La pandemia de la covid-19, que tantos sufrimientos trajo al mundo durante aquellos fatídicos años, no solo nos advirtió del enorme valor e importancia del buen funcionamiento de los sistemas sanitarios nacionales, sino que también nos enseñó la necesidad de contar con una red sanitaria global que no deje a ningún país aislado en la lucha contra este tipo de amenazas pandémicas. La República de China (Taiwán), la nación que inicialmente identificó el riesgo de epidemia, ejecutó rápidamente medidas de adaptación, compartió proactivamente la información vital con socios globales y se ganó la confianza de su pueblo a través de un compromiso con la apertura, ha demostrado grandes avances significativos en materia de salud en esta etapa pospandémica. Ha trabajado en perfeccionar la cobertura sanitaria universal y ha hecho sustanciales contribuciones a iniciativas de salud global.
No obstante, la exclusión de Taiwán de la Organización Mundial de la Salud (OMS) debido a consideraciones meramente políticas obstaculiza nuestra capacidad para acceder a la información sanitaria pública a tiempo, lo cual supone un riesgo no solo para para la salud y el bienestar de los 23,5 millones de habitantes de Taiwán, sino también para la seguridad sanitaria mundial. Con el lema “Todos por la salud, salud para todos”, la OMS celebra ahora su 77ª Asamblea Mundial de la Salud, y desde Taiwán pedimos un año más el apoyo de todas las naciones del mundo para instar a la OMS a que rechace toda interferencia política y, cumpliendo con los deseos de su propio lema, invite a Taiwán a participar en calidad de observador en la reunión más importante del año en materia de salud.
Además de lo ya señalado, Taiwán es un socio indispensable y una pieza clave para el óptimo funcionamiento de la red sanitaria global. Taiwán está dispuesto a compartir su experiencia y conocimientos con el mundo a fin de lograr el objetivo de salud para todos, establecer una mejor colaboración con socios globales para realizar conjuntamente el derecho humano fundamental a la salud de la Constitución de la OMS y la postura de no dejar a nadie atrás adoptada en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
Siguiendo las recomendaciones de la OMS, Taiwán ha trabajado durante las últimas décadas para reforzar el sistema público de atención sanitaria, con el objetivo último de alcanzar una cobertura universal mediante el seguro nacional de salud. Estos esfuerzos incluyen la mejora de la atención primaria y la salud bucal, así como la lucha contra las enfermedades transmisibles y no transmisibles. Taiwán ocupa el puesto número uno a nivel mundial por quinto año consecutivo en el Índice de Atención Médica publicado por la base de datos Numbeo, correspondiente a la mitad del año 2023.
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