existen certezas: “No tenemos el control, hay muchas incertidumbres”, destaca la psicóloga Elisa Sánchez Lozano, coordinadora del Grupo de Salud Laboral del Colegio de Psicólogos de Madrid. Y recuerda que la Medicina se engloba dentro de las ciencias de la salud, no de las ciencias exactas: “Debemos aceptar que no somos infalibles. Si ponemos el foco en cosas que no dependen de nosotros, el estrés se cronifica”. Una actitud resiliente maneja mejor la adversidad.
La búsqueda del consenso profesional y el apoyo mutuo construyen el mejor camino para afrontar los casos en los que fallan o no hay tratamientos. Off María R. Lagoa Offvia Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/3qy2VkT
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