Es bien conocida la tendencia universal ―cuando hablamos o escribimos― a exagerar la importancia, la originalidad, la trascendencia y las repercusiones de los logros propios. Pero se admite, en general, que una de las principales diferencias entre el lenguaje general y el lenguaje científico es que este último suele estar desprovisto o despojado de connotaciones afectivas o subjetivas. Los textos científicos, se nos dice, describen la cruda realidad tal como se presenta ante nuestros ojos, sin expresar emociones ni emitir juicios subjetivos de valor sobre ella.
La realidad, en cambio, parece ser muy distinta. En el año 2015, el número navideño del British Medical Journal traía un artículo titulado «Use of positive and negative words in scientific PubMed abstracts between 1974 and 2014». En él, un grupo de psiquiatras holandeses analizaba la frecuencia de aparición de 25 palabras positivas (p. ej.: amazing, bright, excellent, inspiring, remarkable), 25 palabras negativas (p. ej.: disappointing, insignificant, irrelevant, pessimistic, useless) y 25 palabras neutras (p. ej.: blood, condition, human, prospective, rodent) en el título y el resumen de todos los artículos médicos contenidos en la base de datos PubMed con fecha de publicación entre el 1 de enero de 1974 y el 31 de diciembre de 2014.
Como era de esperar, no se apreció ninguna diferencia estadísticamente significativa en la frecuencia de uso de las palabras neutras. La proporción de artículos que contenían alguna de las palabras negativas, en cambio, creció de un 1,3 % en el período 1974-1980 a un 3,2 % en 2014, lo cual equivale a un aumento relativo del 257 %. Más llamativo aún fue el aumento de los términos positivos: la proporción de artículos que contenían alguna de las palabras positivas creció de un 2 % en el período 1974-1980 a un 17,5 % en el año 2014; o, lo que es lo mismo, un aumento relativo del 880 %. Esta tendencia fue aún más marcada en el caso de las palabras innovative (innovador), novel (novedoso), robust (sólido) y unprecedented (sin precedentes), con incrementos relativos que oscilaban entre el 2 500 % y el 15 000 %.
Si damos por sentado que la investigación actual no genera en realidad datos mucho más espectaculares que la de hace medio siglo, estos resultados apuntarían, más bien, a una tendencia creciente de los científicos a dejarse llevar por la subjetividad expresiva y a exagerar y polarizar los resultados de su investigación. De mantenerse esta tendencia en los próximos decenios, concluyen los autores del estudio, es de prever que el adjetivo ‘novedoso’ aparezca mencionado en todos y cada uno de los artículos médicos que se publiquen en el año 2123.
Fernando A. Navarro
Existe una tendencia universal a exagerar la importancia, la originalidad, la trascendencia y las repercusiones de los logros propios. Por ejemplo, cuando publicamos cualquier artículo de investigación. Off Fernando A. Navarro Offvia Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/2ZDq9xv
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