"Los farmacéuticos de atención primaria (AP) llevamos años reclamando una especialidad propia vía FIR y por motivos diversos no acaba de hacerse. Eso genera un problema tremendo y es que cuando se amplían las plantillas se incorpora gente que no tiene la preparación suficiente, porque no han tenido acceso a la formación específica", explica a CF Carlos Fernández Oropesa, presidente de la Sociedad Andaluza de Farmacéuticos de Atención Primaria (Safap), uno de los artífices de la primera edición del Diploma de Especialización en Farmacia Clínica y Gestión en Atención Primaria, impulsado gracias al apoyo de la Subdirección de Farmacia del Servicio Andaluz de Salud, la Universidad de Granada y la Escuela Andaluza de Salud Pública.
Esta formación, que ha arrancado esta semana, pretende capacitar al alumnado en el desarrollo de las funciones y competencias propias del farmacéutico de AP y, en concreto, las relacionadas con la mejora de la seguridad, efectividad y eficiencia del uso de medicamentos y productos sanitarios a nivel individual y poblacional, facilitando la toma de decisiones clínicas del resto de los profesionales del primer nivel asistencial y actuando sobre el propio paciente.
La palabra clave para Fernández Oropesa es capacitar. "El farmacéutico ya está licenciado y tiene una formación muy alta, pero hay que capacitarle para trabajar en AP y ejercer sus funciones desde el minuto uno que se integra en un distrito sanitario".
Por otra parte, este diploma busca dar al farmacéutico de AP "una orientación clínica, lo más cercana al equipo sanitario asistencial, y que no nos vean, como ha ocurrido en el pasado, como un infiltrado de la gerencia del área, cuando nosotros somos unos compañeros más y con un trabajo sanitario [...]. Nosotros queremos, como sucede en el modelo británico, que el farmacéutico de AP sea un miembro más del equipo asistencial".
Y es que, afirma que en España "el farmacéutico de AP está a caballo entre la clínica y la gestión, aunque cada vez más nos acercamos a la clínica, porque hay muchos ámbitos de actuación interesantes, como los centros sociosanitarios, la revisión de pacientes...". Eso sí, reconoce que el número de farmacéuticos de AP es reducido, lo que les limita a la hora de involucrarse en lo que realmente les gustaría, que es lo asistencial.
Programa ambicioso
Según Fernández Oropesa, "el curso no pretende sustituir ni mucho menos a la especialidad, pero es muy potente y tiene un programa muy ambicioso y exigente".
En esta primera edición participan 48 profesionales de farmacia (40 de los cuales trabajan actualmente en el Servicio Andaluz de Salud) y consta de 750 horas de duración (30 créditos ECTS) y se desarrolla en ocho módulos todos de carácter virtual, que finalizarán en junio de 2022.
Así, los alumnos podrán conocer en profundidad el marco legislativo que afecta a la función de farmacéutico de atención primaria; los elementos implicados en la gestión del conocimiento tanto en el uso adecuado de los medicamentos como en la investigación y la formación; los sistemas de información del Sistema Sanitario Público de Andalucía y del Sistema Nacional de Salud (SNS); la evaluación del uso de medicamentos; los estudios de evaluación de su seguridad, eficacia y efectividad y una extensa actualización en farmacoterapia. La actividad clínica y asistencial y la gestión del acceso a los medicamentos centran los siguientes módulos de la actividad, que finaliza con un trabajo individual, en el que deben aplicar los conocimientos y habilidades adquiridas a lo largo del diploma, que será defendido públicamente para su evaluación.
La idea es que en futuras ediciones esta formación se abra a otros farmacéuticos, ya sean comunitarios u hospitalarios y a los recién licenciados o estudiantes de Farmacia de último año. De hecho, el presidente de Safap constata que, actualmente, ya hay alumnos de último año de Farmacia de la UGR que hacen prácticas en AP.
Mirando a Reino Unido
Fernández Oropesa mira a otros países donde la figura del farmacéutico de AP está mucho más desarrollada, como es el caso de Estados Unidos, Canadá, Reino Unido... De hecho, recuerda que en este último país hace años, debido a la escasez de médicos de familia, se puso en marcha un piloto, "en el que contrataron a 200 farmacéuticos para trabajar en AP y se integraron en los equipos asistenciales. Esos farmacéuticos se formaron y, en función de la acreditación que obtuvieran tenían unas funciones u otras. Así, unos podían hacer una prescripción independiente y hoy tienen su propia consulta para atender a pacientes siempre bajo la supervisión de un médico, y otros, una prescripción dependiente".
Según el presidente de Safpa, tras ese piloto se contrataron a 2.000 farmacéuticos, "porque l,os médicos los vieron, no como una amenaza, sino como una bendición del cielo porque les quitaban mucho trabajo repetitivo, burocrático, de revisiones, permitiendo que ellos se centraran en el diagnóstico y en los casos complicados".
via Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/2YCePRd
No hay comentarios:
Publicar un comentario