Pese a que la mayoría de los internistas que ejercen en hospitales del Sistema Nacional de Salud (SNS) son mujeres (un 52%), y pese a que la feminización de la especialidad es una tendencia al alza (el 62% de los actuales MIR son chicas), el principal destino laboral de las internistas españolas siguen siendo los hospitales de menos de 500 camas; es decir, unidades de Medicina Interna de menor complejidad que las de sus hermanos mayores, con carencias, en ocasiones, tan significativas como la falta de integración en redes asistenciales autonómicas o la ausencia de programas de atención al paciente crónico complejo.
La mayoritaria presencia femenina en estos nichos asistenciales puede consolidar, según la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), "una división por género en el acceso a la formación avanzada en subespecialidades o áreas de conocimiento específico de Medicina Interna, así como en las posibilidades de desarrollar investigación".
El 'Recalmin' constata grandes oscilaciones en resultados por autonomías
Este sesgo por género es una de las principales conclusiones de la tercera oleada del informe Recursos y Calidad en Medicina Interna (Recalmin), que la SEMI y la Fundación Instituto para la Mejora de la Asistencia Sanitaria (Fundación IMAS) llevan elaborando desde 2015 para analizar la situación de las unidades de Interna y de la propia especialidad. La Fundación IMAS colabora con otras seis sociedades científicas en la elaboración de sus propios estudios Recal. En la tercera edición del Recalmin han participado 132 unidades de Interna de todas las comunidades, el 61% de las existentes en el SNS.
La desigualdad de género detectada en el acceso a la formación y la investigación preocupa especialmente a una sociedad científica que en 2019 puso en marcha su propio Observatorio de Igualdad, con la idea de dar visibilidad y corregir posibles desigualdades de género y "explotar estrategias que permitan incrementar la participación de las mujeres en el ámbito de la Medicina Interna y avanzar hacia la imprescindible igualdad", según Ricardo Gómez Huelgas, presidente de la SEMI.
Sólo el 27% de los internistas de hospitales pequeños tiene su plaza en propiedad
La existencia de estas diferencias entre especialistas igualmente cualificados, pero de distinto sexo, no es privativa de Interna. El informe El cardiólogo y la cardiología del futuro, elaborado por la Sociedad Española de Cardiología (SEC), evidenció, también el año pasado, que las plantillas de las unidades de Cardiología de los centros de menor complejidad tienden a estar más feminizadas que las de los hospitales más complejos, concretamente, hasta un 10% más. En favor de Cardiología se podría argüir que es una especialidad menos feminizada que Interna (sólo el 37% de los especialistas de la pública son mujeres).
Laboralmente, las perspectivas tampoco son especialmente halagüeñas para el contigente de internistas que mayoritariamente ejerce en los hospitales de menor volumen, ya que el estudio también revela que el 68% de los internistas adscritos a unidades de hospitales grandes tienen una plaza en propiedad, un porcentaje que se desploma hasta el 27% en el caso de los centros hospitalarios con menos de 500 camas, es decir, donde mayoritariamente ejercen las mujeres.
El tamaño importa
En favor de las unidades de menor complejidad, en las que mayoritariamente ejercen las internistas, el Recalmin evidencia que suelen tener mejores indicadores de productividad que las de los hospitales con mayor volumen de actividad (de más de 500 camas), habiendo, no obstante grandes variaciones dentro de cada grupo y tipología de centro hospitalario: la estancia media de los pacientes en las unidades de Interna es de 8,9 días y la tasa bruta de mortalidad de 11,4 puntos, pero estas medias presentan notables oscilaciones interautonómicas, y eso tampoco es privativo de Interna.
"Las notables desigualdades en resultados de atención hospitalaria en las diferentes unidades de Medicina Interna es un hallazgo que hemos detectado en todos y cada uno de los estudios Recal que hemos realizado con las siete sociedades científicas", afirma Javier Elola, director de la Fundación IMAS. En definitiva, un síntoma más de la inequidad asistencial que profesionales y organizaciones de todas las especialidades denuncian en el seno de un sistema sanitario que, en teoría, tiene la equidad como una de sus banderas.
La tercera encuesta Recalmin cifra entre 7,4 y 7,9 la tasa de internistas en el SNS por cada 100.000 habitantes, una proporción que nos sitúa en la zona baja de nuestro entorno y que, según las conclusiones del informe, nos aboca a un aumento de la demanda de este tipo de especialistas en los próximos años, por la creciente presión asistencial en las unidades -con un crecimiento interanual de altas gestionadas del 3%- el progresivo envejecimiento de la población, el aumento de la cronicidad, y la pluripatología muchas veces asociada a ambos factores.
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