Un 38,2 por ciento de enfermeras y enfermeros han sufrido la Covid-19 en Cataluña, según la encuesta difundida por el Sindicato de Enfermería Satse, que concluye que estos profesionales ponen de nota un 3,7 sobre diez a la gestión del Departamento de Salud de la Generalitat a la hora de solucionar sus problemas durante la crisis sanitaria.
También suspenden con un 3 sobre 10 la cantidad y calidad del material de protección que han tenido a su disposición, viéndose obligados ocho de cada diez a reutilizar las máscaras FPP-2 o FPP-3 para atender pacientes y ciudadanos.
Estos resultados proceden del análisis que la empresa especializada en estudios online Sonda ha elaborado para Satse, después de realizar una encuesta a finales de mayo y principios de junio a un total de 8.218 enfermeras y enfermeros del conjunto de España sobre su situación y condiciones de trabajo en la actual crisis sanitaria de la Covid-19.
La alta afectación de la enfermedad dentro del colectivo enfermero, la falta de suficiente material y equipos de protección así como de pruebas diagnósticas de la Covid-19 y las graves consecuencias que su lucha contra la enfermedad, son algunas de las principales conclusiones del estudio y que, a juicio de Satse, confirman las sucesivas y reiteradas denuncias que desde la organización sindical se han realizado tanto a nivel nacional como internacional.
En cuanto a Cataluña, el estudio señala que nueve de cada diez profesionales de enfermería encuestados han trabajado durante la crisis sanitaria (93,4%) y que nueve de cada diez han tenido contacto con pacientes diagnosticados o sospechosos de coronavirus (95 , 3%). De los enfermeros y enfermeras encuestados, un 38,2 por ciento aseguran haber tenido síntomas de la enfermedad.
Pruebas de detección
En cuanto a las pruebas de detección de la enfermedad, fueron realizadas al 81,6 por ciento de las enfermeras y enfermeros de la comunidad autónoma. El análisis apunta que a un 61,5% les han hecho pruebas PCR; a un 25,1, test rápidos, y a un 61,3, estudios serológicos.
Respecto a la protección con la que han contado para hacer su trabajo, la cantidad y calidad del material disponible ha sido valorado por los profesionales durante las peores semanas de la pandemia con 3,7 puntos sobre 10, siendo muy mal puntuada ( de 0 a 4) por el 64,6%. Ahora sigue siendo percibida con una media de 5,6, y es suspendida por un 30,1% de los profesionales encuestados.
Asimismo, siete de cada diez enfermeras y enfermeros consideran que necesitarían más información y formación sobre el manejo de los EPIs (74,6%), y un 33,4 por ciento declara no haber recibido ningún tipo de información y formación sobre este tema .
El material que más han tenido que reutilizar las enfermeras ha sido la máscara FPP-2 o FPP-3, en concreto, un 87,8% de los profesionales encuestados. Por otra parte, un 65,9% han reutilizado máscaras quirúrgicas y un 64,2% batas impermeables, mientras que un 34,2% tuvieron que reutilizar las vestimentas de protección (los tipo "monos de buzo") los desechables.
Por otra parte, la encuesta pregunta a las enfermeras y enfermeros sobre la gestión del Departamento de Salud de la Generalitat, del que es titular Alba Vergés (ERC), a la hora de solucionar sus problemas durante la crisis sanitaria, y le dan una nota media de 3,7 sobre 10.
Sobre la implicación del centro sanitario o sociosanitario en el que trabajan durante la crisis le dan una nota de 4,9 sobre 10, mientras que puntúan con un 5,8 sobre 10 a la implicación de su mando superior.
El estudio realizado también concluye que un 19,3% de las enfermeras de la comunidad autónoma han realizado alguna denuncia, escrito de queja o similar respecto a las circunstancias de seguridad existentes en las semanas de crisis sanitaria.
Asimismo, la pandemia del Covid-19 ha afectado la estabilidad del puesto de trabajo en el caso del 26,1 por ciento de las enfermeras y enfermeros encuestados, y un 18,6% de ellos han necesitado ayuda psicológica por la sobrecarga laboral y duras condiciones que han tenido que soportar.
"Las conclusiones del estudio no dejan lugar a dudas de que la falta de previsión y diligencia de las autoridades competentes ha puesto en grave riesgo la salud y seguridad de las enfermeras y enfermeros, así como la de las personas de su entorno", subraya Satse Cataluña, que insiste en que "todos los problemas, errores y deficiencias constatadas no pueden volver a producirse en caso de nuevos rebrotes de la enfermedad, porque sería una falta de respeto a la dignidad de los ciudadanos y de los profesionales".
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