Hoy domingo se celebra el Día Mundial del Donante de Sangre. Este año el Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid, además de dar las gracias a todos los donantes de sangre, quiere reconocer de manera muy especial a las personas que han acudido a donar durante la pandemia Covid-19: donantes de sangre, de aféresis y de plasma hiperinmune, punto de atención de algunos de los ensayos que se llevan a cabo como tratamiento de la infección causada por el SARS-CoV-2 en pacientes hospitalizados.
Gracias por estar ahí es el lema con el que el Centro de Transfusión agradece su apoyo, que se han hecho extensivo al personal de donación, medios de comunicación y seguidores en redes.
Entre la semana del 9 de marzo, con las primeras medidas restrictivas y el fin de la fase 1 en Madrid, han sido 55.182 los donantes de sangre y 1.059 los donantes de aféresis (de componentes sanguíneos, fundamentalmente plaquetas). Gracias a ellos, en torno a 10.000 pacientes que requerían transfusiones para intervenciones o tratamientos urgentes, han podido ser atendidos.
Plasma en ensayos clínicos
Además, en el Centro de Transfusión han donado su plasma 229 personas que habían superado el Covid-19 y que han sido seleccionadas de entre 591 candidatos. Su plasma hiperinmune ha permitido el tratamiento de determinados pacientes afectados en el contexto de estudios y ensayos clínicos que investigan el grado de eficacia de esta terapia.
En este sentido, El Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda coordina un ensayo clínico controlado, el ConPlas-19, en el que se estudia la eficacia y seguridad del plasma procedente de pacientes curados de la infección por SARS-CoV-2 (plasma hiperinmune) en el tratamiento de pacientes hospitalizados en fase aguda de la enfermedad. Iniciativa a la que se han ido sumando otros centros hospitalarios españoles, muchos a través de Planes Regionales, como el Juan Ramón Jiménez, de Huelva; La Fe y San Joan, en Valencia y Alicante, respectivamente; el Central de Asturias, en Oviedo; el Virgen de la Victoria y el Costa del Sol, en Málaga, entre otros.
El plasma de pacientes convalecientes que han superado la Covid-19 y que han desarrollado una respuesta inmune de anticuerpos frente al coronavirus, es una estrategia terapéutica ya empleada para infecciones respiratorias agudas graves causadas por otros coronavirus como el SARS-CoV (en 2003) y el MERS (en 2012), por lo que podría ser también eficaz en la actual pandemia. Se empleó también para superar la enfermedad del Ébola en los casos que se trasladaron a Europa.
Las actuales hipótesis apuntan a que los pacientes con SARS-CoV-2 en fase aguda que aún no han tenido la oportunidad de desarrollar una respuesta inmune eficaz contra el virus se beneficiarán del tratamiento con plasma hiperinmune de otros pacientes que ya han superado la enfermedad y que contiene anticuerpos frente al virus.
Este plasma hiperinmune podría ayudar a eliminar el virus, a minimizar el daño que éste causa y a mejorar la evolución clínica y la recuperación de los pacientes que lo reciban. En estos momentos, es la única fuente disponible de anticuerpos frente al SARS-CoV-2 para su uso inmediato.
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