Con la llegada de la menopausia algunas mujeres interrumpen sus visitas rutinarias al ginecólogo. Además, sobre todo, en ciertos ámbitos aún síntomas asociados a este periodo de la vida se siguen viviendo como un tema tabú. La farmacia comunitaria puede jugar un papel asistencial y social clave en este momento para ofrecer a las mujeres información sobre los múltiples cambios que se pueden producir en esta etapa y ayuda sobre cómo abordarlos.
La menopausia es un proceso natural y fisiológico, que no una enfermedad, por el que pasan todas las mujeres de modo general entre los 45 y los 55 años, con una media de edad de 51 años. Si se produce antes de esta edad se habla de menopausia prematura.
Se trata de un proceso que cada mujer puede afrontar de manera muy personal y que suele conllevar una serie de manifestaciones, en ocasiones, molestas y muy variadas tanto de tipo fisiológico como psicológico y también en el plano social, entre las que se incluyen sofocos, sudores nocturnos, migrañas, osteoporosis, sequedad vaginal, cambios en la distribución de la grasa corporal, insomnio o irritabilidad, entre otros muchos, "por lo que es importante que la mujer conozca estos síntomas y esté preparada para ello antes de que aparezcan los primeros", según explica Rosario Sánchez, farmacéutica del servicio de Información Técnica del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid.
Consecuencias de la bajada de estrógenos
La bajada de estrógenos que se produce en la menopausia puede causar cambios en la piel, el cabello y las mucosas, de modo que pueden verse afectados procesos como la formación de colágeno y calcio, al tiempo que pueden aparecer manchas, registrarse un aumento de peso, aparecer sequedad en los tejidos, variaciones en los niveles de colesterol, alteraciones en tiroides y cambios en el pH, entre una amplia variedad de síntomas, según relata Rosario Sánchez, quien destaca igualmente los cambios relacionados con la emotividad, la autoestima, la concentración y la libido.
Sofocos e insomnio, motivo de queja más frecuente
En la misma línea se pronuncia María José Alonso, farmacéutica, que fue durante casi dos décadas vocal de Plantas Medicinales del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Barcelona y es miembro del grupo de trabajo de Productos Naturales de la Asociación Española para el estudio de la Menopausia (AEEM), y quien destaca que de esta amplia variedad de síntomas los motivos de queja más frecuentes están relacionados con los sofocos y con el insomnio, "causado en ocasiones por los propios sofocos", indica.
Los síntomas asociados a la menopausia pueden permanecer alrededor de 5 años en el 20% de las mujeres cuando alcanzan esta etapa de la vida mientras que en el resto tienen un carácter más transitorio.
Papel del farmacéutico en la prevención y la preparación
Y para llegar en las mejores condiciones a la menopausia con el fin de tratar de prevenir el impacto que la caída de estrógenos va a ocasionar en la mujer, por un lado, y ayudar a la población femenina a conocer, entender y afrontar con estrategias farmacológicas y no farmacológicas los cambios asociados a esta etapa el farmacéutico comunitario, "como profesional sanitario más accesible", tiene un papel primordial, según coinciden en señalar ambas farmacéuticas.
Rosario Sánchez destaca la importancia de que cuando una mujer acude a la farmacia buscando ayuda para tratar determinados síntomas que pueden estar vinculados a la menopausia se le sugiera la opción de consultar con su ginecólogo para valorar la idoneidad o no de determinados tratamientos, como la terapia hormonal sustitutiva, "que no será útil para todas las mujeres por los efectos secundarios adversos que puede conllevar pero sí lo será para algunas de ellas".
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