La "acuciante" falta de médicos que sufre actualmente el Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea (SNS-O), sobre todo en atención primaria, se está intentando suplir por parte de la Administración con la contratación de personal de Enfermería, que "ni puede paliar la sobrecarga médica ni aliviar las listas de espera". Éste es el eje de la denuncia que el Sindicato Médico de Navarra (SMN) condensa en un dossier que ya ha elevado a la Consejería de Sanidad, y que el próximo 12 de noviembre tendrá ocasión de presentar personalmente a la presidenta de la comunidad, María Chivite, en una reunión monográfica para abordar las reclamaciones de los médicos.
"Reducir la lista de espera pasa ineludiblemente por el trabajo de los médicos, que ahora mismo están al límite, y pretender que con la contratación de más personal de Enfermería se puede atajar el problema, es desconocer la naturaleza de ese problema o querer ignorarlo. Ya hay muchas enfermeras en Navarra, con una tasa superior a la de cualquier otra comunidad, e incluso a la media europea", dice literalmente el dossier elaborado por el Comité Ejecutivo del SMN, que avala con datos su afirmación: La ratio de enfermeras de Navarra por cada 1.000 habitantes era, a diciembre de 2020, de 8,61, superior a la media de la UE (8,4) y muy por encima de la española (6,02).
Por contra, el sindicato que preside María Aurelia Mena Mur enfatiza que los facultativos "somos muy pocos": concretamente, la tasa de médicos de primaria por cada 100.000 habitantes era a finales de 2020 (también según datos del Departamento de Salud) de 83,9, la segunda más baja de España, sólo ligeramente superior a los 72,4 de Baleares.
Según el SMN, ese trasvase "ni ataja la sobrecarga del médico ni reduce la lista de espera"
El SMN argumenta que, según los datos procedentes del propio Departamento de Salud, existe "una enorme desproporción" entre los actos asistenciales que asume cada enfermero y los que afronta cada facultativo. Entre octubre de 2020 y el pasado mes de junio, cada médico del SNS-O asumió 7.792 actos asistenciales, frente a los 4.181 atribuibles a cada enfermero en el mismo periodo. El sindicato más representativo entre los médicos de Navarra puntualiza, además, que el resultado final "es aún peor de lo que refleja ese dato, ya que un número importante de esos actos asistenciales de Enfermería precisan de la supervisión o asistencia de un facultativo".
Y todo ello, arguye el SMN, con una retribución por hora trabajada que, en el caso de los facultativos de atención primaria, es menor que la del personal de Enfermería. Según los datos sindicales, un médico del primer nivel, con 40 años y sin exclusividad en el sistema público, cobra 23,93 euros por hora, frente a los 25,01 de una enfermera.
En su denuncia, el Sindicato Médico aclara que la Enfermería está "perfectamente cualificada y es preciso que sea dotada y asuma las funciones y responsabilidad acordes con su preparación, pero esa misma preparación no las habilita para sustituir al facultativo". En suma, el Gobierno de Chivite "antes de empeñarse en contratar a más personal no-médico debería sentar las funciones de cada profesional y sus responsabilidades, y permitir que cada paciente sea atendido por el profesional más adecuado". Buena prueba de que ese trasvase de funciones entre colectivos no es la solución a los problemas asistenciales es que la lista de espera ha aumentado, según el SMN, de forma paulatina en los últimos años, hasta llegar a los 56.300 pacientes que se registraban el pasado mes de julio en la comunidad para una primera consulta de atención especializada o Salud Mental.
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¿Y qué peticiones llevará el SMN en su zurrón a la reunión que tendrán el día 12 con Chivite? En esencia, que se cumpla en su integridad el acuerdo de salida de huelga que la Administración firmó con ellos en diciembre de 2019 y que, según el Comité Ejecutivo sindical, aún no está operativo en aspectos retributivos, asistenciales y organizativos.
Entre esos incumplimientos, el dossier sindical cita la distribución de las agendas y los tiempos de asistencia (fijados en 12 minutos por paciente en el acuerdo de 2019), la resolución de la productividad variable de atención primaria, el incremento de retribuciones (tanto ordinarias como de atención continuada), la compensación por exceso de tarjetas sanitarias (TIS) y la exención de guardias para los profesionales mayores de 55 años.
Además, el punto 9º de ese acuerdo concretaba un compromiso que, según el sindicato profesional, ni está ni, de momento, se le espera: la creación de un Comité de Sobrecarga Laboral "para tratar, analizar y poner coto a un problema que, ya en aquel momento, era patente y preocupante" y que, según la central, "se ha acentuado con la pandemia".
Estudio de costes
En esencia, el comité sindical le pedirá a la presidenta del Ejecutivo navarro que se equiparen las condiciones laborales y retributivas de los médicos del SNS-O "a las mejores existentes para los facultativos del resto de España, como sucede con el resto del personal sanitario, que ya tiene condiciones difícilmente mejorables", remacha el informe.
En materia retributiva y contractual, el SMN le hace a la Administración de Chivite una propuesta muy concreta: elaborar un estudio que cuantifique el coste que supondría la contratación de los médicos necesarios para cubrir las ausencias actuales, "y compararlo con el coste que está suponiendo pagar esas ausencias como productividad variable o con contratación de personal de otros estamentos profesionales, que, con frecuencia, no tienen ni funciones definidas, ni contenido laboral concreto, ni espacio físico definido donde desempeñarlo".
La utilización "abusiva" de la productividad variable como solución a la falta de médicos, concluye el dossier del SMN, "es una estrategia nociva para el propio sistema y para los profesionales, y es responsabilidad de la Administración el control de jornadas interminables que deterioran la salud del médico y no garantizan sus descansos".
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