Desde este lunes Madrid está en fase 2. Para Satse Madrid, sin embargo, no es aconsejable ir pasando de fases con centros de salud cerrados o funcionando solo en turno de mañana, así como con una red asistencial madrileña, tanto primaria como hospitalaria, que está funcionando al ralentí.
Desde el sindicato enfermero también lamentan que el Gobierno de Díaz Ayuso no esté reforzando las plantillas enfermeras en los centros de salud (en la región hay 430 dispositivos de AP) ni las esté incorporando, de forma masiva, en los dispositivos de rastreadores; y reclama que deberían contratarse, al menos, unas 1.000 enfermeras más para reforzar el ámbito asistencial que ha de liderar la normalización.
Teresa Galindo, secretaria general de Satse Madrid, explica a este periódico las consecuencias de la falta de enfermeras en un momento como el actual y de las restricciones en la atención de algunos centros del primer nivel asistencial.
-Pregunta: ¿Cuántos centros de salud siguen cerrados en Madrid?
-Respuestas: Hay limitaciones en cerca de una treintena de centros asistenciales, entre centros de salud y consultorios locales, que tienen restricciones a la hora de poder atender normalmente a los usuarios, ya que o bien se encuentran cerrados o únicamente tienen atención por la mañana. Los SUAP (Servicios de Urgencia de Atención Primaria) siguen aún todos cerrados y desconocemos cuándo se volverán a abrir.
Los usuarios que dependen de esta treintena de centros deben desplazarse a otros centros de salud que normalmente se encuentran en otra localidad distinta, lo que impide el acceso a la atención primaria a muchos de usuarios.
-P: ¿Es posible seguir pasando de fase de esta manera?
-R: Consideramos que es desaconsejable ir pasando de fases mientras que sigan existiendo centros de salud cerrados o funcionando solo en turno de mañana. Desde el Ministerio de Sanidad se ha dicho que la AP tenía que ser el referente sanitario, pero la realidad es que algunos centros no tienen atención presencial y en otros se ha recortado el horario de apertura. En general, se podría decir que en la totalidad de la red asistencial madrileña, tanto primaria como hospitalaria, está funcionando al ralentí.
-P: ¿Cuáles son las consecuencias a corto, medio y largo plazo?
-R: Las consecuencias a corto o medio plazo serán desastrosas, ya que la AP es un servicio sanitario esencial para el control de la salud y la prevención de enfermedades. Muchos pacientes crónicos, porque así se ha establecido por la Consejería y el Gobierno regional, solo están recibiendo un control telefónico, por lo que se escaparán muchos síntomas que podrían indicar un empeoramiento de la enfermedad o un inicio de la misma. Además, si acuden a su centro de salud por un agravamiento de su patología, en algunos casos están recibiendo asistencia por profesionales que no son los suyos (los habituales), por lo que la atención de cercanía, tan esencial, desaparece.
Algo parecido pasa con el resto de enfermedades, que parece que no existen, ya que todo el esfuerzo de la Consejería se está centrado en la Covid-19. Hay un gran número de patologías crónicas que exigen un control y seguimiento por parte de los profesionales sanitarios de atención primaria con el fin de detectar y evitar posibles complicaciones, también es fundamental que se continúen realizando en los centros de salud las revisiones del niño sano y las diferentes actividades de educación y promoción para evitar enfermedades.
Por otro lado, también es necesario retomar las actividad en los centros de atención especializada y evitar que las listas de espera sigan aumentando.
-P: ¿Cuántos enfermeros, contratados en plena pandemia en Madrid, no han sido renovados?
-R: Desconocemos ese dato. A pesar de los requerimientos a la Consejería, se niegan a facilitarlo. Pensamos que se están renovando algunos, pero al desconocer qué tipos de contratos se han hecho y cuántos se han realizado, no podemos ejercer el control que nos otorga la legislación y están dejando a miles de profesionales sanitarios en la indefensión más absoluta.
-P: ¿Se han formado rastreadores enfermeros en Madrid?
-R: Pues no tenemos ni idea. Hace meses ya denunciamos que los rastreadores que se iban a contratar eran escasos y que necesitábamos más de un millar en la Comunidad de Madrid para poder ser efectivos en la lucha contra los posibles nuevos contagios. No sabemos cuántos son, ni qué funciones tienen o qué hacen cuando se detecta un nuevo caso. Tampoco sabemos cuál es el perfil que tienen, aunque desde Satse Madrid hemos reclamado que sean profesionales de enfermería, ya que consideramos que es el perfil más idóneo.
-P: Con contratos no renovados, sanitarios cansados, centros cerrados… ¿Qué capacidad de reacción tendrá AP y hospitalaria en el caso de que haya un rebrote?
-R: Realmente no podemos decir cuál será la capacidad de reacción del primer nivel, pero lo que sí podemos afirmar es que, como siempre, se hará a costa del sacrificio y del esfuerzo de miles de profesionales, entre ellos enfermeras, matronas y fisioterapeutas. Lo que también es cierto es que no responderemos de la misma forma que cuando se inició la pandemia, ya que los profesionales están agotados, con unos niveles de estrés muy elevados y, además, muchos de ellos siguen sufriendo la carencia de EPI y medios.
-P: ¿Con qué medios se debería afrontar un nuevo brote? ¿Está preparada la Comunidad de Madrid?
-R: Un nuevo brote se debería abordar con más personal y los medios de protección necesarios. Nos hemos enfrentado a esta pandemia sin el personal suficiente, sin los medios materiales para hacerla frente y, sobre todo, sin una directriz clara. Los protocolos pueden existir, no lo dudamos, pero lo que sí sabemos es que a los profesionales de enfermería, enfermería especialista y fisioterapeutas no se los han comunicado ni han participado en su desarrollo.
La Comunidad de Madrid estaría preparada para afrontar un nuevo brote si se le dotara de más profesionales sanitarios, de más equipos de protección y de unos protocolos claros de actuación.
Necesitamos más contrataciones, más EPI y material y, sobre todo, facilitar que los profesionales de los centros sanitarios que han demostrado una gran capacitación y profesionalidad, puedan desarrollar su trabajo con unas mínimas garantías.
También hay que tener en cuenta que las contrataciones, tanto en atención primaria como especializada, han sido totalmente escasas a pesar de que Madrid es la comunidad más deficitaria en cuanto a la ratio enfermera/usuario de todo el Estado.
-P: ¿Podrán los enfermeros prescribir pruebas serológicas y PCR, como venís reclamando?
-R: Nos gustaría, ya que se evitaría mucha burocracia y sería algo bueno para el sistema sanitario y los usuarios. Los profesionales de enfermería hemos demostrado que estamos capacitados para poder prescribir, pero la Comunidad de Madrid, hasta la fecha, no ha aprobado la acreditación que lo facilite.
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