La crisis provocada por la pandemia de la covid-19 ha supuesto un importante reto para el sistema sanitario, poniendo en evidencia sus debilidades, pero también sacando a relucir la importancia del papel de sus profesionales, entre los cuales están los farmacéuticos. Ahora que está cada vez más cerca la era poscovid, se plantea la necesidad de una reestructuración del sistema sanitario que sirva para reforzarlo. Así lo ha manifestado el consejero de Salud de Cataluña, Josep María Argimón, durante la inauguración oficial este martes del programa de formación continuada del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Barcelona.
“Nuestro sistema sanitario está en una situación crítica. Nos enfrentamos a necesidades cada vez más grandes y a expectativas en cuanto resultados por parte de los ciudadanos también mayores, algo que será difícil de lograr sacar adelante si no aumentamos la cantidad de dinero que le destinamos”, ha explicado Argimón, quien ha aprovechado para resaltar que está previsto incrementar el presupuesto de Sanidad en Cataluña en un 18% el próximo año, gracias, sobre todo, a los fondos llegados desde Europa.
El consejero no ha dudado en señalar que la falta de inversión económica en los últimos años ha motivado un incremento de la obsolescencia de los equipos e infraestructuras del sistema sanitario catalán. “Más del 50% de nuestros equipos se han quedado anticuados. No quiere decir que no funcionen, pero sí que hay tecnología mejor”, ha reconocido Argimón. Según sus datos, la inversión en equipamiento es de tan solo un 1,7% del presupuesto cuando debería estar situada entre el 4 y el 5%. Además de la mejora de las infraestructuras, el consejero ha destacado que también será necesario llevar a cabo una decidida apuesta por los trabajadores, mejorando sus condiciones laborales.
El consejero ha apuntado también cuales serán algunas de las prioridades para los próximos años en lo que se refiere a la reestructuración del sistema sanitario. La mejora de la atención en salud mental, incluyendo la puesta en marcha de un plan de prevención del suicidio, la incorporación de 150 psicólogos en la atención primaria (AP) o la creación de equipos multidisciplinarios para atención domiciliaria, el fortalecimiento de la AP, la mejora de la Agencia de Salud Pública, la recuperación de los diagnósticos y tratamientos retrasados por la pandemia y la mejora de las condiciones laborales de los profesionales sanitarios son algunas de las que ha destacado.
Contacto estrecho con los farmacéuticos
El consejero ha resaltado que, durante los peores momentos de la crisis ocasionada por la covid-19, el contacto con los colegios de farmacéuticos fue fluido y eso sirvió para poder poner en marcha iniciativas destinadas a controlar la propagación de la pandemia y reducir en la medida de lo posible su impacto sobre la salud de las personas, recordando iniciativas como lo diagnósticos con automuestra en las oficinas de farmacia o la facilitación de medicación hospitalaria.
“Las farmacias estuvieron abiertas durante toda la pandemia, demostrando que son trabajadores esenciales y poniendo de relieve que son el sitio más cercano para buscar ayuda cuando una persona tiene un problema”, ha ensalzado el consejero, quien ha insistido en que este reconocimiento del papel de la farmacia comunitaria ahora tendrá continuidad gracias al acuerdo que se acaba de firmar con el CatSalut para lograr un papel más activo de estas oficinas de farmacia en el sistema sanitario. En este acuerdo se enmarcan programas de cribado, como los de cáncer colon y recto o cérvix, pero también campañas para la formación de los ciudadanos o los test de antígenos para la covid-19 a través de automuestra y la facilitación de la medicación para al ayuda a morir.
Un curso que se adapta a los nuevos tiempos
Jordi Casas, presidente del COF de Barcelona, también ha recordado la importancia de que el sistema sanitario cuente con todos los profesionales a su alcance, entre los cuales, evidentemente, están los farmacéuticos. “La red de farmacia no puede trabajar de forma aislada, pero de la misma forma el sistema sanitario tampoco puede obviarla, ya que es un importante activo. Su capilaridad es crucial y así se demostró durante la crisis de la covid-19”, ha insistido.
Precisamente, este papel asistencial de la farmacia requiere de la implantación de nuevas dinámicas de trabajo, que exigen un complemento formativo, y de esta forma se entienden los programas de formación continuada como el que se acaba de inaugurar. “Se trata de un programa ambicioso con más de 150 actividades formativas, que se desarrollará de una forma híbrida, tanto presencial como virtualmente, algo que nos venido impulsado por la pandemia”, ha subrayado.
Por su parte, Aina Surroca, secretaria y responsable de la Comisión Delegada de Formación Continuada del COF, ha hecho hincapié en que la formación continuada es un pilar estratégico del colegio a través de la que pretenden asegurar que todos los colegiados puedan continuar con la adquisición de conocimientos en los diferentes ámbitos de la atención farmacéutica. “La pandemia ha acelerado algunas cosas que ya habíamos puesto en marcha, con inversión en equipamientos que nos permitan ofrecer cursos virtuales, pero también trabajando con los profesores y expertos para ayudarles a adaptar sus contenidos a estos nuevos formatos”.
Los cursos que compondrán la oferta de este nuevo curso se ofrecerán en cuatro modalidades diferentes: presencial, en streaming, en formato híbrido o de forma on line. Además de los cursos, también habrá un ciclo de conferencias, tanto sobre de temas de actualidad o referentes al covid-19 como sobre nutrición y dermocosmética.
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