La suma de los recortes a partir de 2011 y de la pandemia que empezó en marzo de 2020 ha dejado al personal facultativo catalán "agotado, quemado y desmotivado", según el sindicato Médicos de Cataluña (Metges de Catalunya, MC), que hoy ha hecho públicos los resultados de una encuesta a 2.716 de sus 10.000 afiliados. Este estudio realizado antes del verano, entre mayo y junio, concluye que hasta un 70% (7 de cada 10) de los profesionales presenta alguno de los síntomas compatibles con el síndrome de burnout (o de agotamiento profesional).
Del total de encuestados, 1.913 (70%) manifiestan cansancio emocional, uno de los tres factores determinantes del agotamiento profesional. El 61,5% (1.671) sufre un sentimiento de despersonalización frente al trabajo y el 44% (1.189), falta de realización personal.
Si se computan los tres factores de forma simultanea, uno de cada de tres facultativos está totalmente afectado por el burnout. Una cifra que se eleva hasta el 51% (1.489) si se valora sólo el cansancio emocional y la despersonalización laboral.
Para paliar esta situación, Xavier Lleonart, secretario general de MC, ha anunciado que instará a los facultativos a poner límites a su habitual sobreesfuerzo. La solicitud, que se concretará en las próximas semanas, consiste en que todos los facultativos formulen a sus empleadores públicos y concertados por escrito que a partir del 31 de diciembre de 2021 o 1 de enero de 2022 se ceñirán únicamente a la jornada anual para la que están contratados (lo que vendría a ser una huega de celo): 1.642 horas ordinarias en el Instituto Catalán de la Salud (ICS) y 1.688 en la red concertada (centros públicos y privados) más 499 horas complementarias (guardias) obligatorias en los dos ámbitos. Hay que tener en cuenta que a partir de los 51 años de edad las horas complementarias son voluntarias.
La causa del agotamiento de los profesionales, a juicio del sindicato profesional, se encuentra en la "sobrecarga laboral inalcanzable y sostenida" de los médicos, que se sienten abocados a prolongar su jornada de trabajo de forma sistemática.
La elevada incidencia del síndrome de agotamiento profesional entre los facultativos se debe también, según la central, a: jornadas de trabajo prolongadas de forma sistemática, falta de autonomía y control sobre la propia agenda asistencial, condiciones laborales y retributivas poco satisfactorias, sentimiento de desprotección/desconsideración por parte de las administraciones y empresas, conflictos de rol y competencias profesionales, dificultad elevada para conciliar la vida personal y laboral y escasas oportunidades formativas, de investigación e investigación.
Una circunstancia que "hace muy difícil el descanso y la desconexión, y pone trabas a la conciliación". El déficit estructural de facultativos y las “nefastas condiciones laborales y retributivas” están también, a su juicio, en la raíz de un problema que la pandemia ha acentuado pero que se arrastra desde el inicio de los recortes sanitarios. En este sentido, la organización recuerda que en la base de las movilizaciones médicas de los últimos diez años "siempre aparecen la precariedad y el desgaste provocado por la infrafinanciación de la sanidad pública".
“Nadie propone abandonar la asistencia sino que no se haga nada para lo que no se esté contratado. La situación de semiesclavitud se tiene que acabar porque deteriora la calidad asistencial”, ha reiterado. Los médicos hacen entre un 25-50% más de jornada que la contratada, según los cálculos del sindicato.
Ante la elevada incidencia del burnout entre los médicos -especialmente significativa entre las médicas de atención primaria-, MC pondrá en también en marcha una campaña de sensibilización para que los facultativos “tomen conciencia de su fragilidad y velen por la protección de su bienestar”.
Las consecuencias del estrés crónico, según la central profesional autonómica, se dan sobre la salud del trabajador (insomnio, fatiga, cefalea, problemas digestivos, obesidad, afectación cardiovascular, problemas dermatológicos, dolor muscular, afectación del sistema inmunológico, clínica ansiosa-depresiva, niebla cognitiva, ideas suicidas,…); sobre el trabajo (errores, absentismo, fuga de profesionales, accidentes de trabajo, decremento de la productividad, desmotivación, enrarecimiento del ambiente de trabajo,…), y sobre la comunidad y la sociedad (desigualdad en la atención, pérdida de calidad asistencial, desatención inmediata y a largo plazo,…).
Mayoría de mujeres y con una edad media de 54 años
En la muestra estudiada, el 69,7% son mujeres y la edad media es de 54 años. Los que aseguran que al menos una vez a la semana piensan que el trabajo les está desgastando asciende al 73,1%.
El estado de los profesionales es el reflejo del estado de la asistencia sanitaria pública, en peor situación la primaria respecto a la hospitalaria y en el ICS respecto a concertados, ha explicado Lleonart.
“Hay que escuchar las necesidades de los profesionales y hay que darles respuestas en gestión de recursos humanos y en prevención de riesgos laborales”, ha reclamado. También ha recordado que “hemos pedido reiteradamente que se mejore la situación y la respuesta de la administración ha sido 0”.
Ha informado asimismo de que ya han interpuesto una tercera denuncia contra el ICS por tener a sus profesionales en esta situación.
Intento de desburocratización de la AP
El Departamento de Salut de la Generalitat de Cataluña anunció ayer que quiere evitar burocracia a los usuarios y a los profesionales de la atención primaria y concentrar a los sanitarios y administrativos de este nivel asistencial en lo relevante, en términos de resultados de salud. Para ello, ha implementado un nuevo modelo de gestión de las consultas y visitas, un cambio que se ha puesto en marcha con la activación de la web 'Programación por motivos' dentro de la carpeta on line del usuario Mi Salud (La meva salut, en catalán).
Xavier Lleonart, secretario general de Médicos de Cataluña, ha dicho, en la rueda de prensa sobre el burnout del personal médico, que las herramientas informáticas alejan del sistema sanitario a quienes más lo necesitan, que son los mayores. Y ha manifestado su "incertidumbre" por que quien valore qué recurso se adjudica al paciente sea un administrativo; "he preguntado (a la consejería de Salud) y nadie me ha contestado a qué pasará si, de ésto, se deriva un perjuicio (al paciente); ¿quién asumirá la responsabilida civil y penal? El médico no, porque es algo que no le habrá llegado a su mesa".
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