El Colegio de Enfermería de Madrid (Codem) ha detectado y denunciado tres nuevos casos de presuntos enfermeros que pretendían colegiarse para ejercer sin contar con la titulación de Graduado en Enfermería, aprovechando la necesidad de profesionales sanitarios que tiene actualmente el sistema de salud debido a la pandemia de la Covid-19.
“Todo ha ocurrido en el último mes y medio. Ninguno de ellos son enfermeros (2 extranjeros y una española), han falsificado el título y no tienen estudios”, explica a este periódico Sara Gasco, secretaria del Codem.
A estos 3 nuevos casos de enfermeros falsos (uno era un estudiante de Enfermería con muy pocas asignaturas aprobadas) que se intentaron colar en el sistema durante la pandemia, hay que sumar 2 anteriores “que fueron descubiertos en colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado”, añade.
Más de 800 CV en la pandemia
Durante el estado de alarma y en muy pocas semanas, el Codem ha recibido un aluvión de currículos -alrededor de 800- de profesionales de enfermería que querían echar un cable en Madrid (una de las regiones más azotadas por la pandemia).
“De todos los currículos recibidos, algunos (alrededor de 20) me han parecido sospechosos por la manera en la que estaban redactados y porque decían que el título estaba en proceso de homologación, y los hemos dejado aparcados para investigarlos más adelante”, indica Gasco.
El Codem recuerda que este tipo de prácticas constituyen un delito penal con multas y penas de prisión
En los últimos 4 años, el Consejo General de Enfermería (CGE), a través de las notificaciones de los colegios provinciales, también han detectado alrededor de 12 enfermeros fake.
“En la pandemia, no obstante, han intentado colarse muchos más debido a la confusión y necesidades de sanitarios. Lo habitual es detectar unos 4 años al año”, reconoce Diego Ayuso, secretario general de CGE.
Recuerda que el año pasado se detectó a un falso enfermero en Ávila, que había falsificado el título y que trabajaba en una residencia.
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Cinco casos a la espera de juicio
Gasco recuerda que en el Juzgado de Plaza Castilla, en Madrid, el Codem tiene denunciados unos 5 casos de falos enfermeros a la espera de juicio.
“Va muy lento. De hecho, hay un extranjero denunciado que sigue entrando y saliendo de residencias geriátricas, e incluso intentando trabajar en hospitales. Está denunciado por falsificación de documento, pero lleva un par de años a la espera de juicio. A pesar de que hemos enviado un comunicado a las residencias y empresas privadas de Madrid, hace un año detectamos que estaba trabajando en una de ellas”, lamenta Gaco.
Añade que la mayoría de estos falsos enfermeros que están pendiente de juicio se están moviendo por otras autonomías e incluso algunos están trabajando”
Desde el Codem, además, dicen que han comprobado que las residencias que detectan falsos enfermeros y denuncian la situación al colegio, “después no quieren salir a la palestra –por ejemplo, testificando en el juicio- por miedo a que les tachen de incompetentes o laxos a la hora de seleccionar su personal”.
Mecanismos para detectar los títulos falsos
El CGE y los colegios provinciales tienen los protocolos necesarios para comprobar si los enfermeros que se colegian tienen la titulación pertinente.
“Lo confirmamos en el Registro Nacional de Títulos (RNT), que pertenece al Ministerio de Universidades, con nuestra propia clave de acceso”, indica Ayuso.
Si el título no apareciese en el RNT, “desde el Codem hablamos con la Subdirección general de títulos para asegurarnos”.
En el caso de que el título no aparezca en este registro, el presunto impostor no se podrá colegiar, "que es requisito indispensable para ejercer la profesión", dice Ayuso.
Recuerda, no obstante, que el año pasado se descubrió en Ávila a un falso enfermero, de nacionalidad española, que ejercía en una residencia geriátrica y que había falsificado el título.
“Una compañera enfermera de la residencia sospechó que no era enfermero y denunció al colegio”, apunta el secretario general del CGE.
Homologación muy estricta
Para los enfermeros no europeos, la homologación del título en España es muy estricta, “incluso con exámenes y pruebas de valoración de las competencias durante periodos para comprobar que estas son reales”, asegura Ayuso.
Otra herramienta para detectar a un imposible impostor es el IMI. “Está en todo el espacio europeo. Cuando un enfermero se va a Reino Unido, por ejemplo, me pide a través de esta herramienta su título, saber si tiene alguna sanción disciplinaria o si está colegiado”, explica el secretario general del CGE.
Más fácil 'colarse' en la privada
Es difícil que alguien sin el título pueda ejercer como enfermero, pero sucede. También se sabe que es más fácil colarse en la sanidad privada, aunque no en todos los servicios, sino en donde la remuneración y condiciones de trabajo son peores.
“A pesar de que es más fácil colarse en las residencias y clínicas privadas, en estos últimos años estos centros están empezando a comprobar que los títulos sean reales, que estén homologados y que el número de colegido sea el correcto”, dice Gasco.
Por su parte, Ayuso lamenta que en el ámbito privado (y en algunos servicios públicos) no siempre se pide y sec comprueba que el trabajador esté colegiado. ”En ocasiones, tampoco solicitan el título, aunque tendría que ser obligatorio hacerlo”.
Así es el perfil del impostor
Gasco también explica que la mayoría de los impostores suelen ser extranjeros: un 75% frente al 25% de españoles.
“La mayoría es gente joven, empática, envolvente, con mucha labia… No te hace sospechar que son unos delincuentes. Hace un año puse en conocimiento del Ministerio de un despacho de abogados extranjero que por dinero les hacía los títulos falsos”.
Reforzar la vigilancia
Ante este panorama, desde el Codem se exhorta a las administraciones y empresas a que refuercen la vigilancia para detectar estos casos fraudulentos. Recuerda que para contratar enfermeras es obligatorio verificar la autenticidad de la documentación con los colegios profesionales, puesto que entre sus funciones está la de la colegiación, que es obligatoria para el ejercicio de la profesión enfermera y sus actividades.
Estos delitos están recogidos en los artículos 390 y siguientes del Código Penal, que prevé multas y penas de prisión.
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