Como todos los profesionales que se han enfrentado a la pandemia por Covid-19, Milagros Sancho González, médico del Servicio de Medicina Intensiva del Hospital Gregorio Marañón, reconoce que han ido aprendiendo sobre la marcha, enfrentándose a una enfermedad nueva "trabajando con terreno desconocido por la evolución del enfermo y por las consecuencias que iba atener nuestro acercamiento a él".
También se han tenido que acostumbrar a trabajar con los equipos de protección individual de forma continua, los que le ha resultado "muy difícil porque es muy incómodo, no sólo porque físicamente era una barrera sino porque personalmente teníamos miedo".
Asegura que la parte positiva de todo este proceso es el trabajo en equipo, independientemente de las especialidades.
En cuanto a los protocolos, "han sido dinámicos y han cambiado en función de la disponibilidad". en ocasiones reconoce que han transgredido las normas pautadas "porque creímos que teníamos que ir por delante".
"Es una enfermedad terrible, deshumanizada, una de las cosa que más nos ha dolido es echar a las familias de las unidades, ver a los enfermos solos".
Aunque no se atreve a dar grandes consejos, sí recomienda apoyarse en el otro, intentar salir adelante y protegerse todo lo que se pueda: "Si no nos cuidamos no cuidamos a nadie".
Para Milagros Sancho, del Servicio de Medicina Intensiva del Gregorio Marañón, la Covid-19 ha supuesto un aprendizaje duro porque se desconocía la evolución del enfermo. coronavirus Off Redacción Off
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