El Consejo Rector del Sincrotrón ALBA, con representación del Ministerio de Ciencia e Innovación y el Departamento de Empresa y Conocimiento de la Generalitat de Cataluña y presidido por el ministro Pedro Duque, ha dado luz verde para que comiencen los trabajos del proyecto ALBA II, que transformará esta infraestructura científica singular de España en un sincrotrón de cuarta generación, con la renovación de su acelerador e instrumentación y la construcción de nuevas líneas de luz.
Según ha informado hoy el sincrotrón, que está ubicado en Cerdanyola del Vallès, en Barcelona, junto al Parque Científico de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), las infraestructuras de este tipo de cuarta generación, en comparación con las de tercera, "producen un haz de fotones con una brillantez muy superior y con mayores propiedades de coherencia, proporcionando capacidades de análisis de la materia ahora inaccesibles en términos de resolución, nivel de detección y de compresión de las propiedades químicas y electromagnéticas. Además, ofrecen nuevos enfoques tecnológicos que permiten resolver con más eficiencia los retos de la sociedad y avanzar hacia una economía sostenible e inteligente en un sistema de salud más eficiente".
El proyecto ALBA II prevé la sustitución parcial de su acelerador, la construcción de nuevas líneas experimentales y la renovación de algunos componentes de las líneas existentes.
Para ello, el último Consejo Rector del Sincrotrón ALBA, celebrado ayer (16 de diciembre), ha aprobado que en 2021 se realice el prediseño del ALBA II, lo que servirá para definir los parámetros y la financiación necesaria. Una vez el Consejo Rector decida aprobar la reforma, "será económicamente muy eficiente, ya que prevé mantener toda la infraestructura existente y la mayor parte de las estructuras del acelerador y de las líneas experimentales, obteniendo una gran infraestructura científica de última generación con un coste de inversión reducido, que se calcula será la mitad de lo que costó la construcción y funcionamiento de ALBA en sus primeros 8 años. El proyecto ALBA II supone un incremento marginal respecto al necesario para operar y mantener la actual infraestructura durante una década", explica el sincrotrón.
Duque ha recordado la importancia de esta instalación científico-técnica singular y, prueba de ello, ha recordado que los presupuestos del Ministerio de Ciencia e Innovación para el próximo año incluyen un incremento de su financiación hasta los 22,9 millones de euros, un 46% más que en 2020. "La transformación de ALBA en un sincrotrón de cuarta generación es una excelente noticia para el sistema catalán de investigación y para el conjunto del país. Esta ambiciosa renovación tecnológica tendrá un retorno indiscutible para la ciencia, la economía y el bienestar del país en términos de ciencia de vanguardia, transferencia de conocimiento y competitividad”, ha asegurado Francesc Xavier Grau, secretario de Universidades e Investigación del Departamento de Empresa y Conocimiento de la Generalitat. Grau también ha destacado la cofinanciación a partes iguales entre las dos administraciones.
Calendario previsto
El diseño y la construcción del proyecto ALBA II se realizaría entre el 2021 y el 2028, manteniendo la actividad actual del sincrotrón ALBA. Entre 2029 y 2030 tendrá lugar una parada técnica para instalar y probar los nuevos componentes, reiniciando la actividad de investigación en 2031.
Un ejemplo de uso en medicina
Desde su inauguración en 2010, en el sincrotrón de Cerdanyola se han realizado más de 1.500 experimentos que han sido publicados en más de 1.300 artículos de revistas especializadas.
Un ejemplo reciente de esos proyectos es el de un equipo investigador del Hospital Materno-Infantil de San Juan de Dios, de Esplugues, en Barcelona, sobre las alteraciones subcelulares en pacientes con distrofia muscular.
Ese equipo, formado por investigadores del Laboratorio de Investigación Aplicada en Enfermedades Neuromusculares y el Servicio de Neuropediatría y la Unidad de Microscopía Confocal e Imagen Celular del Servicio de Genética del Instituto de Investigación San Juan de Dios, estuvo trabajando guiado por personal de la línea de luz MISTRAL del sincrotrón para preparar muestras, visualizar y fotografiar células haciendo uso de un microscopio de rayos X blandos desde distintos ángulos para generar tomografías tridimensionales con una resolución espacial de 50 nm. "En el mundo solo existen cuatro instrumentos de este tipo que permiten ver las estructuras subcelulares con gran detalle y realizar reconstrucciones tridimensionales a partir de las cuales identificar y cuantificar distintos orgánulos y detectar alteraciones debidas a patologías o a tratamientos", según este hospital.
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