El presidente de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, José Manuel Ramírez, ha denunciado en el Congreso que 16.000 dependientes que estaban en la lista de espera han muerto este año sin recibir las prestaciones que se le habían reconocido como derecho, lo que daría una media de 106 al día.
Lo ha hecho durante su comparecencia ante el Grupo de Trabajo de Políticas Sociales y Sistema de Cuidados de la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica del Congreso.
En España hay un millón y medio de personas en situación de dependencia reconocida, pero la crisis del coronavirus y el estado de alarma hacen que el Sistema de Atención a la Dependencia haya retrocedido en el mes de abril y mayo, ha lamentado.
"El saldo del mes de abril presenta 7.396 beneficiarios y 15.421 personas con derecho menos que el mes anterior; preocupa también el incremento de personas pendientes de valoración de dependencia que ya asciende a 153.306, 2.744 más que hace un mes", ha detallado.
Para Ramírez, "se imponen medidas urgentes para no abandonar a las 414.922 personas dependientes que están a la espera de un procedimiento", ya que ha recordado que el 54 % de personas solicitantes tienen más de 80 años.
Coordinación entre el SNS y las residencias
Por otra parte, ha rechazado la medicalización de las residencias de forma permanente, calificándolo incluso de "trampa" para ahorrar costes a costa de los crónicos.
Ha denunciado que si se ha pedido esta medida durante la epidemia de la Covid-19 ha sido por el rechazo a ingresar a los residentes en los hospitales. Ante el posible rebrote, dos peticiones sobre la mesa: monitorizar las residencias para establecer un sistema de alerta temprana y más coordinación con atención primaria.
Esa coordinación con atención primaria es uno de los mensajes que han repetido otros representantes del sector, sobre todo en vista de un posible rebrote en otoño.
María Fernández, vicepresidenta de Semfyc, ha instado en su comparecencia ante el grupo de trabajo de Salud a que se cumpla la Ley de Dependencia y "tender al modelo nórdico, con residencias públicas, de menores dimensiones y más integradas en la comunidad", evitando en la medida de lo posible a institucionalización si el mayor aún puede valerse por sí mismo.
Ha señalado que en su gerencia se han puesto en marcha unidades de un médico, una enfermera y un técnico para posibilitar los traslados. "Lo que ha pasado en las residencias no se puede volver a repetir".
Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería, también ha apoyado una mayor coordinación entre los ámbitos sanitarios entre sí y con el sociosanitario. Además, , ha recordado que sólo hay 48 plazas EIR en toda España para Enfermería Geriátrica: "Algo no estamos haciendo bien".
Autogestión profesional
La vicepresidenta de la Semfyc ha insistido en reivindicaciones claves de atención primaria: más financiación -entre otras cosas, para recuperarse también de una década de recortes-, reducir la burocracia e incrementar las plantillas teniendo en cuenta las características de la población, la actividad comunitaria y las actividades no asistenciales adicionales como la docencia o la investigación.
También ha hecho una defensa de la atención longitudinal, pidiendo contratos estables de uno o dos años, vinculados como mucho a dos centros de salud, y de las especialidades generalistas, frente a la posible aprobación de otras como Urgencias.
Fernández ha explicado que en atención primaria los profesionales se autoorganizaron semanas antes de tener protocolos, que en esencia proponían lo mismo que ya se estaba llevando a la práctica, como la adecuación de los espacios, el triaje y la aplicación de las teleconsultas, para las que ha pedido protocolos y garantías jurídicas:
"De pronto reapareció el talento y desapareció el burn-out, lo que indica que es un problema estructural que se produce cuando las decisiones se toman de espaldas a los sanitarios", ha observado.
Poner en valor las especialidades enfermeras
Por su parte, el presidente del Consejo General de Enfermería ha recordado que España es de los países europeos con ratios más bajas de enfermeras por habitante (6 por cada 1.000 frente a 8,5 por cada 1.000). También ha hecho un llamamiento a potenciar el uso de nuevas tecnologías, el liderazgo enfermero y la investigación en los cuidados.
Además, ha calificado directamente de "fraude" que haya siete especialidades enfermeras reconocidas desde 2005 pero muy pocos territorios reconozcan la categoría profesional o hayan definido puestos específicos, teniendo en cuenta que ya hay 48.000 especialistas.
Menos institucional en su segunda intervención, Pérez Raya ha señalado que la situación fue "calamitosa", recordando no sólo la falta de material sino el pánico de muchos profesionales cuando se informó, por ejemplo, de las mascarillas defectuosas, y la puesta en marcha de UCI en cualquier lugar, donde llegaron incluso a poner a trabajar allí a estudiantes: "Es un sitio tremendamente especializado; ni siquiera un profesional que lleve 20 años de ejercicio podría hacerlo".
También ha denunciado falta de coherencia de las instituciones. "Yo sí cumplí con la llamada que me hicieron determinados departamentos para que el 29 de febrero me pusiera de acuerdo con Serafín Romero, presidente de la Organización Médica Colegial, para anular todos los cursos. Y luego vemos que se celebran partidos de fútbol, concentraciones, conciertos. ¿Y para esto hemos suspendido un curso al que a lo mejor venían como mucho 70 personas? De locos".
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