A medida que el mundo se ha unido contra un enemigo común, el virus de la Covid-19, la industria tecnológica ha comenzado a moverse rápidamente para ofrecer soluciones. Desde Elon Musk, que promete fabricar ventiladores hasta IBM, proporcionando acceso a superordenadores, innumerables grandes y pequeñas marcas se han unido en la lucha contra el virus.
En el último mes, muchas empresas tecnológicas se han unido para ofrecer sus capacidades productivas, e incluso para poner a disposición de la sociedad nuevas tecnologías que ayuden a enfrentar esta amenaza global. Si bien algunas de las soluciones fueron simplemente soluciones a corto plazo para problemas inmediatos, muchas -indudablemente- tendrán efectos duraderos sobre cómo encontraremos, diagnosticaremos y cuidaremos a los enfermos. La inteligencia artificial (IA) ya ha demostrado ser efectiva para rastrear la propagación viral, gestionar las solicitudes de los pacientes y mejorar la experiencia del paciente.
Esta pandemia global no es -de ninguna manera- la primera ocasión en la que la IA se haya utilizado para analizar, rastrear, predecir y combatir una amenaza. Sin embargo, es el ejemplo más grande y más global de su uso en el seguimiento de enfermedades. China, por ejemplo, movilizó rápidamente una amplia gama de tecnología que incluye escáneres térmicos para identificar individuos con altas temperaturas corporales para alimentar su seguimiento de la población con IA.
En Canadá, la compañía impulsada por IA, BlueDot, advirtió sobre la amenaza emergente incluso antes de que lo hicieran los Centros para el Control de Enfermedades: el algoritmo analizó una gran cantidad de información, desde informes de medios de comunicación hasta redes de enfermedades desarrolladas en animales para terminar identificando un "brote similar a la gripe".
La IA ya ha demostrado su efectividad para rastrear la propagación viral
Cuando se trata de ayudar a los sistemas sanitarios a mantenerse al día con la rápida evolución que sufre esta crisis, la IA ha sido crucial. A nivel mundial, el sector sanitario ha aprovechado la inteligencia artificial para analizar radiografías de tórax en busca de signos de coronavirus, detallar camas y otros suministros hospitalarios disponibles, detectar de forma remota las altas temperaturas para evitar que las personas enfermas entren en los espacios públicos y evaluar las respuestas de los pacientes a tratamientos experimentales. La IA incluso se ha utilizado para probar qué medicamentos son más efectivos para combatir la Covid-19.
Debido a la gran cantidad de herramientas que han sido desarrolladas, no todas estas soluciones de inteligencia artificial se usarán regularmente o formarán parte de la caja de herramientas para combatir futuras pandemias. Pero este rápido desarrollo y despliegue revelan un sector que tiene más hambre que nunca de innovación. Una de las formas en que esto se ha manifestado es el despliegue de la IA para ocuparse directamente de los pacientes y ayudar a aliviar la presión sobre el sistema sanitario.
Aliviar la sobrecarga del personal
A medida que el brote ha ido extendiéndose, los sistemas sanitarios se inundaron de personas que llamaban a sus médicos o que llegaban a las salas de emergencias con síntomas leves. Esta avalancha de personas -muchas de ellas en estado de pánico- rápidamente saturó las salas de urgencias en todo el mundo. Todas esas personas preocupadas requerían que los profesionales sanitarios abandonaran sus tareas diarias para realizar las evaluaciones de Covid-19 -en gran medida negativas-, lo que supuso, por otro lado, que el personal médico quedara potencialmente expuesto a la infección con los casos positivos.
Para ayudar a abordar estas situaciones, compañías como Big Tech han desarrollado soluciones que ayudan a detectar indicadores de la Covid-19 en el hogar. Por nuestra parte, rápidamente dedicamos recursos para tratar de reducir la interacción persona a persona para "aplanar la curva".
'Amelia' es una 'empleada' digital que evalúa el riesgo de contraer Covid
Para ello, hemos puesto a disposición de los ciudadanos norteamericanos el agente cognitivo Amelia, para que, desde cualquier lugar, cualquier persona pueda comunicarse con esta empleada digital, impulsada por IA, mediante una llamada de voz o un navegador, para recibir una evaluación del riesgo. Una vez que la persona entabla una conversación con el asistente, éste evalúa sus síntomas y factores de riesgo actuales con base a la información más reciente del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y todo ello, sin ponerse a sí mismos ni a otros en peligro.
Un sistema integrado
Lo que nos ha enseñado esta pandemia es que el sector sanitario, que generalmente es muy reacio al riesgo, puede ser más dinámico a través de inversiones tecnológicas. Aprovechar la IA no sólo tiene valor en una pandemia, sino también en el seguimiento de enfermedades, la gestión de inventario y la innovación, como es el caso de los ventiladores capaces de dar servicio a varias personas.
Además, la experiencia del paciente y sus resultados -en términos de salud- pueden mejorar a través de la IA. Si bien la IA no puede reemplazar a los profesionales sanitarios, se ha demostrado que acelera el diagnóstico al revisar los escaneos y hacer conexiones instantáneamente en función del historial de un paciente.
También se ha implementado para evaluar los factores de riesgo y ayudar a los pacientes a controlar sus síntomas, ya que los asistentes de conversación desarrollados con IA están disponibles las 24 horas, los 7 días de la semana, para proporcionar información, evaluaciones e incluso programar citas. En definitiva, cada una de estas nuevas aplicaciones ha brindado a los estadounidenses un mayor acceso a la atención médica.
A medida que la industria tecnológica hace todo lo posible para ayudar a combatir la pandemia, continuaremos viendo desarrollos que no sólo son beneficiosos para ayudarnos a combatir esta crisis y las próximas, sino que también supondrán avances que afectan al funcionamiento diario del sistema de salud. Creo y espero que dentro de unos años, los ciudadanos interactúen más con asistentes conversacionales desarrollados con IA, que estarán cada vez más familiarizados con sus necesidades de atención médica habituales.
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